Los obispos ultras se saltan el pacto de la jerarquía y piden el voto para partidos conservadores

Como ya sucediera el pasado 20 de diciembre, la Conferencia Episcopal decidió que este 26-J tampoco emitiría el hasta entonces tradicional mensaje episcopal dando directrices de voto a los fieles católicos. La mayoría episcopal, comandada por su presidente, Ricardo Blázquez, y los arzobispos de Madrid y Barcelona (Carlos Osoro y Juan José Omella), con el aval del Papa Francisco, optaron por retirarse de la refriega política.

Sin embargo, el núcleo de obispos más ultraconservadores se han saltado las directrices de la Conferencia Episcopal y se han lanzado de lleno a la campaña electoral, azuzando especialmente a sus fieles contra lo que denominan “grupos antisistema”. A la campaña política iniciada por el cardenal de Valencia se fueron sumando, poco a poco, varios obispos. Todo ello, ante la mirada atónita de la Conferencia, que este mismo jueves concluía una reunión con llamamientos genéricos a la gobernabilidad justificando la decisión de no emitir nota alguna en nombre de la Iglesia española.

El más rotundo en su infracción ha sido el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, quien, con la excusa de una “carta abierta” de apoyo al cardenal Cañizares, aprovecha para arremeter contra “grupos antisistema que han conseguido penetrar en el sistema de un ordenamiento político al que desprecian, pero que usarán con algún paño caliente para poderlo desmontar del todo a fin de imponernos el suyo que ni está ordenado debido a su vocación ácrata, ni es político como servicio a la ciudadanía y al bien común”.

Para Sanz, los nuevos movimientos políticos que han surgido en España esconden “una puesta en escena de estos grupos antisistema en contra de lo que sea y suene a cristiano”, y los acusa veladamente de estar detrás de las polémicas imágenes de las vírgenes besándose o del asalto a las capillas de la Universidad Complutense de Madrid.

También Venezuela

En una clara alusión a Venezuela, Sanz denuncia que estos grupos “pretendan trasladar cultural y políticamente a nuestra nación española lo que con pasmo vemos que se ha ensayado y conseguido en otros lares de conocidos fracasos en el continente americano, donde la gente vive sin libertad, sin trabajo, sin comida, sin recursos para sobrevivir, sin paz, sin respeto a los derechos humanos”.

Por su parte, el obispo de Getafe, Joaquín María López de Andújar, ha publicado una nota en la que denuncia que “hay grupos políticos que no creen en la libertad de enseñanza y que no reconocen el derecho de los padres a elegir para sus hijos aquellos centros que son más conformes con su forma de pensar y de educar”. Para el obispo, estas formaciones “son los dictadores del pensamiento único que no admiten más forma de pensar que la suya y que tratan de imponerla a toda costa, proponiendo la escuela estatal, en muchos casos manipulada ideológicamente por el poder dominante, como única alternativa para la educación”. Solo el PP defiende que se mantenga la asignatura de Religión en su programa electoral. También lo hace el partido ultraconservador Vox. Tanto el PP como Ciudadanos promueven en sus programas la escuela concertada.

“Totalitarismo y laicismo excluyente”

Siguiendo la estela de Cañizares, los obispos de la Provincia Eclesiástica de Valencia (Valencia, Castellón, Mallorca, Alicante, Menorca o Ibiza) emitieron un escrito en el que apelan a la “responsabilidad” de los votantes este domingo: “No podemos elegir a cualquiera; no da lo mismo uno que otro. No nos podemos contentar con el mal menor, sino que habrá que intentar conseguir el bien posible”.

En este sentido, los católicos tendrán que votar a quienes reconozcan “el derecho a la vida desde su concepción hasta su muerte natural” o “el derecho prioritario de los padres a educar a sus hijos y de hacerlo conforme a sus convicciones religiosas y morales”. En consecuencia, añaden los prelados, “no podemos apoyar el establecimiento de ningún tipo de totalitarismo, de pensamiento único o de laicismo excluyente”. Es decir, que pongan trabas al aborto por plazos y que promueva la religión en las aulas. Una vez más, solo el PP y Vox cumplen estos requisitos.

Reig: “Un ataque sistemático y organizado”

Por su parte, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, uno de los obispos más conservadores de España, va más allá, dudando incluso de que votar al PP sea, para el católico, “un mal menor” y propugna un voto más conservador. La retirada de la reforma de la ley del aborto de Gallardón molestó mucho a los ultracatólicos que criticaron a Rajoy por no endurecer la norma. En un programa en Radio María, el prelado subraya que “hay que anteponer el voto en conciencia al voto útil”. “Si los católicos renuncian a votar en conciencia y solo hacen voto útil al final por el camino del mal menor llegan al mal mayor”. El partido que encaja en esta descripción es Vox.

Quien tampoco podía faltar era el polémico obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, quien llama a la movilización y ha dirigido un escrito “en defensa de nuestros hijos” frente al “acoso” de la “ideología de género y el pensamiento único”, en la línea de Cañizares. Para Reig Pla, “el ataque a la libertad religiosa es en España sistemático, organizado, planificado y financiado”. “Pueden encarcelarnos, ponernos sanciones administrativas, reducirnos a guetos, pero no nos callarán ni dejaremos que nos roben el corazón de nuestros hijos”, afirma el obispo, que concluye con un enigmático: “¡No tenemos miedo!”.