Los obispos recibirán 267,83 millones de euros en virtud de la polémica casilla de la 'X' en favor de la Iglesia católica en la declaración de la Renta de 2018, 11,6 millones más que el año pasado. Es la cifra más alta desde que, en 2007, el Gobierno Zapatero concedió a la Conferencia Episcopal el 0,7% del IRPF.
Estos son los datos que este mediodía presentó el gerente de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal, visiblemente satisfecho. No es para menos porque no se lo esperaban. Más de 7,1 millones de declaraciones (51.658 más que el año pasado), y 8,5 millones de contribuyentes (sumando las conjuntas) que marcan la casilla de la Iglesia.
¿Por qué? Barriocanal lo achaca a dos razones. En primer lugar, la recuperación económica; en segundo término, “que a la hora de la verdad, los contribuyentes son soberanos, y deciden colaborar con todas las actividades que hace la Iglesia”.
“La Iglesia es la única institución en España que se somete a este referéndum anual, y sus fondos dependen única y exclusivamente de la voluntad de los contribuyentes”, señaló. Más allá de los escándalos de pederastia, la polémica por las inmatriculaciones o la exhumación de Franco, lo cierto es que las previsiones internas, que esperaban una bajada en los contribuyentes, no se han cumplido.
“Esto no es un sondeo, ni una encuesta, son 8,5 millones de personas que deciden hacer este gesto de colaboración”, apuntó Barriocanal, quien destacó cómo “en todas las comunidades autónomas se ha producido un incremento”. Madrid, Valencia y Andalucía son las autonomías que más han crecido, mientras las que más lo marcan son Castilla La Mancha, La Rioja, Extremadura y Murcia.
En Ciudad Real hay más contribuyentes que marcan la X que los que no (52,58%). Por provincias, Madrid, Barcelona, Valencia, Vizcaya, Sevilla, Murcia y Málaga son las que más contribuyen. “Los datos de Hacienda son los que son”, recalcó el gerente de la CEE. Un tercio de los contribuyentes (el 33,3%) marca la famosa casilla, un porcentaje similar todos los años (en 2017 fueron el 33,53%).
¿Qué harán con ese superávit? Según Barriocanal, incorporarlo al Fondo de Reserva. Aunque, este año, “al menos tres millones irán para pagar la Seguridad Social del Clero, al que también afecta el incremento de la cuota de autónomos el 22%. Así que parte se la devolveremos a la Administración”, zanjó, con cierta sorna.
Pero, ¿adónde va el dinero de la “X” de la Iglesia? Aunque todos los años, mediado el mes de junio, la Conferencia Episcopal presenta una 'Memoria de Actividades' con un somero estudio de lo que, en opinión de la institución, la Iglesia aporta a la sociedad, lo cierto es que el destino de esos 268 millones sigue siendo opaco. En realidad, el grueso del dinero que recibe la Iglesia se dedica a pagar el sueldo de curas y obispos, y para la Seguridad Social del Clero, con una mínima parte para Cáritas y para Trece, la televisión de la CEE.