Desidia y falta de confianza. La OMS ha declarado la reticencia a la vacunación como una “de las principales amenazas para la salud mundial en 2019”. Así se ha recordado este jueves en Bruselas, donde se celebra una cumbre sobre vacunas entre la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea. “Las vacunas son seguras y eficaces, y constituyen la base de cualquier sistema sólido de atención primaria de salud”, sentencia el organismo de la ONU.
En lo que va de 2019, se ha certificado el mayor número de casos de sarampión a escala mundial desde 2006, según los datos aportados en la cumbre. En 2018 se produjo un aumento repentino de los casos de sarampión, que continuó en 2019: en el primer semestre del año se han notificado aproximadamente 90 000 casos solo en la región europea de la OMS y más de 365 000 a nivel mundial. Estas cifras semestrales superan ya todas las cifras desde 2006.
El objetivo de la cumbre organizada por el Ejecutivo comunitario y la OMS es “acelerar la actuación global para detener la propagación de enfermedades evitables por vacunación y contrarrestar la desinformación sobre las vacunas en todo el mundo”.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ha afirmado que “es inexcusable” que “siga habiendo niños que mueren por enfermedades que deberían haber quedado erradicadas hace mucho tiempo. Y lo que es aún más grave: tenemos la solución en nuestras manos, pero no la aprovechamos plenamente. La vacunación ya evita actualmente entre dos y tres millones de muertes al año y podría evitar otro millón y medio si se aumentara su cobertura mundial. La Cumbre de hoy es una buena oportunidad para abordar esta carencia. La Comisión seguirá trabajando con los Estados miembros de la UE, en sus esfuerzos nacionales, y con nuestros socios hoy aquí presentes. Se trata de un reto mundial que debemos acometer ya mismo juntos”.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, ha alertado de la situación a consecuencia de las reticencias a las vacunas: “Tras muchos años de avances, nos encontramos en un punto de inflexión crucial. El sarampión resurge y uno de cada diez niños sigue sin recibir vacunas infantiles esenciales”.
“Podemos y debemos corregir el rumbo. Solo lo lograremos si garantizamos que todo el mundo pueda beneficiarse de la eficacia de las vacunas y si los gobiernos y sus socios invierten en inmunización considerándola un derecho para todos y un bien social. Ha llegado el momento de redoblar esfuerzos para fomentar la vacunación como parte fundamental de la salud para todos”, ha insistido el director de la OMS..
En los últimos tres años, siete países –cuatro de ellos en la región europea– han perdido su condición de país donde el sarampión ha sido erradicado, según informa la Comisión Europea: “Los nuevos brotes son el resultado directo de carencias en la cobertura de vacunación, en particular entre adolescentes y adultos que no han llegado a estar plenamente vacunados”.
Para abordar las carencias en materia de vacunación, en la cumbre se tratan obstáculos a la vacunación, tales como derechos, reglamentaciones y accesibilidad, disponibilidad, calidad y adecuación de los servicios de vacunación; normas sociales y culturales, valores y apoyo del entorno; y motivación, actitudes, conocimientos y capacidades personales.
A escala mundial, el 79 % de los encuestados está de acuerdo en que las vacunas son seguras y el 84 %, en que son eficaces, según el estudio Wellcome Global Monitor difundido por la Comisión Europea.
Sin embargo, en el informe sobre La confianza en las vacunas en la UE se pone de manifiesto que el rechazo a las vacunas ha ido en aumento en muchos Estados miembros de la UE, debido a la baja confianza en la seguridad y la eficacia de las vacunas a escala mundial. Esta falta de confianza contribuye significativamente a que bajen los índices de vacunación y aumenten los brotes de enfermedades.
Según el Eurobarómetro de abril de este año, casi la mitad de la población de la UE (48 %) considera que las vacunas pueden producir a menudo efectos secundarios graves, el 38 % cree que pueden provocar las enfermedades contra las que protegen y el 31 % está convencido de que pueden debilitar el sistema inmunitario.
“Estas cifras también son el resultado de una mayor propagación de desinformación sobre los beneficios y los riesgos de las vacunas”, asegura la Comisión Europea.