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Ana Mato ha desvinculado la muerte del joven senegalés de la reforma sanitaria, que carecía de tarjeta sanitaria y falleció en su casa por tuberculosis. Médicos del Mundo y la Asociación Española de Medicina Comunitaria recuerdan que la muerte de Alpha Pam no se produjo por un error, como sostiene la ministra, sino a la “imposición de una legislación aprobada sin tener en cuenta las consecuencias que generaría en la vida de las personas y la salud pública”.
Según se ha pronunciado Mato en el pleno del Congreso, el fallecimiento del senegalés no se debe a la aplicación de la reforma sanitaria. La ministra considera que “desgraciadamente, a veces se producen errores”. Este mismo miércoles, el conseller de Salud de Baleares, Martí Sansaloni, ha anunciado la destitución del director gerente del hospital de Inca, Fernando Navarro, por no haber aplicado la normativa de atención a inmigrantes en el caso Alpha Pam.
Las afirmaciones de la ministra han despertado las críticas de organizaciones sanitarias. “No es mala praxis de los profesionales sanitarios la que está generando falta de atención médica a miles de personas”, aseguran Médicos del mundo y la Sociedad Española de Medicina Comunitaria en un comunicado conjunto. “La muerte de Alpha Pam ha destapado hasta qué punto una decisión legislativa puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.
Además, sostienen que la trágica muerte de Alpha no ha sido la única consecuencia de la reforma sanitaria. “Las organizaciones que defendemos el derecho a la salud vemos cada día situaciones que podrían acabar de forma similar”, alertan. Según defienden, “la solución no debe ser ”criminalizar a los profesionales de la sanidad que continúan atendiendo a inmigrantes en situación irregular, sino en derogar una ley que, más que ahorro, genera caos y enfermedad“.
La puesta en marcha de la norma sanitaria el año pasado supuso la retirada de la tarjeta sanitaria a miles de personas. “Esta gente ya no tienen un facultativo de referencia a quien acudir”, concluyen. Según indican, en los casos documentados por Médicos del Mundo ha existido una buena praxis del personal administrativo y una buena praxis médica. No obstante, “las barreras establecidas en la reforma sanitaria impiden el adecuado tratamiento de las patologías”.
Mencionan el caso de un joven paquistaní, también residente en Baleares, que fue atendido adecuadamente en atención primaria, citado en rehabilitación y al que se le tomaron las muestras para la realización de la analítica correspondiente. Tal y como describe Médicos del Mundo, el problema llegó cuando el resultado de las pruebas diagnósticas no pudo ser enviado de vuelta al centro de salud: no tenía tarjeta sanitaria, el sistema informático bloquea dicho el procesamiento. “Es la legislación la que imposibilita tratar adecuadamente a las personas enfermas, no los profesionales”, concluyen.
Destitución del director del hospital
Además de la destitución del director gerente del hospital Inca por la muerte de Alpha Pam, el conseller de Salud de Baleares ha anunciado la apertura de tres expedientes disciplinarios por este caso: a la coordinadora de admisión del hospital de Inca, a un enfermero y a la médico de urgencias que le atendió.
El conseller ha afirmado que el posible contacto de tuberculosis de Pam, que falleció en abril, pasó inadvertido para los facultativos de urgencias del hospital de Inca, que le diagnosticaron bronquitis y le dieron tratamiento para esta afección, sin realizarse las pruebas de tórax solicitada por el médico del centro de Salud de Can Picafort.
De la investigación puesta en marcha por la Consellería de Salud, se desprende que el joven senegalés de 28 años sí tuvo asistencia sanitaria, sin embargo, “la médico que atendió al paciente Alpha Pam pudo cometer un error de diagnóstico en no haber aplicado las normas de actuación ante un caso de posible contacto con tuberculosis”.
Sansaloni ha confirmado que en el hospital de Inca se exigía un compromiso de pago por la atención en urgencias, cuando esta asistencia a inmigrantes “sin papeles” es gratuita, así como en el caso de enfermedades de salud pública (como la tuberculosis), mentales, la atención a menores y embarazadas y otras casos determinados.