Hace un año miles de afectados por hepatitis C procedentes de toda España recorrían el centro de Madrid en una marcha que terminaba frente a La Moncloa, pedían al Gobierno que les suministrase medicamentos de última generación. Por aquel entones, el catalán Xavier Carbó ya estaba intentando dar forma a su nuevo negocio, organizar viajes a Egipto para que los afectados por este virus pudiesen adquirir el tratamiento en ese país.
“En España el fármaco de última generación -comercializado bajo los nombres Harvoni o Sovaldi- puede costar cerca de 30.000 euros. En Egipto son medicamentos genéricos, se comercializa el sofosbuvir en combinación con otros fármacos y cuestan entre 900 y 1.500 euros”, relata Carbó que ha montado una agencia de turismo sanitario.
Ha elegido Egipto como destino porque un acuerdo suscrito entre el Gobierno de ese país y la farmacéutica que comercializa el tratamiento contra la hepatitis C, Gilead, permite que se venda como genérico. Por eso tiene un precio asequible para la población autóctona. Una decisión que se tomó, entre otros factores, porque Egipto es uno de los países más azotados por el virus: el 10% de la población padece esta enfermedad.
Un par de meses después de la marcha hacia La Moncloa, el Ministerio de Sanidad implementó un plan nacional para suministrar el tratamiento a la mayor parte de pacientes que se encuentran en las fases más graves de fibrosis (F4, F3 y F2). Sin embargo, son las comunidades autónomas las que se encargan de dispensarlo. Según este acuerdo, Hacienda presta a los gobiernos regionales el dinero necesario para tratar, como mínimo, a 52.000 pacientes en toda España.
Durante el año que ha transcurrido, Carbó ha estado elaborando un plan de negocios destinado a aquellos pacientes que por ahora no entran dentro de la estrategia de Sanidad, pero que aún así quieren adquirir el tratamiento. “Nos ha costado mucho tenerlo todo atado y coordinado. No ha sido fácil encontrar especialistas en El Cairo que puedan tener los resultados de las pruebas de un día para otro”, explica el gerente de esta agencia.
El primer viaje, seis personas
El viaje dura cinco días, asegura que el primero se ha celebrado este mes y han participado seis personas. El pack que ofrecen combina turismo de ocio y sanitario, intercalan las visitas a los hepatólogos con excursiones a las grandes pirámides o al museo egipcio. Al finalizar las excursiones, el paciente vuelve a España con el tratamiento genérico que se vende en Egipto y que deberá tomar durante tres meses.
Como solicita el Ministerio de Exteriores, también viajan con las recetas que han emitido los especialistas egipcios para poder introducir los fármacos en territorio nacional. Al sumar, las excursiones, los exámenes clínicos y el acompañamiento que realiza el equipo de Carbó, la factura del viaje asciende a los 5.000 euros.
Hepatólogos consultados por eldiario.es reseñan que una vez importado el sofosbuvir genérico, los pacientes que han comenzado a tomarlo no pueden ser atendidos en la Seguridad Social al no estar reconocido en España el genérico egipcio. “Pueden surgir problemas durante los tres meses en los que se está bajo el tratamiento, no suele ser lo habitual, pero un paciente puede desarrollar alguna complicación y sería difícil que volviese a viajar a El Cairo”, apunta el jefe de sección de Digestivo del Hospital Clínico de Zaragoza, Miguel Ángel Simón.
La agencia de viajes explica que durante ese periodo los médicos egipcios se encargan de “monitorizar” la evolución de los enfermos, piden que les remitan los resultados de pruebas por email y, si es necesario, el paciente tendrá que volver a la capital de Egipto para ser examinado.
“El plan de Sanidad está funcionando”
Los miembros de la Plataforma de Afectados por Hepatitis C (PLAFHC) son muy críticos con este negocio, consideran que se está “especulando” con la angustia de los enfermos que no son atendidos por Sanidad. “Es muy duro saber que tienes una enfermedad, que hay medios para combatirla y que no te dan la medicación”, explica Elsa Tobeña, presidenta de la PLAFHC. Es la primera vez que tienen constancia de que exista una agencia especializada en turismo sanitario para pacientes de hepatitis C.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad no se pronuncia sobre este negocio. “Los enfermos están siendo tratados, hemos desarrollado un plan y ahí está toda la información”, apuntan desde el departamento de Alfonso Alonso. eldiario.es ha querido conocer la opinión de la Embajada de Egipto sobre estos viajes y la importación de los medicamentos, sin haber recibido respuesta.
La PLAFHC considera que el nacimiento de esta agencia demuestra que el plan desarrollado por el Ministerio tiene fallos. “El problema es la financiación, al final depende de las comunidades autónomas y eso genera desigualdades”, denuncia Tobeña. Asimismo también señala que tienen constancia de varios casos en los que se está denegando el tratamiento a pacientes de F4 (la fase más grave).
Los hepatólogos consultados por esta redacción no apoyan esta queja, consideran que actualmente la política del Ministerio de Sanidad está siendo “muy generosa” a la hora de suministrar tratamientos. “Somos el país más avanzado de Europa ahora mismo en el tema de la hepatitis C. Lo que ocurre es que la Plataforma pide cosas lógicas, pero que no son abordables en este momento porque España tiene recursos limitados”, apunta Simón.
Este especialista recuerda que, según la estrategia del Gobierno, hasta el 2017 se tratará las fases más graves. Pero tiene esperanzas de que a partir de ese año se recete el tratamiento a los afectados en fases iniciales (F0 y F1). “Son estadíos donde hay pocas probabilidades de complicarse la situación de los afectados en los próximos 10 años”. Por eso, recomienda a este perfil de pacientes que no se precipiten, que esperen a ser atendidos por la sanidad pública española antes de marcharse a Egipto.