El papa Francisco afirmó hoy que quienes se consideran al margen de la comunidad eclesial “a causa de su fracaso conyugal” no están fuera de la Iglesia, en un encuentro con obispos que asisten a un curso en el Tribunal de la Rota romana.
“La Iglesia del Verbo Encarnado se 'encarna' en los asuntos tristes y en los sufrimientos de la gente, se inclina ante los pobres y quienes están lejos de la comunidad eclesial o se consideran fuera de la misma a causa de su fracaso conyugal”, dijo el pontífice.
Sin embargo, señaló, “estas personas son y continúan incorporadas en Cristo en virtud de su bautismo” y concierne a los pastores “la importante responsabilidad (...) de no considerarlas jamás extrañas al Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia”.
“Estamos llamados a no excluirlos de nuestra ansia pastoral, sino a dedicarnos a ellos y a su situación irregular y su sufrimiento con toda premura y caridad”, defendió.
El papa ya abordó esta cuestión en su exhortación tras el Sínodo de Obispos para la Familia, en la que apoyó el acompañamiento a los sacramentos, discerniendo caso por caso, en las situaciones familiares irregulares, como los divorciados vueltos a casar.
En septiembre de 2015, Jorge Bergoglio introdujo una reforma del proceso de nulidad matrimonial, competencia de la Rota, y estableció un procedimiento más breve y gratuito para lograrlo.
Hoy, Francisco visitó a los obispos que asisten a un curso en la Rota Romana sobre este nuevo proceso matrimonial y les instó a “eliminar con decisión cada impedimento de carácter mundano que dificulte a numerosos fieles el acceso a los tribunales eclesiásticos”.
“Cuestiones de tipo económico y organizativo no pueden constituir un obstáculo para la verificación canónica sobre la validez de un matrimonio”, subrayó.