El Papa convoca un 'cónclave' inédito para analizar con todos los cardenales el futuro de la Iglesia

Jesús Bastante

en religiondigital.com —
5 de junio de 2022 22:00 h

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Cónclave sin fumata. Los cardenales se encontrarán en Roma los días 29 y 30 de agosto. No lo harán para para elegir un nuevo Papa, sino para definir, junto al pontífice reinante, los retos de la Iglesia del futuro en lo que muchos expertos coinciden en denominar como un 'cónclave' inédito. Tan inédito que ha desatado rumores sobre un principio de fin de mandato de Jorge Bergoglio.

Sus colaboradores lo desmienten tajantemente. Pese a sus problemas de rodilla, Francisco parece en plena forma, y además de la recientemente aprobada reforma de la Curia, prepara sus viajes a Sudán del Sur y Congo (2 al 7 de julio) y Canadá (24 al 30 de ese mismo mes). “Lo que está claro es que no podemos hablar de final de Pontificado. Eso son sueños de algunos”, aseguraba a elDiario.es el cardenal Maradiaga, coordinador del C-9, el grupo de purpurados que ha asesorado al Papa en la reforma de la Curia. Explicaba haber recibido “con alegría y esperanza” el anuncio que hizo el pontífice el pasado domingo, al término del rezo del Regina Coeli, momentos antes de leer el nombre de los nuevos cardenales: un encuentro con todos los purpurados del mundo, 229 entre electores y no electores.

Francisco ha colocado al Vaticano en 'modo sinodal', para lo que ha pedido a todas las diócesis que planteen cuál es la Iglesia con la que sueñan. Algunas respuestas que ya están llegando, como la del Arzobispado de Barcelona, tocan puntos hasta ahora considerados tabú en el interior de los muros vaticanos, que comienzan a resquebrajarse y a aceptar el debate en torno al celibato opcional, el sacerdocio de la mujer, el fin de la burocratización o la 'normalización' de la presencia de otras realidades, distintas a las antaño consideradas 'normales', en el interior de la Iglesia: divorciados, homosexuales, el diálogo con los no creyentes...

Convertir a los enemigos en cómplices

“Francisco quiere que todos los cardenales se impliquen en la reforma de la Iglesia, que va mucho más allá de los cambios en la estructura de la Curia vaticana. Y también quiere escuchar a los que no estén a favor, que no son muchos, pero existen. Y este Papa tiene la virtud de convertir a sus enemigos en 'cómplices” señala, en privado, otro de los 'príncipes de la Iglesia' que participarán en la reunión en pleno verano romano, al que la noticia ha sorprendido, pero que le encaja dentro del “pensamiento Bergoglio: ver, escuchar, juzgar... y después actuar”.

Los cardenales llegarán a Roma para participar en el octavo consistorio del pontificado de Francisco, que tendrá lugar el próximo 27 de agosto. Desde ese día, un futuro cónclave contará con 133 cardenales electores (aunque alguno de ellos dejará de serlo en estos dos meses) y 96 no electores, para un total de 229 purpurados. El último cónclave fue el 28 de noviembre de 2020, en plena pandemia.

Un 'ejército' cardenalicio que tendrá ocasión, por primera vez en la historia de este Papado para debatir y asumir los principios de la reforma de la Curia, que entró en vigor el 5 de junio. “Es una especie de pre-cónclave” señalan expertos vaticanistas, que señalan que es la primera vez que el Papa llama a todos los purpurados a Roma.

“Lunes y martes 29 y 30 de agosto habrá una reunión de cardenales para reflexionar sobre la nueva Constitución Apostólica, Prediquen el Evangelio”, que entra en vigencia el 5 de junio, anunciaba el Papa desde el balcón de las bendiciones de San Pedro.

El consistorio pretende, según las fuentes consultadas, hacer que todos los cardenales asuman como propia la reforma curial, y la implanten en sus diócesis. Porque la nueva organización curial también obliga a las conferencias episcopales a modificar sus estructuras, y es bien sabido que en la Iglesia, si no cambia la estructura, nada cambia. “Y, al contrario, para que las curias cambien, hay que cambiar a las personas, y las actitudes. De alguna manera, Francisco quiere que toda la estructura eclesial, no sólo la vaticana, acepte hacerse el hara kiri”, apunta un eclesiástico español que desde hace décadas trabaja en Roma y que ha estado en el equipo que ha analizado las últimas correcciones del texto.

Nuevos cardenales, nuevo estilo

En la reunión de cardenales participarán los 21 nuevos purpurados (16 menores de 80 años y que podrían votar, y ser votados, en un futuro cónclave, y otros 5 eméritos). Su elección ha sido una muestra más de que Francisco no trabaja con las claves que siempre han funcionado en la Curia vaticana. Muchas sedes 'históricas', como Sevilla, Turín o Los Ángeles siguen sin cardenal, mientras que son muchas las 'periferias' que contarán con un príncipe de la Iglesia. Desde Ulan Bator (Mongolia) hasta las selvas de África.

El arzobispo-obispo emérito de Leeds, Arthur Roche, es el nuevo responsable de la Congregación de Culto Divino, donde se encontraba uno de los mayores opositores a la figura de Bergoglio, monseñor Farah. También se ha renovado la dirección de Clero, ahora a cargo del surcoreano Lazzaro You Heung sik. A estos dos puntales de la nueva Curia se suma el español –siempre ha habido al menos un cardenal español en los ocho consistorios papales– Fernando Vérgez, presidente de la Gobernación vaticana y el primer cardenal legionario de Cristo.

Los nuevos cardenales demuestran en general una clara preferencia por Asia. Así, junto a Lazzaro, habrá dos nuevos cardenales en India. Uno de ellos pertenece a la casta dalit, los 'intocables' o parias que se encuentran en el escalafón más bajo del sistema social indio que los condena a vivir en condiciones de pobreza extrema y discriminación. A ellos se suman los de Singapur, Mongolia y Timor Oriental. Dos brasileños, Leonardo Ulrich Steiner, de 71 años, y Paulo Cezar Costa, de 54 años son la cuota latinoamericana junto al arzobispo de Asunción, Adalberto Martínez Flores, el primer cardenal de Paraguay. Completan el auge de las periferias en este octavo consistorio los prelados de Nigeria y Ghana.

Entre los electores, además de los curiales, solo hay espacio para un italiano (el obispo de Como) y para Robert McElroy, obispo de San Diego, en lo que parece un toque de atención del Papa a aquellos prelados ultraconservadores: el obispo de San Diego es uno de los que se ha opuesto a negar la comunión a Joe Biden o Nancy Pelosi por su defensa del derecho al aborto.

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