Mujeres, matrimonios y laicos serán protagonistas de la reforma de la Curia. Según el borrador de documento, al que ha tenido acceso eldiario.es, Francisco pretende una absoluta revolución en los órganos de poder del Vaticano, que por primera vez en la historia dejarán de estar únicamente en manos de obispos y cardenales. Y que quedarán reducidos drásticamente, pues Bergoglio no quiere una 'corte' de medio centenar de prelados que murmuren y repitan oscuras tramas del pasado.
El próximo lunes, el Papa y el G-9 estudiarán el texto y lo incorporarán a la constitución apostólica Pastor Bonus, que es la que regula el funcionamiento de la Santa Sede. De forma inédita, un matrimonio, una mujer y un laico dirigirán –con rango de “subsecretarios”– organismos de la Curia vaticana, dentro del macrodicasterio de Laicos y Familia.
El documento está escrito originalmente en español, y en él se nota la impronta del Papa Francisco y del cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga. En lo tocante al nuevo dicasterio, se trata de cuatro folios y siete puntos, y lo estructura en cinco grandes secciones: “los Laicos, la Familia, la Mujer, las Asociaciones de Fieles y los Movimientos Eclesiales; y sus responsables son los subsecretarios del Dicasterio. Presididos por el Cardenal Prefecto y el Secretario, participan en el congreso de la Congregación”.
La reforma, resumida en cinco puntos
La primera sección se ocupará “de la vida cristiana y de la misión de los Laicos en el mundo y en la Iglesia, y está presidida por un fiel laico”, añade el documento, que recuerda someramente sus competencias: animar y apoyar a los laicos a participar en la vida, en las comunidades y en la misión de la Iglesia según su propio modo; construir una sociedad justa y solidaria, “empeñada en la promoción humana y social de sus miembros, preferentemente de los pobres y marginados”; fomentar la “participación y corresponsabilidad de los laicos en la vida de la Iglesia”; intercambiar experiencias y dirigir y acompañar reuniones internacionales.
La segunda sección tratará de la Familia. “Está presidida por una pareja de esposos y promueve la atención pastoral a los matrimonios y las familias”. Su función será favorecer la dignidad y los derechos de la familia en la Iglesia y la sociedad civil, “como unión de un varón y una mujer para toda la vida, abierta a la procreación de los hijos”.
Esta sección profundizará “la visión evangélica de la familia”, divulgará planes pastorales “más adecuados para la educación a la castidad, la preparación al matrimonio, el acompañamiento a los esposos en sus primeros años y la ayuda que requieren los divorciados y los hogares monoparentales”. También se preocupará por conocer “las condiciones humanas y sociales de la institución familiar en las diversas regiones” y apoyará “iniciativas para la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, y las referentes a la procreación responsable”.
La tercera sección “se ocupa de la misión de la mujer en la familia, la Iglesia y la sociedad. Estará presidida por una mujer”. Entre sus funciones, las de apoyar a los obispos para apreciar “en todas las culturas la igual dignidad de la mujer y su misión específica e insustituible en la familia, la Iglesia, la sociedad civil, el mundo del trabajo y el universo del dolor”.
A su vez, divulgará las “experiencias de aquella mujeres que han podido entregar exitosamente en la Iglesia su visión de la realidad” e informará de “las mejores experiencias para ayudar a las mujeres que atraviesan por un embarazo difícil, y para acoger a los hijos o, si es necesario, para entregarlos en adopción. También comparte los mejores programas que ayudan a las mujeres y a los varones que han recurrido al aborto, de manera que logren la reconciliación con la criatura rechazada, consigo mismas y con Dios, su Padre”.
La cuarta sección “se ocupa de la Juventud y de la Niñez. Está presidida por un sacerdote, secundado por un consejo de jóvenes”, y apoyará a obispos en el ámbito de la pastoral juvenil e infantil, colaborará en las jornadas mundiales de la Juventud y tratará de facilitar “una buena educación para los jovenes y los niños en su progreso en la fe”.
Finalmente, la quinta sección “trata de las asociaciones de fieles y de los movimientos eclesiales”. La persona responsable “cuenta con un consejo de personas que han sido o son responsables de movimientos eclesiales o de otras agrupaciones de fieles” y se encargará de aprobar o reconocer estatutos. Esta sección no se ocupará de las asociaciones de fieles de vida consagrada, excepto en lo referente a su actividad apostólica.