El plan anunciado por Vox para frenar los abortos en Castilla y León, que aún no ha logrado aclarar la Junta, ha sido ampliamente celebrado por las asociaciones antiaborto que libran una cruzada contra este derecho. Llevan años activas, en permanente pelea con el único objetivo de dar marcha atrás y restringir su acceso. Alimentado por sus logros en países como Hungría o EEUU, el movimiento antiaborto conforma un complejo entramado de organizaciones que comparten discurso, ideas y también nombres, entre los que figuran varios vinculados a la derecha más reaccionaria, algunos en activo y varios de ellos ya retirados.
Aunque fueron especialmente beligerantes durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, los 'lobbies' antiaborto se han rearmado ahora contra las políticas del Gobierno y en particular la nueva Ley del Aborto o la reforma legal contra el acoso ultra en las clínicas. Las organizaciones están aglutinadas en distintas iniciativas y plataformas, que aunque con distintos nombres, replican discurso y miembros. Asimismo, en el universo antiaborto, es común que los integrantes de los colectivos formen parte de más de uno al mismo tiempo.
El espacio de colaboración de más reciente creación es la Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Libertad y la Dignidad. Creada en el último año por colectivos de sobra conocidos en este ámbito, precisamente lanzó a principios de este 2023 un manifiesto asegurando que en España “la vida está gravemente amenazada”. Una de sus impulsoras es la Federación Europea One of Us, con sede en Bruselas, presidida por el exministro del Gobierno de José María Aznar, Jaime Mayor Oreja, convertido en un referente internacional en la lucha contra el aborto.
Según detalla el informe 'La punta del iceberg', con el que el Foro Parlamentario Europeo sobre Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF) monitorizó la financiación de estos grupos, One of Us nació en 2012 con el apoyo económico de tres colectivos: Fondazione Vita Nova (Italia) y las fundaciones españolas Provida de Catalunya y Valores y Sociedad. Esta última se erige también como una de las organizaciones destacadas, está presidida también por Mayor Oreja y en su patronato están expolíticos del PP como Eugenio Nasarre, la exdirigente vasca María San Gil o los exsenadores populares Ángel Pintado y Luis Peral.
La actividad de Mayor Oreja, sin embargo, no acaba aquí. Es miembro de otras tantas organizaciones y lidera, junto a San Gil y el exembajador en el Vaticano Francisco Vázquez (exalcalde de A Coruña por el PSOE), el movimiento NEOS, recientemente creado. Una de sus dianas es el aborto, pero también la eutanasia o la memoria histórica, y divide su actividad en grupos de trabajo: coordina el denominado “vida” Josep Miró, miembro fundador de Unió del Centre de Catalunya (UCC) hasta su integración en Convergència. Miró es, además, presidente de e-cristians, otro de los grupos impulsores de la Asamblea de Asociaciones por la Vida.
Otro punto de confluencia es la plataforma Sí a la Vida, que alardea de estar formada por más de 500 asociaciones. En su web, figura entre ellas la Fundación Villacisneros, que apoyó la última marcha antiaborto convocada en Madrid el pasado verano y empujó también para la puesta en marcha de la Asamblea de Asociaciones por la Vida. En su consejo directivo, al menos hasta 2021, vuelven a aparecer San Gil y Mayor Oreja, que comparten espacio con Esperanza Aguirre y los eurodiputados del PP y Vox, Isabel Benjumea y Hermann Tertsch.
Confluyen también políticos y expolíticos de ambas formaciones en Familia y Dignidad Humana, una asociación fundada en 2008 con el objetivo de proteger “la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural” y “la familia fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer”. Forman parte de ella los senadores del PP Javier Puente (presidente) o Rodrigo Mediavilla y el diputado José Ignacio Echániz, además de el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz o Rocío Monasterio, diputada de Vox en la Asamblea de Madrid, y Lourdes Méndez, diputada de la formación de extrema derecha en el Congreso, antes en el PP, partido que abandonó por su postura extrema frente al aborto.
HazteOir y los lazos internacionales
En la constelación de actores en lucha contra el aborto adquiere un papel destacado la asociación española HazteOir o su filial internacional CitizenGo, descrita por el Foro Parlamentario Europeo sobre Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF) como “una de las organizaciones más importantes en la extrema derecha del espectro político internacional”. Presidida por Ignacio Arsuaga, HazteOir, que llegó a firmar en 2014 un compromiso ante notario para “reducir el aborto a cero”, creó en 2008 la plataforma Derecho a Vivir, precisamente para intentar tumbar la Ley del Aborto que entonces ya tramitaba el Gobierno del PSOE.
Derecho a Vivir, que en los últimos meses ha convocado varias concentraciones contra la reforma del aborto, puso en marcha la llamada 'Ambulancia Vida', un vehículo que se sitúa a las puertas de las clínicas de aborto para ofrecer ecografías a las mujeres para escuchar el latido fetal y no aborten. En el proyecto llegó a participar la actual diputada en la Asamblea de Madrid de Vox, Gádor Joya, médica de profesión. Militante de Derecho a Vivir fue también Cristina Peláez, concejala de la formación de Santiago Abascal en Sevilla.
Muy activa, tanto contra la eutanasia como el aborto, lleva meses estando la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), cuyo presidente, Alfonso Bullón de Mendoza, es un habitual en las plataformas y colectivos antiaborto. Impulsora de NEOS y a su vez de la Asamblea de Asociaciones por la Vida, la ACdP se ha ido radicalizando coincidiendo con el cambio de presidencia y hace un año puso en marcha la campaña en paradas de metro, marquesinas y otros soportes publicitarios con el mensaje “rezar frente a una clínica abortista está genial”.
Muy enfocadas en cargar contra el derecho al aborto y erigirse como entidades de ayuda a la mujer embarazada están grupos que llevan años en activo, entre ellos Red Madre, que cuenta entre sus vocales con Benigno Blanco, expresidente del Foro de la Familia, uno de los asesores de los que echó mano el PP de Rajoy para articular el recurso del aborto ante el Tribunal Constitucional, aún pendiente. Hoy en día el foro cuenta entre sus vocales con el propio Blanco, junto a representantes de otros colectivos como el Centro Jurídico Tomás Moro, ACdP o la Federación Española de Asociaciones Provida.
Según consta en su página web, esta última, que aglutina a asociaciones “provida” presentes en diferentes ciudades, es fundadora de la federación One of Us y entre los miembros de su patronato destaca el psiquiatra Jesús Poveda, una de las caras visibles de los grupos que se sitúan frente a las clínicas de abortos para intentar que las mujeres no entren, los llamados “rescatadores”.
El informe La punta del iceberg intentó ponerle cifras al auge de los grupos que intentan imponer una agenda ultracatólica de los últimos años atribuyéndoles una financiación de 707,2 millones de dólares, cuatro veces más que hace diez años. Y apuntó a una conclusión: se trata de una “comunidad transnacional de extremistas religiosos afines y actores de extrema derecha” que se coordinan y organizan.
A nivel internacional, además de One of Us, destacan iniciativas colectivas como la red Political Network for Values, que incluye en su decálogo la protección de la vida humana, el matrimonio y la familia. Entre sus miembros está también Mayor Oreja, el senador popular Javier Puente y casi una veintena de políticos más de países de todo el mundo. La junta directiva está presidida por el ultraderechista chileno José Antonio Kast, pero antes fue la ministra húngara Katalin Novák, y es miembro de la misma Ignacio Arsuaga, presidente y fundador de HazteOir.
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