La investigación sobre las presuntas agresiones sexuales y físicas que denunció la testigo protegida número 3 (TP3) por parte del jugador Iker Muniain y otro por determinar en el Caso Torbe nunca se ha paralizado. Este mismo lunes la Policía tomó declaración a la otra joven que estuvo en la habitación del hotel donde presuntamente ocurrieron los hechos, según ha confirmado eldiario.es.
Es solo una parte de las diligencias que se están llevando a cabo y que también indagan en los discos duros intervenidos al supuesto cabecilla de la red, Ignacio Allende Fernández, Torbe, aseguran fuentes de la investigación.
Un informe policial que obra en el sumario de la Operación Universal y que adelantó este diario el 10 de junio, relató que, en 2012 Ignacio Allende Fernández, Torbe, llevó a TP3 y a otra mujer a la habitación de un céntrico hotel y que les indicó que “tenían que estar con los futbolistas, teniendo que acceder a todo lo que ellos quisieran y que cobrarían bastante dinero”.
Ante la negativa de TP3, Torbe la cogió fuertemente del brazo, no dejando réplica alguna“. Este relato se recogió en una primera declaración que tuvo lugar el 3 de junio de 2015 en Murcia. La mujer aseguró que fue obligada a ejercer la prostitución bajo extorsión.
Según el informe policial que resume la declaración de esta testigo protegida “tanto la chica nueva como TP3 fueron abusadas sexualmente por parte de los chicos, ya que si se negaban eran agredidas físicamente por ambos, así como tras finalizar con los deseos sexuales de ambos futbolistas, [estos] profirieron amenazas para que todo lo sucedido en esa habitación de hotel nunca saliera a la luz. Ni TP3 ni la [otra] chica que estuvo en esa habitación cobraron nada por todas las agresiones físicas, sexuales... recibidas, llevándose todas las ganancias Torbe”.
La declaración se amplió el 6 de mayo de este año en dependencias policiales de la Brigada contra la Trata de Seres Humanos en Madrid. La testigo protegida puso nombre a los futbolistas que habían participado en el episodio del hotel. Contó que los protagonistas de la presunta agresión en la habitación del establecimiento madrileño (a los que hasta entonces no había identificado) fueron Iker Muniain y un segundo jugador también de la selección sub 21, y que la cita la había pactado el portero del Mancheter United David De Gea con el propio Torbe. TP3 ratificó estas declaraciones el 6 de junio ante el juez que instruye el caso, Pedro Antonio Domínguez Morales.
Desde entonces, la Policía ha realizado diversas gestiones para aclarar los hechos, entre ellas, localizar a esa segunda chica. Los investigadores dieron con ella este verano y llegaron a acordar una toma de declaración, pero la chica desapareció. Tras encontrarla de nuevo, se le tomó declaración este lunes. Aunque no ha trascendido si confirma o desmiente lo denunciado por TP3, eldiario.es sí que ha podido saber que la declaración duró cuatro horas y que en fechas próximas se dará traslado al juzgado, detallando las dificultades que han tenido los agentes para encontrarla en las dos ocasiones. En cualquier caso, esta declaración es una pieza más de la investigación, ya que se siguen realizando diligencias encaminadas a aclarar la denuncia de TP3. Entre las pruebas clave que se analizan están los discos duros intervenidos a Torbe, así como sus teléfonos móviles.
Mientras tanto, la defensa de Ignacio Allende sigue insistiendo en reclamar su libertad, ya que considera que hasta el momento no se han podido acreditar los delitos que se le imputan desde su detención el 25 de abril: pornografía infantil, trata de seres humanos, blanqueo de capitales y delitos contra la Hacienda Pública.
El resto de imputados, detenidos ese mismo día, están en libertad con cargos. Su socio ucraniano, Boris Malynovskyi, salió bajo fianza en julio con la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. Pero estas medidas se modificaron y Malynovskyi se encuentra ya en Ucrania, donde residía antes de ser detenido. A pesar de esta decisión judicial, las distintas brigadas policiales que trabajan en el caso siguen investigando su implicación en una supuesta trama de trata de mujeres que viajaban desde Kiev a Madrid para grabar escenas de sexo extremo con la productora de Torbe, según algunos testimonios “bajo engaño”.
Aunque no existe secreto de sumario, el caso se ha blindado judicialmente, hasta el punto de que las defensas tienen dificultades para acceder a la documentación que forma parte del sumario y son advertidas continuamente con aperturas de expediente si se producen filtraciones.