Los populares españoles tropiezan de nuevo con los derechos de mujeres en el Parlamento Europeo. Esta semana, los eurodiputados de Pablo Casado han votado en contra de la condena a la prohibición 'de facto' del aborto en el Estado de Texas. Tras el debate en el pleno de Estrasburgo, los eurodiputados adoptaron el jueves una resolución, con 381 votos a favor, 253 en contra y 36 abstenciones, en la que expresaban su solidaridad y apoyo a las mujeres de Texas, los profesionales médicos, las ONG y “a quienes colaboran en las impugnaciones jurídicas contra el proyecto de ley n.º 8 del Senado, que constituye una violación flagrante de los derechos de las mujeres que viven en el Estado”.
Junto con los populares españoles, votó toda la extrema derecha y la mayoría del PP europeo.
Pero no fue la única votación en la que los populares españoles se inclinaron en contra de los derechos de las mujeres. Durante el debate del informe contra la violencia machista en las disputas por la custodia de los hijos, los eurodiputados votaron en contra de dos enmiendas relevantes, si bien al final votaron sí –salvo Benjumea y Zarzalejos, que se abstuvieron– en la votación general del informe completo, que, precisamente, incluía las enmiendas que habían rechazado previamente.
De acuerdo con el informe aprobado en Estrasburgo, las disputas por la custodia de los hijos constituyen una forma de violencia de género cuando un progenitor violento las utiliza para seguir dañando a sus víctimas. El informe fue adoptado este miércoles con 510 votos a favor, 31 en contra –fundamentalmente de la extrema derecha– y 141 abstenciones, y reclamaba medidas urgentes para proteger a las víctimas de violencia de género en las disputas por la custodia de los hijos.
¿Y cuáles eran esas enmiendas que votó en contra el PP y la extrema derecha? Las que se referían a la ayuda de las mujeres víctimas de maltrato y las que pedían a los Estados que no reconozcan el síndrome de alienación parental (SAP) en los procesos de separación.
La jefa de la delegación de Podemos en la Eurocámara y vicepresidenta de la comisión de Feminismo, María Eugenia Rodríguez Palop, impulsora de la enmienda a favor de las ayudas de las maltratadas sin denuncias, cargaba contra los votos del PP de Casado.
La primera, la enmienda 14, a la que se opuso también todo Ciudadanos salvo Soraya Rodríguez, “recomienda que los Estados Miembros proporcionen mecanismos alternativos para las víctimas que no presenten una denuncia para que puedan ejercer los derechos reconocidos a las víctimas de violencia de su pareja, como los derechos sociales y laborales, por ejemplo, a través de informes periciales. elaborado por los servicios públicos especializados que acrediten la condición de víctima de violencia de género”.
La segunda enmienda que el PP votó en contra, junto con la extrema derecha y el eurodiputado de Ciudadanos José Ramón Bauzá, fue la número 41, decía: “Pide a los Estados miembros que no reconozcan el síndrome de alienación parental en su práctica judicial y su legislación y que desalienten o incluso prohíban su uso en los procedimientos judiciales, en particular durante las investigaciones para determinar la existencia de violencia”.