El PP presenta una ley para sortear la sentencia del Supremo que prohibió cazar y pescar especies invasoras

El Partido Popular ha cumplido rápidamente: ya ha presentado en el Congreso la proposición que pretende blindar por ley la existencia de especies invasoras en los cotos de caza y pesca.

El texto modifica la ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad de 2007 que, como sentenció el Tribunal Supremo, no permitía estas excepciones. Según la nueva redacción, permitirá que estas variedades “catalogadas objeto de aprovechamiento piscícola o cinegético” continúen poblando los ecosistemas con ese fin. Su argumentación legislativa dice que se hace “para evitar que las especies introducidas en el medio natural antes de la entrada en vigor de la ley se extiendan fuera de los límites de su área de distribución”. 

Es decir, las especies invasoras que fueron soltadas para nutrir cotos antes de 2007 continuarán siendo aprovechadas por cazadores y pescadores en los lugares en los que se soltaron para satisfacer las necesidades de este sector. El texto no deja mucho espacio para la duda: “Su gestión, control o posible erradicación se podrá realizar, en esas áreas, a través de la caza y pesca incluyendo todas sus modalidades incluidas las reguladas por las Federaciones Deportivas Españolas de Caza y Pesca”.

Para perpetuar estas poblaciones como la cabra del Atlas, la trucha arcoiris o el lucio, bastará con que las comunidades autónomas las determinen como especies afectadas en la disposición, entren en algún instrumento de gestión y hagan una “delimitación cartográfica del área ocupada por las especies antes de 2007”.

La proposición dice que cuando se detecte algún ejemplar fuera de esas localizaciones no se podrá cazar comercialmente. Lo cierto es que si algo caracteriza a las especies exóticas invasoras es su capacidad para extenderse, adaptarse y medrar en nuevos hábitats. Muchas veces aprovechando actuaciones humanas como los trasvases de agua que llevaron diversas variedades hasta el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel o al de Monfragüe.

El Partido Popular ha ido incluso más lejos. Aceptando que la práctica de la pesca deportiva ejerce un efecto negativo en las poblaciones de truchas autóctonas, propone como solución la suelta de la invasora arcoiris. “Con el fin de restar presión de pesca a la especie de trucha común las comunidades autónomas podrán permitir las sueltas de truchas arcoriris”, dice el artículo, en las aguas en las que ya se venía haciendo: cotos de pesca.

Este embrión de ley es la respuesta que el Partido Popular (con el apoyo del PSOE) ha diseñado para sortear la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el real decreto sobre especies exóticas redactado por el Gobierno de Mariano Rajoy. No se ajustaba a este ley. Ahora se inicia el proceso de modificación para solventar ese escollo.

Las asociaciones ambientalistas Ecologistas en Acción, Seo-Birdlife y WWF consideran que esta iniciativa “supone una cesión evidente ante las presiones de ciertos colectivos de cazadores y pescadores” y que si se aprueba “se posibilitaría la permanencia en el medio de especies exóticas invasoras, afectando al patrimonio natural de todos los españoles”.