El Gobierno de Rajoy dejó el 70% del presupuesto para ciencia sin gastar en 2017
El presupuesto destinado a investigación y desarrollo (I+D) continúa siendo un espejismo que no ofrece una imagen real de lo que el gobierno invierte en ciencia. Así lo ha determinado la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) en el informe sobre los presupuestos que ha sido publicado hoy. El documento asegura que la no ejecución del 70,32% de los fondos destinados a ciencia es una muestra de que “los presupuestos ofrecen una imagen distorsionada y más positiva que la real del sistema de I+D+i”. El informe también ha analizado el presupuesto de 2018, aprobado por el gobierno del Partido Popular, y ha concluido que, a pesar del aumento de más de un 8% respecto al año anterior, “esta subida difícilmente puede considerarse como un cambio de tendencia”.
La historia se vuelve a repetir y, de nuevo, la mayor parte del presupuesto de ciencia ha quedado sin ejecutar. Sin embargo, el porcentaje no ejecutado incluso se ha incrementado respecto al año anterior. Si en 2016 tan solo se gastaron 4 de cada 10 euros, en 2017 ni si quiera se ha alcanzado el 30% de ejecución presupuestaria, es decir, apenas se han gastado 3 de cada 10 euros, una tendencia que la COSCE califica de “alarmante”.
La principal partida no ejecutada siguen siendo los fondos financieros, esencialmente préstamos y créditos que apenas son utilizados en la investigación pública, pero que siguen manteniéndose como una parte sustancial del presupuesto de I+D, que este año ha sido de un 59,72%.
La ampliación de estos fondos es la forma que los sucesivos gobiernos han tenido de maquillar el presupuesto de ciencia, dado que no están incluidos en el tope que impone el techo de gasto de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, ni contabilizan para la determinación del déficit público que debe autorizar la Unión Europea, un truco que ha vuelto a utilizar el gobierno de Sánchez, ya que el 45% de la subida pactada con Podemos corresponde a este tipo de fondos.
Presupuesto inferior al de 2006
Debido a esto, el informe presenta por primera vez un análisis diferenciado de los fondos no financieros, que son aquellos de los que dependen los proyectos de investigación desarrollados en las instituciones públicas y que solo suponen un 40,28% del total de los presupuestos. Según el estudio, estos fondos se encuentran actualmente a un nivel inferior a los de 2006.
En este sentido, también se destaca la progresiva pérdida de relevancia de la I+D+i en los Presupuestos Generales del Estado y se señala el descenso de más de 2.400 millones de euros en los presupuestos de 2018 respecto de los de 2008, lo que hace que las partidas destinadas a I+D+i hayan sido las terceras que más se han reducido durante ese periodo.
Estos datos contrastan con el resto de la UE, que ha aumentado la inversión en I+D durante la última década. Dentro de la unión, tan solo han visto reducida su inversión en I+D Lituania, Letonia, Luxemburgo, Suecia y Finlandia, pero estos últimos son dos de los que más invierten en toda Europa, con porcentajes superiores al 3% del PIB, mientras que España ni siquiera alcanza el 2%.
Con todos estos datos, el informe elaborado por la sociedades científicas españolas concluye que el ritmo de recuperación en la inversión “está muy lejos de alcanzar unos niveles que permitirían compensar las caídas sufridas durante los peores años de la crisis”.