El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Ponferrada ha decretado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para la mujer que acusó a su expareja de haberla secuestrado y maltratado echándole pegamento en la vagina después de que haya reconocido los hechos.
Está acusada de los delitos de denuncia falsa, simulación de delito y abandono de familia, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León . Por su parte, el supuesto cómplice de la mujer, ha quedado en libertad con obligación de comparecer en el Juzgado el día 1 de cada mes y será investigado por simulación de delito.
La mujer denunció que la pasada semana había sido secuestrada por su expareja y que le había echado pegamento y líquido abrasivo en la vagina. Inicialmente, el titular del juzgado de instrucción número 5 de Ponferrada, Ignacio Candal, envió a prisión a su expareja, detenido en varias ocasiones por quebrantar la orden de alejamiento, si bien el miércoles lo dejó en libertad antes los indicios de que se trataba de una simulación de delito porque tiene pruebas de que los elementos utilizados fueron comprados por ella.
Cuando la mujer acusó a su expareja, de 35 años, éste acababa de salir de prisión, donde permanecía tras ser denunciado por violencia de género, tras no haberse fijado una fecha para el juicio. La Fiscalía y la acusación se oponían a la decisión y habían solicitado su reintegro en la cárcel.
El hombre había sido detenido y encarcelado anteriormente en múltiples ocasiones por quebrantar la orden de alejamiento. Desde su último ataque llevaba instalado un sistema de control GPS –la pulsera telemática–. Tras la puesta en libertad, sigue vigente la orden de alejamiento. Él continúa imputado acusado de malos tratos hacia ella.
Un reciente informe del Consejo General del Poder Judicial, elaborado tras el análisis de 500 sentencias, confirma que solo en dos de ellas se abrió un proceso de falso testimonio contra dos mujeres que dijeron que no habían sido maltratadas, aunque en uno de los casos los agentes habían presenciado las agresiones. La incidencia de estas situaciones es, según el CGPJ y también la Fiscalía, “mínima”. La memoria que presentó el pasado mes de septiembre revela que ha habido 129.292 denuncias por violencia machista en 2015, de las cuales solo el 0,0015% han resultado ser falsas.