La noche del martes es la segunda que 40 docentes de la Universidad Complutense de Madrid pasan encerrados en el Rectorado. Protestan contra las precarias condiciones laborales del profesorado no permanente, que conforma el 40% de la plantilla de la universidad madrileña. Algunos son asociados, otros interinos y, los más afortunados, ayudantes doctores. Ninguno de ellos ingresa en su cuenta más de 1.500 euros mensuales y la situación amenaza con empeorar.
Uno de los portavoces de la protesta, Germán Garrido, ha relatado a Europa Press que el motivo del encierro “es doble”, por un lado quejarse de la existencia de “figuras contractuales precarias”, como la de profesor interino a tiempo parcial. Por otro, denunciar la interrupción del Plan de Estabilización de docentes e investigadores, lo que supondrá que un gran número de docentes, muchos de ellos ayudantes doctores, se vaya a la calle a partir de enero o vea cómo se perpetúa su situación laboral sin posibilidad de mejora.
Este curso, la universidad para la que trabajan se ha negado a seguir con el Plan de Estabilización de docentes e investigadores de la UCM que permitía hacer contratos fijos a los ayudantes doctores después de cinco años de experiencia en la institución educativa. “Hasta ahora una vez que se nos acababa el contrato, pasábamos a ser profesorado permanente. No necesariamente funcionarios, pero sí con cierta estabilidad como laborales”, explica Ignacio Urquizu, docente afectado por la congelación del citado plan.
De los 337 profesores que engrosan esta lista hoy, 114 cumplen en este curso su quinto año en la universidad, lo que coloca su futuro en una situación de incertidumbre. “Si no puede continuarse con el Plan de Estabilización nos quedan dos salidas: irnos a la cola del paro o, en el caso de que nos quedemos, someternos a una reducción salarial de 600 euros y pasar a tener un sueldo equivalente al de los interinos (900 euros)”, denuncia Urquizu.
Garantizar la estabilidad laboral de estos docentes no costaría, según cálculos de la Plataforma de Profesores No Permantes, poco más de un millón de euros. Es decir, unos 8.000 euros por profesor. “Es una cantidad que el centro dice no poder permitirse por los recortes presupuestarios, aunque vemos que siguen manteniendo al menos a 13 altos cargos de gerencia con salarios superiores a los 94.000 euros anuales”.
90 millones menos en dos cursos
Desde 2012, la Comunidad de Madrid ha recortado 90 millones de euros para la gestión de la universidad con más alumnos de la capital. Es el argumento que utiliza el Rectorado para justificar la paralización del Plan de Estabilización. “Estamos haciendo todo lo posible por mantener los puestos de trabajo”, defiende una portavoz. Desde 2012, la plantilla está congelada y, señalan, “no pueden hacerse nuevos contratos”.
Los profesores encerrados ven amanecer desde el interior del Rectorado, pero no han dejado de dar clase. “Pedimos que se rectifique. Muchos de nosotros, con edades de entre 35 y 38 años, tenemos familias. Con un salario de 900 euros no tenemos nada que hacer”, se indigna Urquizu.
Las decisiones más inmediatas en torno a este tema se tomarán el miércoles en el Consejo de Gobierno de la Universidad, que va a estudiar, entre otros temas, la congelación del Plan de Estabilización. El Rectorado, por su parte, abre una vía a la mejora de la situación “si la Comunidad da marcha atrás con los recortes previstos”.