El PSOE se queda solo en el Congreso con su ley contra el proxenetismo
El PSOE no tiene los apoyos en el Congreso para tramitar su proposición de ley para prohibir el proxenetismo en todas sus formas. Ningún grupo parlamentario ha mostrado su adhesión al texto durante el debate de este martes por la tarde en el pleno, más bien lo contrario: las críticas han sido unánimes. La mayoría de grupos han mostrado su rechazo a utilizar el Código Penal para abordar la prostitución sin incluir planes de acompañamiento, soluciones habitacionales, o la derogación de la ley de extranjería. El socio de Gobierno del PSOE, Sumar, ha votado en contra porque, asegura, la propuesta puede empeorar las condiciones de las mujeres que la ejercen. También los grupos que permitieron la investidura. El PP, que aprobó la proposición en la anterior legislatura, ha dado su 'no' al texto, y Vox se ha abstenido. La propuesta, por tanto, no se tramitará en el Congreso.
La diputada socialista Andrea Fernández defendía la proposición, que incluye como novedad las multas a los clientes y la recuperación de la tercería locativa, es decir, la persecución de los dueños de locales o pisos donde se “favorezca o facilite” el ejercicio de la prostitución. “Estemos a la altura de la palabra dada y de las víctimas”, decía Fernández, que subrayaba que la prostitución es, sobre todo, “un negocio”: “¿Ustedes creen que hay miles de mujeres en España que quieren ejercer la prostitución?”.
La propuesta del Partido Socialista es prácticamente idéntica a la que ya presentó en la anterior legislatura, primero como enmiendas a la ley del 'solo sí es sí' y, más tarde, como una proposición independiente. Solo el PP apoyó con claridad entonces su tramitación, y también parte de Unidas Podemos, puesto que los siete diputados de En Comú Podem se pronunciaron en contra. Es por eso que varios grupos han reprochado a los socialistas volver a llevar a la Cámara un texto similar, sin haber escuchado a los grupos o a las asociaciones de prostitutas.
“Fue este grupo el que se plantó con la tercería locativa en la ley del 'sí es sí' y es una de las mejoras cosas que hicimos en la anterior legislatura y lo mantenemos”, ha dicho la portavoz de ERC, Pilar Valluguera, que ha criticado al grupo socialista por presentar la proposición en este momento, “cuando saben perfectamente que esto rompe la mayoría de la investidura, a las puertas de las elecciones europeas, y con el avance de la derecha y extrema derecha necesitábamos estar unidas”. La diputada les ha reprochado que estas medidas podrían tener un gran impacto negativo en la vida de las mujeres y ha señalado como imprescindible la aprobación de una ley de trata y la derogación de la ley de extranjería.
Sumar anunciaba por la mañana su voto en contra y así lo defendía en la tribuna la diputada Gala Pin, que reconocía las diferentes posiciones dentro de su grupo que, sin embargo, habían llegado al consenso en este caso. “Muchas de las mujeres que la ejercen se encuentran en situaciones de transfobia, racismo, pobreza... y su propuesta no aborda ninguna de esta cuestiones estructurales, solo las criminaliza. No proponen ninguna solución, ninguna propuesta económica, de acompañamiento, laboral. Si quieren efectivamente ampliar y garantizar lo derechos de las mujeres que ejerce la prostitución tienen que derogar la ley de extranjería y la ley mordaza”, decía Pin, que también sugería que los ayuntamientos socialistas modificaran las ordenanzas municipales “que penalicen de manera directa o indirecta” a las prostitutas.
La socialista Andrea Fernández respondía en su discurso al argumento de que su propuesta podía dejar a las mujeres que ejercen la prostitución en situaciones más vulnerables: “¿Pero dónde creen que están ahora esas mujeres?”.
Bildu y PNV también rechazaban la propuesta. “Es un castigo al proxenetismo pero también un abandono de las personas en ámbitos de prostitución”, aseguraba el diputado del PNV Joseba Agirretxea, que criticaba que el grupo socialista no hubiera llevado al debate un proyecto de ley completo “y no solo la modificación de tres artículos del Código Penal”. La portavoz de Bildu, Isabel Pozueta, insistía en que de aprobarse esta norma, “al día siguiente las mujeres volverían a trabajar pero en una situación más vulnerable”, y pedía un debate integral en el Congreso en el que se escuche “las reivindicaciones y propuestas de las trabajadoras sexuales”. La diputada de Unidas Podemos Martina Velarde criticaba una propuesta que, aseguraba, generaba “más titulares que cambios concretos en las vidas de las mujeres en contextos de prostitución” y hablaba de líneas rojas, “que ponían en riesgo” a las mujeres, sus familias y sus redes de apoyo.
El PP aprovechó el debate para cargar contra el PSOE y acusarle de electoralismo. “No existe voluntad política, sacan su bandera abolicionista como cortina de humo cada vez que tienen un problema”, lanzaba la diputada popular Ana Isabel Alós. Para el PP, que sí apoyó el texto en la anterior legislatura, la propuesta es insuficiente porque “no da una solución real a las mujeres que por necesidad acuden a la prostitución, más bien las abandona a su suerte”. La diputada popular le pedía al grupo socialista que retiraran su propuesta para a partir de ahí negociar una nueva.
Por su parte, Vox utilizaba su crítica a la proposición para repetir su discurso xenófobo. “La prostitución está mal, es un mal moral, no basta con prohibir y castigar”, decía la diputada María de la Cabeza Ruiz. Vox, que sí apoya perseguir el proxenetismo, proponía añadir otras medidas, como “actuar de forma contundente” contra la inmigración ilegal, a la que acusa de traficar con mujeres y menores.
27