Hace un mes, el pederasta José Manuel Ramos Gordon era condenado a diez años de destierro a un monasterio fuera de la diócesis de Astorga por el Vaticano. El encargado de anunciar la pena era el obispo de la diócesis, y actual presidente de la 'Comisión Antipederastia' de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Menéndez, quien señalaba que la sanción era “de las más duras que se podían aplicar”, aunque no llegaba a la expulsión. Sin embargo, a 20 de octubre, Ramos Gordon continúa viviendo en la residencia sacerdotal de Astorga. No se ha ido a ningún sitio y ha recurrido la condena.
Una situación desvelada por Diario de León, que ha conseguido hablar telefónicamente con el pederasta, condenado por los abusos en el seminario de La Bañeza y en el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria. Tras una investigación canónica en la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gordon fue condenado a una pena de diez años de “privación del ejercicio público del ministerio sacerdotal, residiendo en un monasterio o convento fuera de la dióceis de Astorga”.
Pero Ramos Gordon no se ha movido de Astorga, y ha recurrido la sentencia ante el Vaticano. Entretanto, continúa viviendo en la residencia sacerdotal, pagada por el Obispado, ante el silencio de la diócesis y del propio obispo, que esta semana ha tratado de defenderse de las acusaciones de encubrimiento, llegando a acusar a Francisco Javier, la víctima de La Bañeza, de haberle chantajeado.
El abusador ha recurrido la condena
En la residencia de Astorga, José Manuel Ramos Gordon vive como si nada hubiera pasado. De hecho, a nadie le extraña que pregunten por él, y le pasan el teléfono sin problemas. Durante la conversación, relata el diario, el pederasta condenado confirma que ha recurrido la sentencia ante Doctrina de la Fe. “Recurrimos la sentencia y claro, hasta que, como usted sabe, cuando se recurre la sentencia hay que esperar al resultado definitivo”, afirma, lamentando la “presión mediática” que ha sufrido y negándose a admitir los abusos. “Después de tres años, seguir dándole vueltas a esto... conmigo que no cuenten para esto”.
Nada más conocer la noticia, la víctima de La Bañeza, visiblemente sorprendida, se declaraba profundamente enfadado. “Es terrorífico. Él no ha reconocido los hechos. Aquí no hay más que dolor, por todas partes, por lo mal que lo ha gestionado la Iglesia”.
“¿Y después dice el obispo que no encubrió? ¡Si después de la condena sigue viviendo en una casa de la diócesis!”, denuncia Francisco Javier. “Es lamentable, me dan asco y pena. Espero que de una vez por todas se sienten a pensar, y no en una comisión a escribir palabras. Porque ahora siguen haciéndolo mal, atacando a las víctimas. Es devastador”.
La Casa Sacerdotal de Astorga es un edificio de 8 plantas en el que residen sacerdotes de la diócesis, familiares de éstos y seglares. Construida en los años 60, dispone de comedor, sala de conferencias, varias salas de televisión, un teatro y una capilla, donde se celebra misa todos los días. Según la sentencia del Vaticano, Ramos Gordon tiene prohibido celebrar misa salvo permiso expreso de Juan Antonio Menéndez.