El colectivo LGTBI de la Comunidad de Madrid Arcópoli no ha querido quedarse callado ante la difusión de los miles de folletos que el grupo ultracatólico HazteOir ha difundido en centros públicos y privados. La organización ha querido publicar su propio folleto, que ha enviado a la comunidad educativa y a las instituciones madrileñas con el objetivo de mostrar las razones que han llevado a varias autonomías a aprobar leyes de igualdad LGTBI que obligan a educar en diversidad afectivo sexual.
Son estas normas el blanco de los ultracatólicos, que en la portada del documento responde a la pregunta “¿Sabes lo que quieren enseñarle a tu hijo en el colegio?” con un “las leyes de adoctrinamiento sexual”. La primera página muestra a un niño y a una niña haciendo el saludo fascista ante una bandera arcoiris dibujada en la pared. El folleto fue enviado a más de 16.000 centros educativos.
“Han surgido movimientos que quieren cercenar la libertad y volver a los modelos exclusivistas donde se trata de uniformar a toda la sociedad en un modelo familiar y social que no es real y que provoca graves conflictos personales internos a quien no encaja en esos modelos”, apunta Arcópoli en su documento, que ha titulado “¡Que no te mientan! ¿Sabes lo que no quieren que aprendan tus hij@s en el colegio?”.
El colectivo explica que las leyes promulgadas, que para HazteOir cercenan la libertad de enseñanza y de educación y suponen “adoctrinamiento ideológico”, pretenden “evitar la discriminación que todavía se produce en la sociedad, promover la igualdad y establecer medidas que eviten la estigmatización y marginación del colectivo”.
Paliar la ausencia de educación en igualdad
Por ello, “los centros educativos deberán ser muy escrupulosos con el cumplimiento del principio de igualdad, deberán transmitir a sus alumnas y alumnos que todas las personas son iguales, independientemente de su orientación sexual e identidad de género, y merecen un trato respetuoso y no discriminatorio”, prosigue el texto.
Arcópoli recopila datos como que el 74% del alumnado no heterosexual declaró haber sido objeto de insultos por su orientación sexual y al 36% les habían dado golpes o tirado cosas por ello, según un estudio de la FELGTB. El 42% de las víctimas afirman no haber sido ayudados por nadie en el aula y una gran parte de ellas se ha planteado el suicidio.
“Por esta razón, las leyes autonómicas mencionadas establecen que los centros educativos deberán transmitir valores de igualdad, adoptando medidas que promuevan el respeto a los niños o niñas LGTBI”. Entre otras cosas, Arcópoli explica por qué es necesario que existan libros en las aulas que presenten un modelo familiar y vital diverso.
“No se trata de imponer una realidad. Simplemente queremos que la realidad de las lecturas que estén al alcance del alumnado sea muy diversa, reflejando fielmente la sociedad, algo que anteriormente no ocurría”, sostiene el folleto, al que acompaña con un glosario de términos dirigido a padres y madres, una copia para instar al centro educativo a comprometerse con la diversidad y una dirección de correo de la organización para posibles consultas.
En su folleto homófobo HazteOir sugiere que las leyes contra la LGTBfobia suponen un ataque a los heterosexuales y que son un conjunto de “derechos a la carta para determinados colectivos rompiendo así el principio de igualdad jurídica de las personas”. Sin embargo, Arcópoli recalca que el colectivo LGTBI “necesita de normas específicas” para garantizar “la igualdad real”.
“En ningún caso la ley concede beneficios a las personas LGTBI sobre el resto de la sociedad, pues una ley que busca la igualdad no puede en ningún caso generar injusticias”, añade el folleto, que insiste en que la discriminación positiva “es el instrumento clave de un Gobierno para reducir las desigualdades entre grupos sociales”.
El texto apunta a que la ausencia de la educación en diversidad e igualdad es una pieza clave de la homofobia que todavía subsiste. Una realidad que cristaliza en hechos como “los delitos de odio y la persecución por homofobia en lugares públicos y centros escolares”.