La auxiliar de enfermería Teresa Romero y la médica de familia que la atendió en un centro de salud de Alcorcón han llegado hoy a un acuerdo de conciliación después de que la primera haya reconocido que no informó a la doctora de que había estado en contacto con pacientes con ébola.
Romero ha aceptado íntegramente la declaración de la doctora y ha afirmado que en ningún momento rebasó el umbral de fiebre fijado en 38,7 grados, según ha indicado la abogada de la médico de familia y más tarde Romero, a las puertas de los juzgados de Alcorcón.
La médica de Atención Primaria que atendió a la auxiliar de enfermería que superó el ébola, Teresa Romero, en el centro de salud de Alcorcón el pasado 2 de octubre interpuso contra ella “una demanda de conciliación previa a la querella por injurias y calumnias”.
Según la sanitaria del centro de salud, Romero no le había informado “en modo alguno” durante la consulta “de haber tenido contacto con personas diagnosticadas de ébola”, como había afirmado la axiliar de enfermería. La consulta tuvo lugar en el centro de salud Pedro Laín Entralgo de Alcorcón “cuatro días” antes de su ingreso en el hospital Carlos III.
A la salida del acto, Romero ha leído el escrito en el que se ha fijado el acuerdo entre las partes —que anteriormente había leído la abogada de la médica—. Romero ha dado lectura al texto porque, según la abogada de la otra parte, el acuerdo establece expresamente que debía retractarse de forma pública.
Tras la lectura del texto, el marido de Romero, Javier Limón, ha apostillado que Teresa ha decidido retractarse porque no quiere faltar a la honorabilidad y profesionalidad de su médica de cabecera de toda la vida, ni crearle un perjuicio profesional. Limón ha añadido que, aunque Romero rectifica sus declaraciones previas sobre lo acontecido en la consulta en el centro de salud, ella creía realmente haber informado a la médica durante la consulta, aunque entonces sus condiciones de salud no eran buenas.
Finalmente, la abogada de la facultativa ha recalcado que el interés de su cliente era que Romero enmendara sus declaraciones. También ha advertido de que, si la auxiliar de enfermería vuelve a negar los hechos en adelante, volverá a poner en marcha el proceso judicial.