La ley de Derechos de los Animales sigue adelante, después de que en el último Consejo de Ministros se aprobase el texto que va a llegar al Congreso. “Hay tres ejes fundamentales: sacrificio cero, abandono cero y maltrato cero”, explica Sergio G. Torres, director general de Derechos de los Animales, que lleva dos años trabajando y puliendo el texto. Su objetivo es que sea ratificada a final de año y para ello ya han empezado a negociar con los grupos parlamentarios.
La norma, que se impulsa desde el Ministerio de Derechos Sociales, trata de poner fin al abandono anual de 300.000 animales al año con la prohibición de la cría no controlada y la propuesta de que todos los dueños de estas criaturas realicen un curso de formación antes de adquirir un animal para constatar que sus expectativas cuadran con el día a día de estas criaturas. El texto aprobado por el Gobierno también contempla el endurecimiento de las penas de maltrato. Torres asegura que esta ley “no afecta a quien trata y cuida bien a los animales”.
¿Qué supone esta ley para los derechos de los animales?
Esta ley supone un gran primer paso para sentar unas bases en cuanto a normativas de protección animal a nivel estatal. Hay tres ejes fundamentales: sacrificio cero, abandono cero y maltrato cero. Implementa una serie de herramientas para conseguir llegar a esos fines.
Plantear únicamente una ley de sacrificio cero no es viable si no elaboras toda una normativa de control de cría, si no se prioriza la adopción sobre la compra y se controla la identificación de animales, que es una cuenta pendiente que tienen las normas autonómicas y la propia administración porque en torno al 60% o 70% de los animales de compañía no están identificados. Esta ley no afecta a quien trata y cuida bien a los animales.
¿Por qué se han centrado en el control de la cría?
Se generan cientos de miles de animales cada año. Es necesario establecer un control de la cría porque una gran parte de los que se abandonan provienen de crías no deseadas. Muchas de estas crías son abandonadas y, en el mejor de los casos, acaban en centros de protección animal, donde terminan acumulándose y necesitan salir en adopción. Estamos hablando de que se pueden abandonar en torno a 300.000 animales al año y muchos de ellos provienen de la cría no controlada. Inspirándonos en las normas de producción animal, entendemos que se puede establecer un sistema de trazabilidad de control desde el momento en que nace el animal hasta que fallece.
Apunta que un alto porcentaje de animales no están registrados. ¿Qué consecuencias tiene esta situación?
Alrededor del 80% de los animales que se abandonan no están identificados. Consideramos que genera mayor facilidad deshacerse de un animal sin registrar porque no puedes ver de dónde viene y quién era su propietario. Por eso, esta ley plantea herramientas para poder controlar esta situación. Ahora un policía por la calle podrá preguntarle a alguien por la identificación de sus animales. Hasta ahora era mucho más difícil hacerlo únicamente con el microchip.
¿Se va a implementar un sistema diferente al microchip?
No, el microchip seguirá estando siempre. Lo que se va a plantear una vez que se unifiquen los registros de animales de compañía es un documento que les llegará a todos los propietarios de animales de manera gratuita por correo electrónico para que puedan llevarlo siempre encima. Eso podrá ser objeto de petición por parte de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El veterinario también accederá a esa trazabilidad y así será mucho más fácil saber si un animal está identificado o no.
Los cursos para todos los dueños de animales de compañía serán gratuitos y mayoritariamente online
El anteproyecto regula cursos de formación para los dueños de animales de compañía. ¿En qué van a consistir? ¿Serán obligatorios también para aquellas personas que ya tengan un perro cuando esta ley entre en vigor?
Sí, estos cursos tienen que ser de necesaria realización por parte de todo el mundo que tiene animales de compañía. Serán gratuitos y mayoritariamente online, aunque si existe alguien con algún tipo de brecha digital podrá hacerlo seguramente en el veterinario o en el Ayuntamiento. Nos inspiramos también en cuestiones que ya se desarrollan en otros países como Países Bajos y Alemania.
Consiste en la adquisición de una serie de conocimientos para saber qué significa tener un animal en tu familia y cuánto tiempo va a estar contigo. ¿Qué tiempo requiere de cuidados? ¿Qué gastos implica tener un animal? Para evitar ese alto porcentaje de abandonos que también tiene que ver con el mal encaje que muchas veces los animales tienen dentro de los entornos familiares porque algunas personas quizá previamente desconocían el grado de compromiso que supone tener un animal.
Si el texto sale adelante tal y como está actualmente redactado, se derogaría la ley que regula la tenencia de animales potencialmente peligrosos, entre los que se encuentran las razas de perro pitbull o rottweiler. ¿Por qué se toma esta decisión? ¿Se contempla una nueva regulación para animales agresivos?
Cuando el reglamento se desarrolle se establecerá un mecanismo de validación individual de los animales. Es decir, después de la experiencia de los 21 años en vigor de esta ley, se ha determinado que un animal no tiene por qué ser agresivo por su raza. Entonces, lo que vamos a hacer es establecer sistemas de validación individual para que, independientemente de la raza de la que sea el perro, se pueda validar que no supone un problema de seguridad ciudadana. Esa es la clave de esta norma.
También se planea cambiar su denominación...
Cambiará el término de 'potencialmente peligroso' a manejo especial. Incluso los animales que sean de manejo especial podrán hacer un trabajo de mejora desde el punto de vista del comportamiento para revertir esa situación y pasarán a ser animales de manejo libre. Eso significa que podrán ir sueltos en las áreas recreativas caninas, que no tendrán que ir con una licencia similar a la licencia de armas como existe ahora para los PPP [perros potencialmente peligrosos] y tampoco necesitarán un seguro especial para ello porque el seguro de responsabilidad civil será aplicado a todos los animales de compañía.
¿Se va a examinar a todos los perros o únicamente a las razas que ahora mismo están dentro de los PPP?
Se realizará a todos los animales superiores a un peso. No estará asociado directamente a una serie de razas porque entendemos que puede haber individuos concretos de otras razas [ajenas a los PPP] que puedan suponer un problema de seguridad ciudadana. Lo que hacemos con esta norma no es derogar la que hay, sino ampliarla a una validación individual que consideramos que es más justa para estos propios animales y para sus propietarios y que garantiza la seguridad ciudadana.
Hemos conocido casos hace relativamente poco, algunos graves, de incidentes con perros que no pertenecían a esas razas. No quiero criminalizar a ninguna, pero podemos hablar del pastor belga malinois o del pastor alemán, animales que no están incluidos dentro de las razas PPP, pero que pueden suponer individualmente algún problema de seguridad ciudadana.
Después de la experiencia de la ley de animales potencialmente peligrosos, se ha determinado que un animal no tiene por qué ser agresivo por su raza. Vamos a establecer sistemas de validación individual
¿Qué novedades introduce el texto que han elaborado en la gestión de las colonias de gatos?
Planteamos la necesidad de la protección de las colonias de gatos, pero lo hacemos en un sistema que establece su reducción. Lo que queremos es que los gatos no estén en la calle, como hace 30 o 40 años empezaron a desaparecer los perros de la calle. Para ello implementamos el mecanismo de método CER, que consiste en la captura, esterilización y retorno. Se ha demostrado que es el mecanismo de reducción de población de estos animales, manteniendo además unos estándares de bienestar animal. La idea es ir reduciendo con el tiempo de manera importante estas poblaciones y además entendemos que para ello los ayuntamientos son los que se tienen que implicar, que ya lo están haciendo.
Otra de las novedades se centra en la compra de animales de compañía.
La novedad significativa es que en ninguna tienda de animales se va a ver a perros, gatos y hurones. La compra de todos los animales se realizará directamente a los criadores autorizados. La venta entre particulares estará prohibida, al igual que pasa en muchas comunidades autónomas. Este asunto no cambiará excesivamente, lo único que se modifica es que en vez de comprar un perro sin saber de dónde viene, sin saber cuáles han sido las condiciones de sus progenitores, ahora sí que podremos conocer si los progenitores han estado en una situación de bienestar garantizado y podremos realizar una trazabilidad de esos animales para cuestiones que no solo tienen que ver con el bienestar del animal, también con asuntos de sanidad y salud pública.
¿Le hubiese gustado que esta ley regulase también la tauromaquia?
Sí, sin lugar a dudas. Nos hubiera gustado que hubiera regulado los espectáculos taurinos. Nosotros hemos planteado una ley que creemos que puede ser de amplio consenso y pensamos que quizá este tema se debe trabajar en un espacio diferenciado. Ahora mismo están protegidos como Bien de Interés Cultural y quizá entendíamos que era urgente poner en marcha esta norma. El día en el que esta ley entre en vigor y se publique en el Boletín Oficial del Estado se dejarán de sacrificar alrededor de 100.000 animales al año. No podíamos posponer esta cuestión por tener un debate más amplio. Para mí era vital e importante que esos 100.000 animales al año no se pudieran seguir sacrificando.
¿No se introduce la tauromaquia porque alude a competencias de otros ministerios o por otras cuestiones como presiones políticas o presiones de otros ámbitos?
Está dentro de una competencia que no compete a este Ministerio, pero sí que es cierto que no había o no hay un consenso en el Gobierno para poder avanzar en la cuestión de la tauromaquia. Habrá que seguir debatiendo sobre esa cuestión, pero entendemos que esta ley era necesaria ya que una amplia mayoría de la sociedad y el propio Gobierno al 100% así lo establece. Hemos entendido que quizá era mejor avanzar por aquí. Yo en lo personal soy un declarado antitaurino, con lo cual seguiremos trabajando en esa línea.
Nos hubiera gustado que la Ley de Derechos de los Animales hubiera regulado los espectáculos taurinos
La Federación de Caza ha cargado duramente contra la ley. Esta organización asegura que el PSOE se comprometió con ellos para evitar que los animales auxiliares de caza sean inscritos como animales de compañía. ¿Cómo afecta esta ley a los cazadores? ¿Han recibido presiones del sector cinegético para evitar que esta ley les afectase?
Es evidente que ha habido un debate intenso a lo largo de todos estos meses, y ha sido un proceso complejo, con muchas alegaciones, por eso hemos mantenido decenas de reuniones. La postura de cada colectivo es legítima, pero han de entender que desde la Dirección General, y desde el Ministerio, tenemos que velar por el bienestar de los animales. Ese es nuestro objetivo y para eso nació este departamento de Derechos de los Animales.
Prohíben el tiro al pichón, los circos con especies salvajes y las peleas de gallos. ¿Está satisfecho o le hubiese gustado prohibir algún espectáculo más con animales?
Partimos de la eliminación de este tipo de espectáculos, en los que hay consenso, y quizá más adelante haya que avanzar en otros eventos con otro tipo de animales. Hablábamos antes de la tauromaquia, pero podemos mencionar también los espectáculos con animales más asociados a la producción, como la utilización de caballos y bueyes. Hay que avanzar hacia una regulación en la que se garantice el bienestar de estos animales en la realización de esa actividad. Hace muy poquito en el Ayuntamiento de Palma se acaba de aprobar una moción para eliminar las calesas de caballos porque se evidencia que durante el verano son problemáticos los desplomes y las muertes de los caballos. Los ayuntamientos y las comunidades autónomas están avanzando en esta línea y desde el Gobierno España se les acompañará.
Uno de los ejes de la ley que plantea es el abandono de animales de compañía. ¿Cómo se puede frenar y qué castigos contempla la ley?
La ley contempla castigos importantes e incluso recoge que el abandono de los animales es un delito penal. La reforma del Código Penal, que va a la par de la Ley de Protección Animal, establece sistemas para intentar evitar la reincidencia en cuestiones que tienen que ver con el abandono. Las multas son significativas por este asunto e incluso la inhabilitación para la tenencia de nuevos animales. Tenemos que trabajar mucho en la concienciación y en la adquisición de responsabilidad previa al hecho de comprar o adoptar un animal. Si sabemos lo que supone tener un animal, va a ser mucho más difícil que luego lo abandonemos.
El texto crea varios organismos y estadísticas para controlar la evolución de los casos de maltrato animal. ¿Con qué información cuentan ustedes actualmente sobre este asunto?
No hay datos oficiales a nivel estatal, por ejemplo, de abandonos o de adopciones. Lo que hemos hecho es trabajar a partir de datos que se han recogido desde diferentes fundaciones, por ejemplo, la Fundación Affinity, y también hemos recabado directamente datos de las entidades de protección animal y de las comunidades autónomas. Hemos trabajado con todo eso, pero es insuficiente. Por ello es tan importante crear una estadística nacional en la que todos los datos en tiempo real se puedan volcar a un mismo censo para saber cuándo se abandonan los animales, por qué se abandonan los animales y qué tipo de animales se abandonan.
A partir de ahí, también enfocar campañas de concienciación. Por ejemplo, suponemos que una fecha importante de abandono de animales es previo al verano porque la gente se va de vacaciones, pero hemos visto tendencias en las que ya no es tan importante ese pico de abandono en verano y se da de una manera igualitaria durante todo el año. Esos datos los tenemos que tener de una manera oficial para poder establecer mecanismos de reducción de esos datos.
El lunes el texto fue aprobado en segunda vuelta en el Consejo de Ministros. ¿Qué recorrido tiene a partir de ahora la norma?
A la ley le queda la aprobación en el Congreso de los Diputados y vamos a intentar que el trámite se dé con la mayor ligereza y rapidez posible para que pueda estar ratificada de manera definitiva antes de final de año. Entendemos que los grupos parlamentarios harán sus alegaciones y sus enmiendas. De hecho, ya hemos hablado con muchos de ellos y en la mayoría de ocasiones nos han planteado que lo que quieren es que la ley sea incluso más proteccionista. Creemos que el paso por el Congreso mejorará la norma que ahora tenemos planteada.