Sindicatos argentinos denunciaron hoy en un informe que al menos 40.000 trabajadores del sector privado y público fueron despedidos o no fueron renovados desde diciembre pasado, mes en el que asumió la Presidencia argentina Mauricio Macri, informaron hoy a Efe fuentes gremiales.
El estudio elaborado por el Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) contabilizó unos 19.000 despidos o no renovaciones en organismos estatales y unos 22.500 en empresas privadas, entre las cuales el sector de la construcción acumula casi la mitad.
Para la central sindical, una de las dos más importantes de Argentina, se trata de una “ofensiva patronal contra los trabajadores, avalada e impulsada por el gobierno” de Macri, en busca de “reducir sustancialmente el costo de la fuerza de trabajo”, apunta el informe.
La relación entre los sindicatos, el Gobierno y los empresarios atraviesa estas semanas momentos de especial tensión por el inicio de las negociaciones de actualización salarial, que se realizan anualmente para compensar la pérdida de poder adquisitivo por la elevada inflación.
Mientras que desde los grandes sindicatos hablan de subidas mínimas de entre el 30 y el 45 %, el Ejecutivo de Mauricio Macri quiere un marco entre el 20 y el 25 %, ya que estiman que la inflación -sobre la que no se dan datos oficiales desde octubre- podrá acotarse a esas cifras en 2016.
Los sindicatos, sin embargo, aducen que ese rango parece ya “más que improbable” a esta altura del año, dados los importantes incrementos de precios que se han dejado notar en la cesta de la compra durante las últimas semanas, reconocidos en algunos casos incluso por el Gobierno, y las medidas económicas aplicadas por Macri, como el fin de los subsidios a las facturas de la luz.
En ese marco, la CTA sostiene que se usa la amenaza de despido como arma para aplacar las demandas de los trabajadores.
“Se trata de acciones de los empleadores que tienen que ver con dos procesos paralelos: los despidos que afectan a miles de trabajadores, a sus familias, y al mismo tiempo un efecto sobre el conjunto de los trabajadores que tiene que ver con generar temor al desempleo como forma de debilitar la acción colectiva”, sostuvo Luis Campos, coordinador del Observatorio.
“Es de esperar que las organizaciones sindicales respondan a este conflicto posiblemente con acciones en los puestos de trabajo, en forma descentralizada, pero es posible prever acciones colectivas centralizadas en las próximas semanas”, prosiguió.
El Observatorio advierte que el informe no supone una “sistematización exhaustiva” ya que se trata de casos de los que se ha tenido noticia desde el mes de diciembre, y que algunos casos “fueron revertidos como consecuencia de la acción colectiva de los trabajadores”.
No obstante, aunque no se maneja una cifra concreta, desde la CTA apuntaron a Efe que los casos en los que se evitó el despido fueron los menos.
“La mayoría son casos donde se abrieron instancias de negociación pero de ninguna manera se puede decir que esos puestos de trabajo se salvaron”, puntualizó Campos.