La tasa de incidencia a 14 días ha experimentado un descenso después del fin de semana y se ubica en los 223,75 casos por cada 100.000 habitantes. El viernes, este indicador se ubicó en los 229,20 casos, tras una serie de bajadas consecutivas durante la semana. Desde el 26 de abril la incidencia se ha mantenido relativamente estable en torno a los 230 casos, con picos en los 235, y con un suave descenso en los últimos días.
Todas las comunidades han mostrado bajadas de la incidencia, excepto Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Catalunya y La Rioja. País Vasco, con una tasa próxima a los 500 casos, Madrid (369) y Navarra (332) se mantienen como las autonomías con peores datos en este sentido.
El Ministerio de Sanidad ha notificado 16.353 nuevos contagios durante el fin de semana, una bajada con respecto al lunes anterior, cuando se registraron 21.071. En total, desde que comenzó la pandemia, se han infectado 3.540.430 de COVID-19. Las comunidades que más contagios han registrado durante le fin de semana son Madrid, con 3.347 casos; Catalunya, con 3.225 nuevos contagios; Andalucía, con 2.847; y Euskadi, con 1.759.
Sanidad ha contabilizado además 77 nuevos fallecidos durante el fin de semana. En total, desde que comenzó la crisis sanitaria han muerto 78.293 personas con COVID-19.
Los hospitalizados por coronavirus se sitúan por debajo de los 10.000 (9.747) y representan en estos momentos un 7,78% de las camas ocupadas. La presión en las UCI por COVID-19 se mantiene en torno al 23%, con 2.323 pacientes este lunes en todo el país. Madrid sigue manteniendo la peor situación en las terapias intensivas, con un 44,70% de las camas ocupadas con enfermos de coronavirus.
Las comunidades han vacunado a 5.098.903 personas con la pauta completa necesaria para garantizar la inmunización, más de un 10,7% de la población. Esto quiere decir que todos ellos han recibido dos inyecciones con los antídotos de Pfizer-BioNTech, AstraZeneca o Moderna o bien un solo pinchazo del de Janssen, que es el único preparado monodosis autorizado en España hasta el momento. España cumple así con el segundo hito en el proceso de vacunación marcado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a principios de abril.
Una de las lecciones de la pandemia es que el mundo real no siempre coincide con lo observado en ensayos clínicos, experimentos de laboratorio, modelos matemáticos y cálculos teóricos. Quizá por eso los porcentajes que rodean a la inmunidad, tanto individual como colectiva, no son fáciles de entender. ¿Qué significa que la inmunidad de grupo se alcance una vez que el 70% de la población está protegida? ¿Y que una vacuna tenga una eficacia del 95%?
A los investigadores que trabajan con vacunas les gusta aclarar que la “eficacia” es el resultado de los ensayos clínicos (fase III), mientras que la “efectividad” es lo que se observa durante las campañas de vacunación en el mundo real (fase IV). Fuera de los artículos científicos, a menudo ambos términos se entremezclan.
Una eficacia del 95% no significa que el 95% de los vacunados esté protegido, ni que las personas inmunizadas solo tengan un 5% de probabilidades de infectarse si entran en contacto con el virus. El investigador de la Universidad de Oxford (Reino Unido) Piero Olliaro aclaraba en una carta enviada a la revista The Lancet Infectious Diseases que este porcentaje hace referencia a la disminución de casos observada en una población concreta a lo largo de un tiempo determinado.