Las familias asumen casi la mitad de lo que cuesta un tratamiento por cáncer: 40.000 euros de media
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha calculado el coste económico que tiene para el país “el mayor reto sociosanitario al que nos enfrentamos: el cáncer”. El resultado: estiman los gastos sanitarios, familiares, laborales y sociales de la enfermedad en 19.300 millones de euros anuales. Una cantidad que equivale al 1,6% del Producto Interior Bruto y al 90% del presupuesto de la Comunidad de Madrid. De esos 19.300 millones, el 45%, casi 8.700 millones de euros, los pagan de manera directa o indirecta los propios pacientes y sus familias. El resto, el 55%, entra dentro del Sistema Sanitario estatal. La media de lo que cuesta cada tratamiento completo de cáncer la sitúan en 90.000 euros, lo que supone que en cada casa de una persona afectada se asumen de media 40.500 euros durante los años que duran la enfermedad y sus consecuencias.
Los datos son las conclusiones de un estudio que ha elaborado para la AECC la consultora Oliver Wymann y que hacen público este febrero, por el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer. Valoran los gastos médicos directos (tratamientos y medicinas), que cifran en 9.330 millones totales; los gastos médicos no directos (relacionados con los cuidados), en 2.220 millones; y otros indirectos relacionados con la productividad (bajas laborales, reducciones de jornada o discapacidades), en 7.750 millones.
El ejemplo que pone Noema Paniagua, directora de la AECC, para ilustrar la parte que tienen que asumir las familias es “una pareja en la que ambos trabajan y tienen un hijo en común. A ella le diagnostican un cáncer y pierden ingresos por la baja, deben pagarse alojamiento cerca del hospital o taxis, sufragar medicinas que no entran por la Seguridad Social como por ejemplo cremas para la radioterapia, buscar ayuda profesional para apoyar en casa el cuidado de un menor. De esto hablamos cuando hablamos del impacto en las familias”. El primer año de enfermedad, explican, el gasto es básicamente médico, como radioterapias y cirugías soportadas por la Seguridad Social. Es a partir del segundo cuando “hay un gasto que no se ve tanto y que sustentan mayoritariamente las familias”.
Un crecimiento del 3% anual
En el año 2019 se diagnosticaron 257.562 casos nuevos de cáncer en España. La AECC calcula que la enfermedad afecta en total a 1,5 millones de personas en nuestro país y que el coste anual se irá incrementando de manera paralela a cómo evoluciona la incidencia, es decir, a un 3% anual. El 40% de las personas afectadas actualmente están en edad laboral, un dato que es clave para cifrar los costes económicos. El coste no es igual para todos los tipos de cáncer: por ejemplo, el coste medio anual más elevado es para un estadio local o mestastático del cáncer hematológico, que llega a los 55.578 euros.
La AECC quiere incidir en la prevención como respuesta. En “la construcción desde las instituciones de hábitos saludables” que defienden hacen especialmente mención a endurecer la Ley Antitabaco. Eliminar el consumo de tabaco en España, que provoca el 85% de los cánceres de pulmón, reduciría en un 30% los casos y, en términos económicos, ahorraría alrededor de 5.700 millones de euros anuales. Piden por el mismo motivo medidas para reducir o eliminar el consumo de alcohol, que causa el 10% de los cánceres en hombres y el 3% en mujeres; y la obesidad, relacionada con ocho tipos distintos, causa del 4% de diagnósticos.
Insisten asimismo en la detección precoz, “vital en la disminución de la enfermedad y mortalidad”. Ahora mismo, los casos de cáncer que tienen programas de cribado en el Sistema Nacional de Salud son el de mama, el de colon y el de cérvix. El programa del de mama llega, según datos de la AECC, al 89% de las mujeres a las que cubre; el de colon al 66% y el de cérvix al 79%. Detectar esos tipos de cánceres en estadios precoces en un 100% supondría un ahorro de 1.000 millones de euros, que beneficiarían a casi 40.000 personas al año.
También llaman, desde la Asociación, a impulsar la aplicación de investigaciones científicas “que se han demostrado eficaces”. Por ejemplo, la posibilidad de implantar pruebas para el diagnóstico precoz de cáncer de pulmón. Citaban concretamente el estudio europeo Nelson, que ha demostrado que con el sistema de tomografía computarizada de baja dosis de radiación para personas en riesgo –fumadoras y exfumadoras– reduciría la mortalidad en un 23%.
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