Fuera mascarillas en los vuelos. Es la última recomendación de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), que empiezan a dar los primeros pasos para relajar las medidas contra la COVID-19 en los vuelos.
En un comunicado conjunto emitido este miércoles, la EASA y el ECDC eliminan la recomendación del uso obligatorio de mascarillas en aeropuertos y a bordo de un avión, al tiempo que siguen señalando que las mascarillas siguen siendo una de las mejores protecciones contra la transmisión de COVID-19.
La actualización del Protocolo conjunto de Seguridad y Salud en la Aviación tiene en cuenta los últimos desarrollos en la pandemia, en particular los niveles de vacunación y la inmunidad adquirida, así como el levantamiento de las restricciones en los países europeos.
Además de los cambios con respecto a las mascarillas, las recomendaciones de los organismos comunitarios incluyen una relajación de las medidas más estrictas sobre las operaciones aéreas, “lo que ayudará a aliviar la carga de la industria mientras se mantienen las medidas apropiadas”, aseguran en el comunicado.
“A partir de la próxima semana, las mascarillas ya no tendrán que ser obligatorias en todos los vuelos, en línea con los nuevos requisitos de las autoridades nacionales de toda Europa para el transporte público”, afirma el director ejecutivo de EASA, Patrick Ky: “Para pasajeros y tripulaciones, este es un gran paso en la normalización de los viajes aéreos. Sin embargo, los pasajeros deben comportarse de manera responsable y respetar las decisiones del resto del pasaje. Y un pasajero que esté tosiendo y estornudando debería considerar seriamente usar una máscara facial, para tranquilidad de los que están sentados cerca”.
La directora del ECDC, Andrea Ammon, ha declarado: “El desarrollo y las actualizaciones continuas del Protocolo de Seguridad y Salud en la Aviación a la luz de la actual pandemia de la COVID-19 han brindado a los viajeros y al personal de aviación un mejor conocimiento de los riesgos de transmisión del SARS-CoV-2 y sus variantes. Si bien persisten los riesgos, hemos visto que las intervenciones no farmacéuticas y las vacunas han permitido que nuestras vidas comiencen a volver a la normalidad. Si bien ya no se recomienda el uso obligatorio de mascarillas en todas las situaciones, es importante tener en cuenta que, junto con el distanciamiento físico y una buena higiene de manos, es uno de los mejores métodos para reducir la transmisión. Las reglas y los requisitos de los Estados en relación con las salidas y llegadas deben respetarse y aplicarse de manera coherente, y los operadores de viajes deben informar a los pasajeros sobre cualquier medida requerida de manera oportuna. La importancia de estas medidas debe continuar comunicándose de manera efectiva a los pasajeros para su seguridad, y el ECDC continuará trabajando con nuestros colegas de la EASA para evaluar y modificar las recomendaciones periódicamente según sea necesario”.
Las nuevas recomendaciones sobre el uso de mascarillas entrarán en vigor a partir del 16 de mayo de 2022.
Sin embargo, las reglas para las mascarillas seguirán variando según la aerolínea más allá de esa fecha.
Por ejemplo, los vuelos hacia o desde un destino donde todavía se requiere el uso de máscaras en el transporte público deben seguir fomentando su uso, según las recomendaciones.
Los pasajeros vulnerables deben seguir usando una mascarilla independientemente de las reglas, preferiblemente una máscara tipo FFP2/N95/KN95 que ofrezca un mayor nivel de protección que una máscara quirúrgica estándar, afirman la EASA y el ECDC, que también se alienta a los pasajeros a observar las medidas de distanciamiento en áreas interiores, como el aeropuerto, siempre que sea posible.
“Pero los operadores aeroportuarios deberían adoptar un enfoque pragmático a este respecto: por ejemplo, deberían evitar imponer requisitos de distanciamiento si es muy probable que conduzcan a un cuello de botella en el viaje, especialmente si no se exigen ajustes similares a nivel nacional o regional en otros países”, afirman.
Si bien muchos Estados ya no requieren que los pasajeros faciliten sus datos a través de un formulario de localización de pasajeros, las aerolíneas deben mantener sus sistemas de recopilación de datos para que pueda poner esta información a disposición de las autoridades de salud pública si es necesario, por ejemplo, en el caso de que una nueva variante de preocupación (COV) se identifique como potencialmente más peligroso, explican las agencias europeas: “”Con frecuencia se descubren nuevas variantes preocupantes con diversos grados de escape de inmunidad y gravedad de los síntomas. El personal del aeropuerto, los miembros de la tripulación y los pasajeros deben estar alertas y seguir las recomendaciones y requisitos de las autoridades nacionales del Estado o región que visitan“.