Bilbao, 15 dic (EFE).- La mayoría de usuarios de bares y gimnasios de Euskadi han aceptado con “normalidad” la obligatoriedad de presentar desde este miércoles el certificado covid al acceder a esos locales, si bien los responsables de los establecimientos han criticado la medida.
El denominado 'pasaporte covid' es obligatorio en Euskadi desde el pasado 4 de diciembre para acceder a locales de ocio nocturno y establecimientos de hostelería con capacidad de más de 50 comensales.
Ayer el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco autorizó al Gobierno Vasco a extender la exigencia de ese certificado al resto de bares y restaurantes, así como a quienes vayan de visita a hospitales, residencias y centros penitenciarios, y en espectáculos en lugares cerrados, donde la incidencia acumulada sea igual o supere los 300 casos por 100.000 habitantes.
La medida no afecta a los trabajadores de esas instalaciones ni a los menores de 12 años.
Así, este martes ha entrado en vigor esa exigencia y los hosteleros vascos han avisado de las dudas que tienen sobre cómo aplicar la medida e, incluso, la imposibilidad de llevarla a cabo en bares pequeños y han advertido, además, del perjuicio que va a ocasionar en un sector muy afectado por la crisis derivada de la pandemia.
Entre los clientes de esos locales, la mayoría ha presentado hoy el certificado con normalidad, aunque se han producido algunos enfados y ha habido algunas personas que han insultado a los hosteleros. También se han anulado reservas de mesas.
El gerente de la asociación de Hostelería de Bizkaia, Héctor Sánchez, ha denunciado que la medida es “muy confusa, difícil de entender e inviable de aplicar en muchísimos locales pequeños, donde detrás de la barra hay solo una persona y debería abandonar su puesto para pedir el certificado a la entrada”.
El secretario general de Hostelería de Gipuzkoa, Kino Martínez, ha explicado que la medida “estigmatiza a un único sector” y ha mostrado su sorpresa por que establecimientos como las sociedades gastronómicas y los comedores de empresa no estén incluidos.
Por su parte, los responsables de gimnasios ven excesiva la medida ya que sus instalaciones ya aplican otras medidas anti covid.
Ainara Rincón, coordinadora del gimnasio TwentyFit ha comentado que el primer día de aplicación de esa nueva medida está siendo “bastante tranquilo de momento. Va muy bien, sin problemas en la lectura del código QR”.
“Sólo hemos tenido cuatro o cinco personas que se han quejado, pero la mayoría lo han aceptado y han sido comprensivos. Saben que no es una cosa nuestra, que nos obligan a pedirlo”, ha indicado.
Para los responsables de este gimnasio, la obligación de pedir ese certificado “es una medida un poco exagerada teniendo en cuenta que aquí dentro siempre se está con mascarilla, limpieza de manos y de máquinas constante y guardando la distancia de seguridad”.
Uno de los usuarios de ese centro ha comentado que esta mañana ha recibido un mail en el que le avisaban de la obligatoriedad de presentar ese certificado al entrar y “me ha parecido bien, tal y como está la situación del covid, y para concienciarnos de la necesidad de la vacunación”, ha dicho.