Coronavirus
La vacunación masiva de los jóvenes pone a prueba el suministro de dosis
El 50% de la población en España ha recibido la pauta completa contra la COVID-19. Un hito que la sitúa en el tercer puesto de la Unión Europea, por detrás de Malta y Hungría, y muy cerca de Reino Unido, hasta ahora el país vecino más rápido en su campaña de vacunación. El objetivo del 70% a finales de agosto sigue presente, pero han surgido nuevas dificultades asociadas a la entrega de las dosis desde Europa.
Algunas comunidades autónomas han tenido que retrasar la citación de los grupos más jóvenes para salvaguardar las segundas dosis que aún quedan pendientes. Otras, como Madrid, tienen problemas con ambas cosas: la semana pasada suspendió todas las primeras dosis de Pfizer y este fin de semana han empezado a posponer también algunas de las segundas, a pesar de que tiene 300.000 viales de esta marca guardados sin administrar.
La explosión de la quinta ola ha puesto el foco sobre la inmunización de los más jóvenes, quienes concentran el grueso de los contagios. El problema es que Pfizer adelantó en junio una parte del lote que correspondía a julio, y España se enfrenta a un 50% menos de dosis que hace un mes. Sanidad advirtió de que esta remesa iba a ser más pequeña, pero algunas comunidades dicen que supone una traba para sus planes de vacunación. “En junio conseguimos con muchísimo esfuerzo un adelanto de Pfizer y todas debían hacer una planificación correcta para administrar las primeras dosis siendo conscientes de que en julio se volvería a los niveles anteriores”, ha dicho este lunes Silvia Calzón, secretaria de Estado de Sanidad.
Todas, menos Madrid. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha pedido “un poco de paciencia a los que pasen del día 21” y no hayan sido aún citados para completar su pauta. La ficha técnica de Pfizer determina la segunda dosis 21 días después y 28 en el caso de Moderna. Retrasarla es una estrategia que no recomiendan ni Sanidad ni los inmunólogos. Amos García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), cree que hay opciones para evitar caer en esa situación. “La variante delta va a seguir predominando y lo más importante es acabar con las segundas dosis”, apuesta. Y “nunca, nunca” posponerlas más allá de lo fijado en el precepto.
Sanidad ha anunciado la llegada de otras 2,2 millones de dosis esta semana. 1.765.640 de Pfizer y un aumento progresivo de Moderna –474.000 dosis semanales durante julio, 913.000 en agosto y hasta 1,2 millones en septiembre–. Con eso, el Ministerio confía en que todas las comunidades tengan stock suficiente para garantizar los dos pinchazos a su población. También Madrid, pues esa es la estrategia acordada por el Consejo Interterritorial.
“Madrid podría administrar algunas primeras dosis pero no al ritmo que lo ha hecho en las últimas semanas de junio”, ha reprochado Calzón. La región abrió a principios de julio la autocita a los más jóvenes tras verse rezagada respecto a las demás y a pesar de no contar con las provisiones necesarias para compaginar ambas estrategias. “El desempeño de otras comunidades es tan espectacular que Madrid tiene problemas para situarse en esa media y siempre está por debajo, por lo tanto con un mayor stock de vacunas”, ha añadido la portavoz de Sanidad.
Aunque la mayoría de las comunidades han optado por priorizar las segundas dosis, su ritmo se ha visto inevitablemente ralentizado. La bajada de Euskadi ha supuesto el cierre de sus grandes vacunódromos a la espera de la nueva remesa de vacunas. La caída ronda el 18%, sobre todo en los grupos de menor edad, y coincide con un aumento de los contagios y una fuerte subida de hospitalizados y de ingresos en UCI. Solo un 17% de los jóvenes entre 20 y 29 años han recibido al menos un pinchazo.
Por su parte, Andalucía ha recibido esta semana 80.000 dosis menos que la anterior. Aun así, ha decidido abrir este martes la autocita a los jóvenes de 23 y 24 años. Tan solo el 19% de los andaluces menores de 30 años han recibido una dosis, pero la Junta no cree que esta nueva cohorte de edad vaya a suponer un riesgo para garantizar las segundas dosis que toquen dentro de tres semanas.
En cambio, Castilla La Mancha y Castilla y León han decidido pisar el freno de las citas. La primera lleva anunciando desabastecimiento desde principios de julio, a pesar de haber abierto el sistema de autocita sin contar con el stock necesario en ciertos centros de salud. Más de 75.000 jóvenes de entre 20 y 29 años han recibido una dosis, el 35%, pero el ritmo respecto a otras cohortes ha disminuido. “La llegada de vacunas no depende de nosotros, sino de lo que nos manda Sanidad y más que falta de vacunas, es un problema de logística”, se excusaron en el gobierno autonómico.
Lo mismo pasa en Castilla y León, aunque esta comunidad ha preferido mantener las citas por grupos etarios. “No podemos quitarle las dosis a señores de 55 años y dárselas a chicos de 15”, justificó el portavoz, Francisco Igea. Eso también la convierte en una de las más lentas en la inmunización de los menores de 30, con solo un 14% con una dosis, mientras que la incidencia acumulada en ese grupo no para de crecer. De 20 a 29 años, la región ha reportado 3.592 casos por cada 100.000 habitantes.
“Las vacunas nos están llegando a un buen ritmo, los criterios de priorización se tienen que seguir estableciendo y la edad es el elemento más claramente unido a la vulnerabilidad”, defiende García Rojas. No obstante, también asume que ambas estrategias deberían “coexistir” en las regiones donde haya mayor impacto entre sus jóvenes. “Hay que incorporar a este colectivo pero de una manera muy planificada y rigurosa: es decir, anteponer siempre a un adulto de 30 frente a un joven de 18”, apunta Rojas. La razón no es otra que el riesgo de hospitalización aumenta con la edad.
Sanidad ha anunciado este lunes un 65% más de hospitalizaciones que el lunes pasado. Ya son 6.500 las personas ingresadas en planta y 1.040 en UCI, donde la media de edad es de 50 años. La mayoría de las personas que acaban en cuidados intensivos no tenían la pauta completa, estaban aún sin vacunar o presentan fallo vacunal, lo que según Sanidad limita mucho la gravedad de los síntomas. “No nos podemos arriesgar a que ocurra esto por vacunar de forma incorrecta a la gente”, concluye el presidente de la Asociación de Vacunología sobre la decisión de Madrid.
Información realizada con la ayuda de Alba Camazón (Castilla y León), Carmen Bachiller (Castilla La-Mancha) y Javier Ramajo (Andalucía).
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