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El primer ministro francés apoya los vetos al burkini pero descarta legislar al respecto

EFE

París —

El primer ministro francés, Manuel Valls, apoyó hoy los vetos que se han dictado en varias localidades del país contra el burkini, pero descartó que el Gobierno vaya a lanzar una legislación al respecto. “La reglamentación general de prescripciones vestimentarias no puede ser una solución”, indicó en una entrevista concedida al diario “La Provence”.

“Entiendo a los alcaldes que, en este momento de tensión, tienen el reflejo de buscar soluciones, de evitar problemas de orden público. Apoyo por lo tanto a quienes han lanzado decretos si están motivados por la voluntad de instar a la cohabitación, sin dobles intenciones políticas”, dijo Valls.

El debate sobre el burkini comenzó a principios de mes con la cancelación de una jornada exclusivamente para mujeres en un parque acuático cerca de Marsella, en las que se recomendaba su porte, y se ha extendido con las prohibiciones de esa prenda en Cannes, Villeneuve-Loubet, Sisco y próximamente Le Touquet.

Para el primer ministro, el burkini “no es una nueva gama de trajes de baño, una moda. Es la traducción de un proyecto político, de contrasociedad, fundado principalmente sobre la esclavitud de la mujer”. Por eso Valls dice que “no acepto esa visión arcaica. Está la idea de que, por naturaleza, las mujeres serían impúdicas, impuras, que deberían por lo tanto estar totalmente cubiertas. Esto no es compatible con los valores de Francia y de la República”, señaló en “La Provence”.

El jefe del Ejecutivo francés estimó que los musulmanes de Francia son rehenes de esos grupos que abogan por el uso del burkini, y animó a los ciudadanos de esa confesión a rechazar esa “visión mortal del islam”. Valls defendió que la laicidad “no es la negación de las religiones”, sino la protección de la libertad de culto, y antes de extender nuevas leyes sobre esa polémica prenda, abogó por hacer cumplir con firmeza la legislación en vigor sobre el velo integral.

En las calles francesas está vetado el burka, que cubre todo el rostro, y el niqab, que solo deja ver los ojos, mientras el velo y los signos religiosos considerados llamativos están prohibidos en centros educativos de primaria y secundaria para los funcionarios de la Administración.

“Las autoridades musulmanas deben también condenar los actos de provocación que crean las condiciones de una confrontación”, añadió en un momento en que en Cannes ya se han dictado cuatro multas contra mujeres que llevaban el burkini.