Ciudad del Vaticano, 4 ene (EFE).- El Vaticano aclaró hoy que la bendición de parejas homosexuales o en “situación irregular”, permitida recientemente por un controvertido documento, no será “litúrgica ni ritualizada” y que no supondrán su “justificación”.
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, emitió hoy un comunicado para matizar algunos puntos de la declaración “Fiducia Supplicans” con el que, el pasado 18 de diciembre, quedaron permitidas las bendiciones a parejas homosexuales o en situación “irregular”.
Ante las dudas expresadas por numerosos obispos y miembros del clero, el ex Santo Oficio pecisó: “La Declaración contiene la propuesta de breves y simples bendiciones pastorales (no litúrgicas ni ritualizadas) a parejas (no a las uniones) irregulares”, alegó.
Se trata, subrayó acto seguido, “de bendiciones sin forma litúrgica que no aprueban ni justifican la situación en que se encuentran esas personas”.
“La verdadera novedad del documento” reside en “la invitación a distinguir” entre bendiciones “litúrgicas o ritualizadas” y “espontáneas o pastorales”, las que se podrán impartir a este tipo de relaciones, reza el comunicado.
Estas “bendiciones pastorales, para que se distingan de las litúrgicas o ritualizadas, ante todo deben ser muy breves”.
Doctrina de la Fe añade un ejemplo de lo que sería una “bendición pastoral” en la que el sacerdote formula la oración “Señor, mira a estos dos hijos tuyos, concedeles salud, trabajo, paz, ayuda mutua. Libéralos de todo lo que contradice tu Evangelio y concédeles vivir según tu voluntad. Amén”.
“Son 10 o 15 segundos. ¿Tiene sentido negar este tipo de bendiciones a dos personas que la suplican?”, cuestiona.
La Declaración ya afirmaba que cuando la bendición sea pedida por una pareja “en situación irregular” nunca podrá realizarse al mismo tiempo que los ritos civiles de unión o vestidos de boda, por ejemplo, para evitar cualquier confusión.
Porque el Vaticano de Francisco, aunque permita estas bendiciones “espontáneas” o informales a parejas homosexuales, no las homologa al matrimonio canónico.
El Vaticano señaló además que la recepción de esta Declaración en las diócesis requiere de la “necesidad de un tiempo más prolongado de reflexión pastoral”.
Este comunicado se produce tras las declaraciones y cartas pastorales de Conferencias episcopales y diócesis en las que se insta a sacerdotes a no bendecir a parejas del mismo sexo o en situación irregular.
En una de las más recientes, la del obispo de Moyobamba (Perú), Rafael Escudero, insta a los sacerdotes de su diócesis a, “ante la falta de claridad del documento”, seguir “la praxis ininterrumpida de la Iglesia hasta la fecha, que es bendecir a toda persona que pida una bendición, y no a las parejas del mismo sexo o en situación irregular”.
Por otro lado, la Santa Sede también ha precisado el procedimiento a seguir en países en los que declararse homosexual es penalizado legalmente con la cárcel y, en algunos casos, con torturas o muerte.
En esos casos, apunta la Congregación, “se entiende que sería imprudente la bendición” y “es evidente que los obispos no quieren exponer a las personas homosexuales a la violencia”.