Alrededor de 250.000 personas se han ofrecido voluntarias en el Reino Unido, en un solo día, para colaborar con el servicio público de sanidad del país (NHS) en su lucha contra la crisis provocada por el COVID-19.
Esos voluntarios respondieron en tan solo 24 horas al llamamiento hecho este martes por el ministro de Sanidad, Matt Hancock, quien apeló a los ciudadanos para que ayudasen al millón y medio de personas que tendrán que aislarse durante 12 semanas con el objetivo de ralentizar la propagación del coronavirus.
Según Stephen Powis, director médico de NHS England, se trata de “una respuesta absolutamente extraordinaria” ante la crisis.
“Esta es una emergencia sanitaria, todos podemos desempeñar un papel a fin de asegurar que vencemos al coronavirus y al mismo tiempo expandimos la capacidad del NHS”, opinó.
Esta situación sin precedentes ha provocado “brotes de altruismo y de personas que quieren ayudar”, entre ellas, doctores retirados que han vuelto a trabajar y ciudadanos dispuestos a colaborar para ayudar a las personas más vulnerables.
En concreto, unos 11.000 exdoctores han abandonado su jubilación para regresar a sus puestos de trabajo y más de 24.000 estudiantes de enfermería y medicina del último año de carrera se han unido a la iniciativa.
Cualquier persona mayor de 18 años, que goce de buena forma física y salud, y que no presente síntomas de la enfermedad, puede ofrecerse para apoyar al NHS en su tiempo libre.
Por su parte, el ministro de Vivienda y Comunidades, Robert Jenrick, detalló hoy a la emisora británica BBC Radio 4 algunas de las funciones que esos voluntarios podrían desempeñar, entre ellas entrega de paquetes de comida y medicina a domicilio; desplazar en coche a pacientes que tengan que acudir a citas médicas o llamar por teléfono a personas confinadas.
“Necesitamos voluntarios en este esfuerzo nacional colectivo para apoyar al NHS y respaldar el cuidado social, y, en particular, para apoyar a este millón y medio de personas que por motivos clínicos específicos vamos a aislar”, dijo el político.
El pasado día 22, la Sanidad británica anunció que enviaría cartas a esos ciudadanos con diversas patologías, como problemas cardíacos, respiratorios o cáncer, así como a aquellas que toman fármacos que inhiben el sistema inmunológico, para pedirles que se queden en casa durante los próximos tres meses.
Esas medidas tienen como objetivo contener la extensión del coronavirus en este país, donde ya se han confirmado más de 8.077 casos y 424 muertos, según las últimas cifras oficiales.