La Vuelta Ciclista a España ha anunciado que modifica su puesta de largo de entrega de premios para evitar que sean solo azafatas las que se suban al podio a dar los galardones, según El Mundo. La empresa propietaria de la competición, Unipublic, cambia las reglas del juego: hombres y mujeres entregarán los trofeos y los ramos de flores a los ganadores.
“Somos sensibles al debate social y mediático que se ha generado en los últimos meses sobre la presencia de las azafatas en los podios”, dice en declaraciones al periódico el director general de Unipublic, que asegura, sin embargo, que “a título personal que no cambiaría nada porque con la preencia de las azafatas nunca hemos hecho algo extravagante”. La organización estudia todavía si suprimirá los besos en el podio a los corredores.
Varias competiciones han decidido modificar sus normas de funcionamiento para evitar la cosificación de las trabajadoras en competiciones deportivas, una constante que no solo es cosa del tenis. En el automovilismo, los organizadores siguen contratando a mujeres encargadas, entre otras cosas, de portar los paraguas a pie de pista.
Con esta decisión, la Vuelta se desmarca de sus competiciones hermanas, el Tour de Francia y el Giro de Italia, que no han tocado una coma de sus protocolos en este sentido. Y lo hace pese a que la empresa ASO, que organiza la prueba gala, es accionista mayoritaria en Unipublic.
Por el contrario, son ya unas cuantas los campeonatos que sí han tomado medidas. A comienzos de este año, el Tour Down Under de Australia prescindió de las modelos por considerar que era machista y denigrante para las mujeres. En España, la Vuelta al País Vasco decidió que repartir el trabajo de las azafatas “entre responsables de la organización y las personalidades que entregan los trofeos. Ya no les darán únicamente el premio, sino que darán la mano al deportista, le desearán suerte y le despedirán”, según la dirección. En la misma línea, los responsables de la Challenge de Mallorca, la Vuelta a la Comunidad Valenciana y la Volta a Catalunya incluyeron a niños, a jóvenes deportistas y a azafatas y azafatos en el ritual del podio.