Cientos de familias han participado en manifestaciones convocadas en varias ciudades españolas contra la reforma de la Educación que impulsa el ministro José Ignacio Wert. La concentración se suma a las movilizaciones previas convocadas por el Sindicato de Estudiantes, CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres) y otros sindicatos.
“Pedimos su retirada”, dice desde la cabecera de la marcha de Madrid el portavoz de la CEAPA, José Luis Pazos. “La LOMCE es una patada a la Constitución española y a los derechos de nuestros hijos; Wert pretende volver a la escuela de la dictadura”. Por su parte, el representante del Sindicato de Estudiantes, Raúl Rivas, denuncia que el borrador anunciado por el Ministro de Educación supone “la vuelta a la escuela de los años sesenta, una escuela clasista y segregada que mete con calzador la religión católica” suponiendo así “no un avance, sino una regresión”.
Una profesora de la escuela pública se queja de la nueva reforma: “se acaba la educación como derecho para todos” y critica que esta reforma “no tiene en cuenta las necesidades del alumnado, ya que desaparecen los refuerzos y ayudas”, dejando así estudiar únicamente a “aquellos alumnos que tengan posibilidades gracias a su familia” y excluyendo “al resto”.
Los más pequeños no han faltado a esta cita ya que “el futuro es de ellos”, según ha declarado el padre de un pequeño. La manifestación ha sido secundada por padres, madres, profesorado y estudiantes, quienes exigen “el cese del Ministro de Educación”. Este sector no se rinde, y tal y como anunciaba el representante del sindicato de Estudiantes, “hasta que no se acabe con esta situación, las movilizaciones no cesarán”.
Con coros de “Wert dimisión”, la manifestación ha avanzado desde Neptuno hasta el Ministerio de Educación, situado en la calle de Alcalá, donde los manifestantes eran recibidos con un cartel que anunciaba: “la eduación no es gasto, es inversión”.