Un estudiante californiano ha conseguido que arresten a un policía de San Mateo (California, EEUU) que buscaba sexo con menores a través de Tinder. Ethan, de 20 años, utilizó uno de los filtros más populares de Snapchat que cambia el género de la persona para crearse un perfil en la app de citas y hacerse pasar por Esther, una chica de 16 años. Fue así como consiguió engañar al oficial Robert Davies.
Ethan asegura al canal NBC que se propuso atrapar acosadores y pedófilos en apps para ligar después de que una amiga le contase que, de pequeña, había sufrido abusos. El estudiante se hizo una foto con la cámara de su móvil y luego la pasó por el filtro “cambio de género” de Snapchat, que utilizando realidad aumentada es capaz de generar una imagen bastante realista de cómo sería nuestro yo del sexo opuesto.
Muchos usuarios en Tinder llevan a cabo a la misma técnica que Ethan para comprobar cómo es ser una mujer en la app de citas. Hasta la fecha no hay muchas explicaciones de por qué lo hacen. Este artículo en Metro profundiza un poco más en ello.
“¿Estás dispuesta a divertirte esta noche?”
El estudiante después se creó una cuenta con la foto falsa en Tinder, donde se hizo pasar por una chica llamada Esther, de 19 años. “Creo que me escribió, '¿Estás dispuesta a divertirte esta noche?' Y decidí aprovecharlo”, asegura Ethan, que instó al policía a cambiar de app para seguir hablando. Tinder no permite que los menores de 18 años se creen una cuenta, por eso fueron a otro servicio de mensajería en el que le confesó que en realidad tenía 16 años y que si eso suponía un problema para él.
Luego, según Ethan, “comenzamos a escribirnos y se volvió mucho más explícito”. La policía californiana, tras analizar varias capturas de la conversación que mantuvieron ambos, asegura que el hecho de que la falsa Esther tuviera 16 en vez de 19 años no le preocupó en nada al oficial de policía Davies.
Ethan y el supuesto abusador estuvieron hablando durante más de 12 horas, así que mandó todos los pantallazos de la conversación a los Crime Stoppers, una ONG que funciona a partir de denuncias ciudadanas anónimas. “Solo pensaba en pillar a alguien y resultó ser un policía”, dice orgulloso el chico a la NBC.
El Departamento de Policía de San Mateo ha emitido un comunicado tras el arresto, que se produjo la semana pasada. “Esta supuesta conducta, si es cierta, no es en absoluto un reflejo de todo lo que representamos [...] Hemos jurado servir y proteger a nuestras comunidades”, dicen.
De momento, el acusado ha sido suspendido de empleo en lo que se conoce como una baja administrativa. Sin embargo, seguirá cobrando su sueldo. Si finalmente se demuestran los cargos de “contacto con un menor para cometer un delito”, se podría enfrentar a una pena de prisión (que dependería de la gravedad que estimen los jueces) y a pagar una multa de hasta 10.000 dólares (8.866 euros).