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Cierra Gab, la red social que usaba el terrorista de Pittsburgh y nido de nazis y la alt-right

Gab, la red social en la que el supuesto terrorista de Pittsburgh publicaba mensajes regularmente y donde también vertió sus últimas soflamas antes de llevar a cabo la matanza de 11 personas, ha cerrado. No ha sido cosa de ellos ni del Gobierno de los EEUU, sino de sus colaboradores, que progresivamente le han ido retirando su apoyo hasta que la app fundada por Andrew Torba en 2016 se ha visto obligada a tirar del cable. A pesar de ello, Gab asegura que se encuentra “bajo ataque”.

Ahora se puede leer un comunicado donde dicen ser “la empresa más censurada y difamada de la historia, lo que significa que somos una amenaza para los medios de comunicación y para la oligarquía de Silicon Valley”. Por su parte, a lo largo del día de ayer, sus patrocinadores y colaboradores como PayPal, Stripe o Joyent, entre otros, fueron retirándole su apoyo a esta red social que cuenta con cerca de 800.000 usuarios.

PayPal y Stripe aseguran que la compañía viola las políticas sobre la incitación al odio. La que una vez fuera la empresa de Elon Musk, PayPal, considera que ha tomado “acciones inmediatas y decisivas [...] cuando una web está permitiendo de forma explícita la perpetuación del odio, la violencia o la intolerancia discriminatoria”. Stripe cree que Gab no ha aportado pruebas suficientes de que esté llevando a la práctica sus políticas de moderación.

Joyent y GoDaddy también han cortado por lo sano con la red social. La primera es una empresa de almacenamiento en la nube, que avisó con 24 horas a Gab de que el servicio iba a ser suspendido. GoDaddy es el registrador del dominio de la startup de Torba, que también decidió el lunes dejarle sin .com alegando que, tras llevar a cabo una investigación en profundidad, “descubrió numerosos casos de contenido en el sitio que promueve y alienta la violencia contra las personas”.

“El Twitter de los racistas”

La app de Gab no puede encontrarse ni en la Play Store de Google ni en la tienda de Apple. Ambas compañías prohibieron la herramienta hace tiempo. Creada en agosto de 2016, esta red social hizo las veces de cueva para todos aquellos que, por esas fechas, huyeron de Twitter cuando la red de microblogging comenzó a endurecer sus políticas contra el discurso del odio. La mayoría de los que se fueron era gente con mentalidad de extrema derecha, miembros de la alt-right y otros grupos supremacistas blancos.

Gab ha sido calificada en numerosas ocasiones como “el Twitter de los racistas”, aunque la empresa diga son “una web de libre discurso y nada más”. Sin embargo, la red social es conocida entre los círculos de la alt-right estadounidense y los nazis precisamente por eso, porque allí pueden escribir cualquier tipo de soflama y que esta quede impune.

“No puedo sentarme a ver cómo matan a mi gente”, escribió el presunto autor de la matanza de Pittsburgh, Robert Bowers, minutos antes de entrar a la sinagoga donde asesinó a 11 personas. “Al diablo con lo que creéis, voy a entrar”, dijo en lo que fue su último mensaje. Bowers, además, contaba con un perfil verificado en la red social.

Sin censura, sin filtro, con racismo y xenofobia

La Liga Anti Difamación estadounidense describe a Gab en CNN como “un medio de comunicación alternativo frecuentemente visitado por extremistas”. También se refieren a su tamaño, ya que según el organismo “ha tenido más éxito que ninguna otra plataforma de su tamaño en los últimos 20 años”. Allí nada es censurado, borrado ni denunciado por otros usuarios, lo que la convierte en un lugar idóneo para el discurso del odio.

El logo de Gab era una modificación de la Rana Pepe, un dibujo que la alt-right hizo suyo en el pasado. Los 800.000 usuarios con los que cuenta la red social es un número pequeña si se compara con otros gigantes como Facebook (2.200 millones), Instragram (1.000 millones) o Twitter (326 millones). Con la victoria de Jair Bolsonaro en Brasil, Gab ha vuelto al foco mediático, aunque parece ser que esta vez no le ha salido gratis.

La startup fundada por Torba consiguió más de 5,5 millones de dólares de financiación en el 2016, recaudados a través de 1.300 pequeñas empresas y accionistas.