Cómo los derechos de las comunidades indígenas del Amazonas han puesto en duda la gestión de dominios en Internet

Se hace difícil pensar que ellas puedan estar al tanto. Incluso que les importe demasiado el cisma que su soberanía digital ha creado en Los Ángeles, EEUU. Sin embargo, así es: los derechos de las comunidades autóctonas del Amazonas se han atravesado entre la multinacional Amazon y los ocho países sudamericanos que gestionan el territorio que ellas habitan. La disputa se generó por el control de las webs con extensión .amazon, se ha alargado más de siete años y ahora amenaza con llevarse por delante el modelo de atribución de dominios de Internet, que hasta ahora ha gestionado la organización Icann, con sede en California.

La última vuelta de tuerca ha sido la rebelión de Colombia contra el Icann (siglas en inglés de Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números) y su advertencia por escrito de que podría apoyar “protocolos alternativos” al modelo multisectorial que rige actualmente la institución, en el que tienen voz el sector público y el privado, pero también académicos prominentes y expertos técnicos. La causa es la resolución del Icann de zanjar unilaterlamente el largo desacuerdo otorgando el dominio .amazon a la multinacional, una decisión que “socava y amenaza la legitimidad” de la organización, denuncia el Gobierno colombiano, al primar “los intereses comerciales de una sola compañía” por encima de los pobladores de la cuenca amazónica y los ocho países que la ocupan.

Todo comenzó en 2012. Entonces el Icann abrió un periodo de solicitudes para crear nuevos dominios que permitieran un mayor grado de personalización que las dos o tres letras que habían marcado la pauta hasta el momento, como el .com, el .es o el .org. En noviembre de 2013 empezaron a completar el trámite las primeras extensiones de nuevo corte, como .menu, .uno o .sexy. Desde entonces se han aprobado más de 1.200 nuevos dominios como el .barcelona, el .juegos, el .surf o el .pizza.

Ninguno ha generado tantos problemas como el .amazon. “Está en una zona gris”, explica Rodrigo de la Parra, vicepresidente para Latinoamérica y el Caribe del Icann. En previsión de casos como este, la organización había predispuesto que las solicitudes de nuevos dominios que coincidieran con los nombres de estados, provincias o áreas geográficas necesitaran contar con el visto bueno de las autoridades locales para ser tenidos en cuenta. “Palabras como 'Amazonas' o 'Amazonia' estaban en esa lista porque son provincias de países como Brasil, Perú o Colombia. Pero 'Amazon', en inglés, no estaba”, revela De la Parra en conversación con eldiario.es.

La compañía Amazon registró la solicitud para gestionar .amazon en 2012. Los ocho países que ocupan la Amazonia protestaron (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, fundada para fomentar el desarrollo del territorio respetando su diversidad cultural y medioambiental) y lograron que el Icann congelara la solicitud de la multinacional.

Amazon impugnó la decisión. Se abrió así una refriega procesal con apelaciones de uno y otro lado ante el Icann que ha durado siete años. Los países de la OCTA afirman que “el nombre de Amazonas, en cualquier idioma, es parte del patrimonio cultural y la identidad de los países amazónicos”, algo que ven extensible al dominio .amazon. En su queja ante el Icann, Colombia especifica que otorgar a la multinacional el monopolio sobre él “afecta a los intereses, valores y derechos económincos de las comunidades indígenas”, ya que mina su capacidad de exposición al mundo así como sus intentos de explotar el comercio electrónico, ya que cualquier intento de explotar el dominio dependería la buena voluntad de Amazon.

Por ello, los países de la cuenca amazónica pretendían una “gobernanza compartida” del .amazon, que además de al Amazonas, hace referencia a un estado y una provincia en Brasil, a un estado de Venezuela y a un departamento de Colombia y otro de Perú. Amazon rechazó de pleno esta posibilidad. La oferta de la multinacional era dotar de una atención preferente a los intereses de los ocho estados y a sus campañas “visibilizar la región” a través del dominio, pero manteniendo el control total sobre él. Las negociaciones quedaron en un punto muerto, ante lo que el Icann dio un ultimátum a ambas partes: si no se ponían de acuerdo antes del 15 de mayo, la organización decidiría por ellos.

El consenso no llegó y la junta directiva del Icann decidió aceptar los argumentos de la multinacional y concederle la gestión del dominio .amazon en los términos que solicitaba. La resolución no gustó nada a su contraparte en la disputa, que ahora amenaza con impugnar el modelo de gobernanza del Icann.

“Combustible para los que quieren cambiar el modelo”

La “solicitud de reconsideración” de Colombia ante el Icann es, ahora sí, el último recurso para mantener viva la aspiración de los países del Amazonas ante el dominio .amazon. El Icann tiene 135 días para decidir si la acepta y abre un nuevo período de negociaciones o da carpetazo a siete años de disputa. La cuenta atrás concluirá en otoño.

En el texto, el Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación del país recuerda a la organización —que en sus orígenes dependía del Departamento de Comercio de EEUU— que tras su decisión, cuando la palabra en inglés “amazon” se use para nombrar a la región amazónica y no a la multinacional, se producirá un “riesgo de confusión” en el consumidor, “al tratar de vincular los productos, servicios y contenido del dominio con la ubicación geográfica, limitando la posibilidad de que las comunidades lo utilicen para su propio interés”.

“Además, se genera un riesgo reputacional para la región, que puede verse afectada por la mala conducta de la empresa”, añade la queja, que concluye con una advertencia: “La desconsideración por parte del Icann de las legítimas preocupaciones del Gobierno colombiano proporciona combustible a aquellos interesados en debilitar y/o reemplazar el actual modelo” mediante el que se rige la institución, a la que afea que decidiera “concluir las negociaciones prematuramente” en base a una “autoimpuesta fecha límite” para otorgar el dominio .amazon a una empresa “que ya posee y opera unos cincuenta dominios genéricos de primer nivel”.

Desde el Icann calman los ánimos. “Somos una instancia neutral, no tomamos partido de ninguna manera. El recurso del Gobierno de Colombia también es parte de los mecanismos de rendición de cuentas que tiene el Icann”, recuerda Rodrigo de la Parra. “Es algo complejo pero que forma parte del ADN de la organización, que es multisectorial, con muchas partes interesadas y con procesos comunitarios de abajo a arriba”.

Lo ocurrido con .amazon servirá para mejorar los protocolos de asignación de dominios en el futuro, acepta el vicepresidente del Icann. Aunque Colombia ha sido la única en posicionarse por escrito, los presidentes de Bolivia, Perú y Ecuador también criticaron la resolución, censurándola como “un gobierno inadecuado de Internet”. La cancillería de Brasil también lamentó públicamente la decisión.

El 'hazte con todos' de Amazon

Amazon no ha enviado respuesta a la solicitud de eldiario.es para incluir su posición oficial en esta información. La compañía no se ha posicionado publicamente durante las negociaciones. Según informó la BBC, Amazon llegó a ofrecer a los países de la cuenca amazónica cinco millones de dólares en Kindles (su lector de libros electrónico) para que cedieran en sus pretensiones respecto al dominio .amazon.

Aunque el que más problemas le ha dado ha sido precisamente el que se refiere a su marca comercial, la política de Amazon cuando el Icann abrió el período de solicitudes de nuevos dominios fue hacerse con el mayor número de ellos, aunque no tuvieran una relación directa con su actividad. Pidió la gestión de 76 genéricos, como .mail, .store, .kids o .video, casos en los que su aspiración fue desestimada por el Icann o en los que terminó retirando la petición debido a las apelaciones de terceros. Sin embargo, terminó haciéndose con los derechos de medio centenar de nuevos dominios, como .like, .song, .smile o .book.