La unión entre Orange y Jazztel conllevará un reajuste de plantilla que, como máximo, afectará a 400 trabajadores, aproximadamente el 5 % de los más de 8.000 empleados que suman ambas operadoras, aunque esta cifra podría ser menor dado el “dinamismo del mercado” en España.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó ayer la opa de Orange sobre Jazztel, una semana después de que la operación de concentración recibiera el visto de bueno con condiciones de la Comisión Europea.
En rueda de prensa hoy en Madrid, el director adjunto del grupo Orange, Gervais Pellissier, ha explicado que tras anunciar la operación hablaron con los sindicatos de Orange para comentarles que habría una reestructuración que afectaría a unos 400 empleos.
Sin embargo, a día de hoy y analizando el dinamismo del mercado en España, “podemos considerar que 400 sería número máximo porque hay necesidades muy bajas de reestructuración. La regulación sería mínima”, ha apuntado el ejecutivo.
El consejero delegado de Orange España, Jean-Marc Vignolles, ha recordado que el objetivo de la operación es crecer y crear un operador convergente “más grande y fuerte” pero también más “sostenible” y ha subrayado que en los últimos cinco años han aumentado su plantilla un 25 %, lo que supone una “auténtica excepción en el sector”.
Pese a la gran complementariedad que presentan las dos compañía, “no se puede descartar que haya redundancias y que tengamos que asumir cierta reducción de empleo”, ha reconocido Vignolles, quien ha asegurado que por el momento no hay ningún plan cerrado al respecto.
“Hemos asumido con los representantes de los trabajadores que la cifra potencial ajuste de empleo no excederá de 400 sin que a la fecha se haya adoptado ninguna decisión al respecto”, ha insistido el ejecutivo, que ha recordado que desde que se anunció la operación tenían prohibido negociar planes de futuro con Jazztel.