- Las presiones de la MPAA incluyeron los servicios de un abogado español que presionó ante el Consejo de Estado y el Gobierno a favor de la reforma de la ley
Los documentos filtrados tras el ciberataque que sufrió Sony Pictures el año pasado permiten hacerse una idea de los entresijos del lobby cinematográfico en Estados Unidos. A lo largo de una serie de emails entre directivos de la productora y de la MPAA (Motion Picture Association of America, o la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos) se advierte cómo unos y otros hablan libremente de la recolección de fondos destinados a los políticos.
A mediados de abril WikiLeaks publicó más de 30.000 documentos y más de 17.000 emails de Sony Pictures, que habían sido sustraídos durante el hackeo que causó estragos en la compañía, filtrando guiones y hasta películas completas. Entre los correos electrónicos campea el nombre de Christopher Dodd, presidente de la MPAA, quien solicita fondos a las productoras de cine para llevar a cabo donaciones.
En los emails de Sony se aprecia la implicación directa de Dodd en la obtención de fondos destinados a las donaciones a políticos. Se afirma que “todos los estudios tenemos la misma sensibilidad en esto”, refiriéndose a la postura de un político, o se mencionan cantidades de miles de dólares a la ligera, reservadas a donaciones.
La conexión española
En enero de 2013, Christopher Dodd se entrevistó con Mariano Rajoy, meses antes de que se pusiera en marcha la modificación de la ley sobre propiedad intelectual. Esta reunión es un ejemplo del tipo de trabajo que Dodd realiza desde la MPAA y que también se pone de relieve en los emails, donde por cierto cita su entrevista con el presidente español “sobre cuestiones de copyright”.
Estos emails también revelan que la presión que aplicaba el lobby al Gobierno incluía la contratación de un abogado español, Santiago Muñoz Machado, para que presionara por la reforma de la ley de propiedad intelectual.
Estudios Unidos
“Goodlatte ha establecido un nuevo comité de financiación que permitirá contribuciones a su esfuerzo”, escriben en uno de los emails. Bob Goodlatte es un miembro de la Cámara de Representantes y presidente del comité que vigila la administración de la justicia en Estados Unidos. En el mismo correo electrónico se expone a continuación que cada estudio cinematográfico tendrá que aportar 40.000 dólares para la donación.
En un email de Dodd a directivos de las majors, el presidente de la MPAA vuelve a resaltar la importancia de reunir 40.000 dólares por compañía para financiar al ‘Goodlatter Victory Comittee’. Este organismo propiciado por Bob Goodlatte obtuvo 434.800 dólares entre 2013 y 2014, según el sitio web OpenSecrets.org.
En el correo electrónico, Dodd señala a un evento organizado por el ‘Goodlatter Victory Comittee’ como de gran importancia para los intereses de la industria antes de añadir “nos incumbe ahora trabajar juntos para convertir este evento en un éxito. Necesito que cada uno de vosotros se comprometa a asistir al evento y os voy a pedir que cada estudio obtenga 40.000 dólares para el ‘Victory Comittee’ en este evento”.
Un chorreo de miles de dólares
Tal y como se puede comprobar en OpenSecrets.org las cantidades que llegan en forma de donaciones a los políticos estadounidenses varían entre los 1.000 y los 3.000 dólares por lo general. Al menos las que entrega la MPAA. Sin embargo, Bob Goodlatte obtuvo 10.500 dólares de la MPAA, mientras que de por parte de su ‘Victory Comittee’, este político obtuvo personalmente otros 116.387 dólares.
Los correos electrónicos también revelan una nueva estrategia para dinamizar las donaciones. En Estados Unidos para obtener fondos para futuras donaciones se utilizan los llamados PAC (political action comittee). La MPAA cuenta con su propio PAC, pero a él solo pueden contribuir directivos de la MPAA y miembros de las compañías asociadas a la organización. Según las filtraciones, Dodd estaría pensando en una nueva forma que permitiera a otras personas contribuir con fondos al MPAA PAC.
Imágenes: 401(K)2013 y Wikipedia