El nuevo dueño de Twitter, el empresario multimillonario Elon Musk, ha anunciado que aplicará una “amnistía general” a las cuentas suspendidas la semana que viene, a menos que violado la ley o se hayan dedicado a un “spam escandaloso”. Esto supone que el empresario abre la puerta a la vuelta de los usuarios que fueron expulsados de la red social por comportamientos tóxicos como la difusión de mensajes de odio, acoso a otros miembros de la red, incitaciones a la violencia o participación en campañas de difusión de bulos y manipulación.
Hasta ahora, Twitter tampoco permitía a esos usuarios abrir cuentas nuevas. Si detectaba que uno de ellos estaba detrás de un perfil con una nueva identidad, procedía a bloquearlo de nuevo. Ahora Musk permitirá que esos miembros expulsados de la red social retomen su actividad con las cuentas desde las que lanzaron ese tipo de comentarios.
El multimillonario ha tomado la decisión en lo que parece su nuevo modus operandi para gestionar la política interna de la plataforma: encuestas entre los usuarios lanzadas desde su propia cuenta de Twitter y que mantiene abiertas unas 24 horas. “¿Debería Twitter ofrecer una amnistía general a las cuentas suspendidas, siempre y cuando no hayan infringido la ley o realizado un spam atroz?”, preguntó en esta última. Recibió 3,1 millones de votos de los 240 millones de usuarios activos de Twitter. El 72% votaron que sí.
Para el empresario fue suficiente. “El pueblo ha hablado. La amnistía empieza la semana que viene. Vox populi, vox dei”, tuiteó la noche de este jueves.
El magnate ya empleó este método para valorar si debía readmitir a Donald Trump en Twitter, después de que su cuenta fuera bloqueada por impulsar el asalto violento al Capitolio de Washington del 6 de enero de 2021. La opción que abogaba por el regreso del expresidente sumó el 52% de los votos de aquella encuesta. Pese a reconocer que los enjambres de bots habían manipulado en la votación, Musk devolvió la cuenta a Trump. “Aprendimos algunas lecciones interesantes para limpiar futuras encuestas”, dijo.
El gesto de Musk fue rechazado por Trump, que no ha vuelto a utilizar Twitter pese a tener la posibilidad de hacerlo. El republicano dice estar centrado en potenciar Truth Social, la red social que fundó tras ser expulsado de todas las plataformas por lo ocurrido en el Capitolio y durante las elecciones presidencias de 2020, cuando difundió reiteradamente y sin pruebas el bulo de que su derrota se había debido a una manipulación electoral.
Musk cierra la oficina contra el odio de Twitter en Bruselas
Permitir el regreso de los ex miembros de Twitter expulsados por comportamientos tóxicos no es la única decisión que relaja las medidas de protección contra la desinformación y el odio en la plataforma que el multimillonario ha tomado esta semana. Según ha revelado el Financial Times, Musk ha ordenado el cierre de la oficina de Twitter en Bruselas, cuya principal misión era adaptar las prácticas de la red social a las normas comunitarias que instan a las redes a vetar esas prácticas.
Los dos ejecutivos a cargo de la política digital de Twitter en Europa dejaron la compañía durante la dimisión masiva de trabajadores de la semana pasada. Se habían encargado de liderar los esfuerzos de Twitter para cumplir con el código de desinformación de la UE y Ley de Servicios Digitales, una ambiciosa norma que entró en vigor la semana pasada y establece nuevas medidas sobre cómo las grandes tecnológicas deben proteger a los usuarios.
“Me preocupa la noticia de que se haya despedido a una cantidad tan grande de personal de Twitter en Europa”, ha declarado VÄra Jourová, vicepresidenta de la UE a cargo del código de desinformación. “Si se quiere detectar y actuar eficazmente contra la desinformación y la propaganda, hacen falta recursos”, ha expuesto al citado medio.
Vaivenes constantes
A principios de noviembre, Musk había asegurado que Twitter “no permitirá” que ninguna persona expulsada de la plataforma fuera readmitida hasta que la compañía tuviera un proceso reglado para ello. También anunció la creación de “un consejo de moderación” con “representantes con puntos de vista muy divergentes, que sin duda incluirán a la comunidad de derechos civiles y grupos que combaten la violencia alimentada por el odio” para contribuir en dar forma a ese proceso.
Con la decisión de conceder la “amnistía general” la semana que viene y cerrar la oficina de Bruselas Musk vuelve a cambiar su política al respecto. Del “consejo de moderación” o el proceso reglado de recuperación de cuentas para los expulsados no ha vuelto a dar ningún detalle. Al contrario, la semana pasada se supo que había despedido a 4.000 moderadores subcontratados que la compañía tenía alrededor del mundo, que se suman a los que empleada directamente y fueron despedidos cuando recortó el 50% de la plantilla.
A estos vaivenes se suma la errática política económica. Este miércoles Musk congeló indefinidamente su principal plan para oxigenar las cuentas de Twitter: la posibilidad de conseguir la verificación de cuenta a cambio de un pago de 8 dólares al mes. El empresario ya tuvo que paralizar el proceso tras desatar el caos en la plataforma, que sufrió una explosión de perfiles falsos y suplantaciones con cuentas verificadas que en realidad se estaban haciendo pasar por otras personas u organizaciones. Esta semana anunció que no lo retomará en el corto plazo.