Madrid, 25 jul (EFECOM).- El Ministerio de Economía y Empresa ha hecho una valoración “muy positiva” del resultado de la subasta de licencias de espectro para el 5G concluida hoy, tanto por los ingresos recaudados por las arcas públicas como por el plazo en el que se ha desarrollado el proceso.
La subasta ha recaudado 437,6 millones de euros, pero si se suman los intereses y el importe de la tasa por reserva de espectro radioeléctrico para el periodo de 20 años de vigencia de las concesiones, las aportaciones al Tesoro Público ascenderán a 1.410.6 millones de euros.
En una breve declaración, el Ministerio de Economía y Empresa se ha mostrado satisfecho con los ingresos logrados, “que han superado las expectativas” y “por el buen funcionamiento de la propia subasta”.
También ha destacado el “haber sido capaces de resolver este proceso en un plazo que permite a España situarse entre los primeros países que han adjudicado este espacio del espectro para el desarrollo de la tecnología 5G”.
Vodafone, el único de los operadores que carecía de frecuencias en la banda de los 3,5 GHz, objeto de la puja, ha sido el que más cantidad de espectro ha adquirido, al hacerse con 90 megahercios (MHz) por 198,1 millones.
Orange ha comprado 60 MHz por 132 millones de euros que, sumados a los 40 MHz que ya tenía en el tramo bajo de los 3,5 GHz (3.400 MHz-3.600 MHz), lo convierten en el operador con más espectro en esta banda, identificada como la principal para la introducción de servicios basados en 5G en Europa.
Telefónica ha adquirido 50 MHz por los que ha pagado 107,4 millones y acumula ya 90 MHz en esa banda, mientras que MásMóvil, que también pujaba, no ha adquirido frecuencias en la licitación y se queda con los 80 MHz que ya tenía.
La subasta, enmarcada en el Plan Nacional 5G 2018-2020 puesto en marcha por el anterior Ejecutivo y que ha mantenido el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, incluye también la reordenación de la parte ya ocupada de la banda de 3,5 GHz.
El 5G tiene entre su catálogo de potencialidades multiplicar velocidades y número de dispositivos conectados de forma simultánea, propiciando el internet de las cosas, y la reducción de latencia, es decir, el tiempo de respuesta desde que se da una instrucción a un dispositivo hasta que reacciona, clave para la conducción autónoma.