Son el principal lobby en la UE, pero los 97 millones de euros que las ‘big tech’ se gastan para influir en la regulación del sector tecnológico representa una ínfima cantidad de su volumen de negocio y también de las multas multimillonarias que enfrentan como consecuencia de la legislación comunitaria. La UE ha reforzado precisamente su marco jurídico para que la vida online se acompase a la real bajo la premisa de que lo que es ilegal offline lo sea también en la red. Las investigaciones en ese ámbito están en sus primeros pasos dado que las nuevas leyes acaban de entrar en vigor, pero la batalla contra Google, Amazon, Meta, Apple, etc. viene de lejos y, especialmente, por sus prácticas de abuso de poder dominante en los mercados y competencia desleal. En los últimos años, Bruselas ha impuesto multas a esas compañías por un valor que supera los 24.000 millones de euros y que están (o estarán) en manos de los jueces de Luxemburgo.
El último golpe se lo ha llevado Apple. La Comisión Europea ha anunciado una sanción de 1.840 millones de euros a la compañía que dirige Tim Cook por abusar de su posición dominante en el mercado de la música online. La queja procede de Spotify por las trabas que impone a los usuarios de iPhone o iPad mediante un recargo del 30% por el uso de la app o la imposibilidad de los desarrolladores de informar a los usuarios de opciones de suscripción más baratas fuera del “ecosistema” de la Apple Store.
Apple se ha revuelto contra su primera sanción al asegurar que Bruselas no ha hallado “ninguna prueba creíble de perjuicio para el consumidor” y ha acusado al gobierno comunitario de ignorar “la realidad de un mercado próspero, competitivo y en rápido crecimiento” al mismo tiempo que sugiere en un comunicado que ha cedido a la presión de Spotify con quien se han reunido “más de 65 de veces”.
Competencia, impuestos, privacidad...
El asunto acabará con toda probabilidad ante el Tribunal de Justicia de la UE, que ya tiene un importante expediente de esa empresa entre manos: la reclamación por parte de Bruselas de 13.000 millones de euros por las ventajas fiscales que recibe en Irlanda. En una primera instancia, los jueces de Luxemburgo fallaron a favor de Apple y Dublín, dando un varapalo a la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, que se ha ganado el título de ‘pesadilla’ de las ‘big tech’. Ahora se espera el pronunciamiento definitivo del TJUE.
El anterior gran castigo a una de las grandes tecnológicas lo recibió Meta, matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, por saltarse la normativa europea de privacidad al enviar datos de los europeos a Estados Unidos. Fue la mayor sanción (1.200 millones de euros) impuesta en virtud del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). El anterior récord lo había marcado Amazon con 746 millones por violar la protección de datos.
Unos meses antes de esa sanción, Meta se llevó uno de los golpes más duros a su negocio publicitario cuando la UE declaró ilegal la base jurídica que la corporación de redes sociales utilizaba desde 2018 para extraer datos personales de sus usuarios con el objetivo de ofrecerles anuncios microsegmentados. En términos económicos se tradujo en 390 millones de euros (210 millones por Facebook y 180 por Instagram) por los más de cuatro años que estuvo operando de manera irregular. No era tampoco la primera sanción de la UE a Mark Zuckerberg, que en 2017 fue castigado con 110 millones de euros por mentir en la compra de WhatsApp.
Google, la mayor multa de la historia
Pero la mayor multa de la historia se la llevó Google por imponer restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos móviles Android y a los operadores de redes móviles con el propósito de consolidar la posición dominante de su motor de búsqueda. En 2018, la Comisión Europea sancionó a la compañía con 4.343 millones. La justicia europea rebajó ligeramente la cantidad (4.125 millones), pero confirmó la multa por abuso de posición dominante en el mercado.
No es la única sanción que se ha llevado la compañía con sede en Palo Alto. En 2017, Bruselas le impuso una sanción de 2.424 millones por abuso de posición dominante por conceder ventajas “ilegales” a su propio servicio de comparación de precios, Google Shopping, frente a sus rivales en los resultados de su buscador. La justicia europea avaló esa decisión. En 2019, el gobierno comunitario le impuso una multa de 1.490 millones, en este caso por abusar de su posición en el mercado de la publicidad online a través de su servicio AdSense for Search. Recientemente, Bruselas acusó a Google de distorsionar el mercado de la publicidad y le instó a deshacerse de parte de su negocio. Aunque el proceso es muy incipiente, la compañía se enfrenta a una sanción por valor del 10% de sus ingresos anuales.
La batalla de la UE contra los comportamientos abusivos de las ‘big tech’ se traducen en numerosas investigaciones y expedientes a los que ahora se han sumado las derivadas de las leyes con las que ha regulado los contenidos digitales -la de Servicios Digitales (DSA) y la de Ley de Mercados Digitales (DMA)-. Su entrada en vigor ha provocado ya un puñado de investigaciones a las principales redes sociales, como X (antes Twitter), Tik Tok o Meta por vulnerar cuestiones como la lucha contra la desinformación o la protección a los menores con las que también se enfrentan a multas multimillonarias.