La campaña del miedo apocalíptico contra el nuevo gobierno desata memes irónicos como respuesta

El pasado 12 de noviembre, cuando Pedro Sánchez y Pablo Iglesias anunciaron su preacuerdo de Gobierno justo después de las elecciones, Santiago Abascal se lanzó a criticar el pacto en Twitter: “El PSOE se abraza al comunismo bolivariano, a los aliados de un golpe de Estado, en mitad de un golpe de Estado. Le haremos responsable de cada daño que produzcan a la convivencia y al orden constitucional”, decía el líder de Vox.

El hecho de que España tenga por primera vez un Gobierno de coalición en su reciente historia democrática ha sido utilizado para escenificar y agitar el miedo por parte de los partidos de derechas. A las ya conocidas referencias a 'Venezuela' o a tildar de 'golpe de estado' el desafío político del indepentismo catalán, se han sumado otros conflictos que han permanecido aparcados y que PP, VOX y Ciudadanos han usado sin reparo.

Esta insistencia solemne en escenificar el miedo con discursos catastrofistas suele ser el caldo de cultivo perfecto para activar una respuesta cómica en redes. Salvo el movimiento ecologista y Greta Thunberg como su actual icono reconocible, exagerar el miedo por una opción política suele producir en redes, y especialmente en Twitter, una barrera que neutraliza este discurso a través de contenidos irónicos. Los que suelen abundar más son dos: memes y cuentas parodia.

Rocío Monasterio no dijo esto. Como tampoco dijo en su momento “no entiendo el lío por haber firmado informes arquitectónicos sin tener el título. Los que hicieron las pirámides tampoco lo tenían y ahí siguen en pie”. Son citas inventadas, generalmente emitidas desde cuentas-parodia para criticar las falacias que sí dicen los políticos. “Nadie muere por la contaminación”. A priori esta podría ser otra cita inventada, pero no lo es. Lo dijo Díaz Ayuso. Y ahí es donde se produce el jaleo: si la verdad parece mentira y la mentira parece verdad, ¿a qué nos aferramos?

El humor lleva tiempo indicando una posible respuesta a esa pregunta: el statu-quo de quienes tienen poder político o mediático ha de ser cuestionado a través de bromas. Es cierto que ese mantra generó un movimiento político en redes que abrazó el populismo autoritario de Trump y la supremacía blanca, decantando hacia ese lado el resultado electoral de las últimas elecciones e instalando en el Gobierno americano discursos que parecían superados.

En España, dicho statu-quo parece estar en disputa: si bien es cierto que el resultado de Vox en las últimas elecciones muestra un ascenso de la ultraderecha, dicho crecimiento no ha podido producir un vuelco institucional. Y la estrategia de asustar en medios y redes, compartida por todos los partidos del espectro de la derecha, ha terminado por desatar miles de bromas y memes que se ríen de ese miedo escenificado.

De momento, parece que la efervescencia política del momento se ha rebajado y ahora entraremos en una nueva fase. Mientras pasan los días y parte de las redes siguen bramando en contra del nuevo Gobierno mientras otra parte se ríe de estos bramidos, los partidos toman posiciones y urden sus nuevas estrategias mediáticas. Lo único que parece claro es que, como en las subidas y las bajadas de la marea, ahora vendrá una ola de humor y memes conservadores: a ningún gobierno se le permite hacer bromas. Y, como decíamos antes, la solemnidad institucional se suele topar con la ironía en redes.