Una nueva ola de filtraciones de malas prácticas golpea a Facebook mientras bate su récord de beneficios
Facebook anunció este lunes que tanto sus beneficios como su número de usuarios están disparados. Entre enero y septiembre de este año Facebook ganó 29.085 millones de dólares netos, un 62% más que en el mismo período de 2020. La inmensa mayoría de sus ingresos provienen de su negocio publicitario, apoyado en los anuncios que distribuye entre los casi 3.000 millones de personas que se conectan a sus servicios al menos una vez al mes, así como de los datos personales que extrae de ellos para que los anuncios se los muestren otras plataformas.
La comunicación de resultados trimestrales coincide con otra ola de informaciones sobre malas prácticas en la compañía que un consorcio de 17 medios estadounidenses comenzaron a publicar el pasado viernes. La nueva avalancha de revelaciones está basada en documentación interna suministrada por Frances Haugen, la extrabajadora de Facebook que compareció hace dos semanas para dar pruebas de todo ello al Senado de EEUU y que este lunes hizo lo mismo en el Congreso británico.
La nueva serie de publicaciones se denomina “los papeles de Facebook” e incide en todo aquello que apuntaba la serie de artículos publicados por el Wall Street Journal a principios de octubre: Facebook ha priorizado su beneficio económico a la seguridad de sus usuarios o la higiene social de sus plataformas. Mark Zuckerberg, CEO y fundador de la compañía, alega que todo es una “campaña coordinada” para dañar la imagen de su empresa.
Las decisiones de Facebook
A lo largo de los años la corporación se ha enfrentado a una serie de decisiones en las que debió elegir entre hacer menos adictivas sus redes sociales (es propietaria de WhatsApp o Instagram) y limitar sus efectos tóxicos, o mirar hacia otro lado mientras seguía explotando su gallina de los huevos de oro. La denuncia de Haugen, que los 17 medios han completado con nuevas entrevistas a otros trabajadores y más datos filtrados, es que la multinacional escogió sistemáticamente la segunda opción.
Muchas de las nuevas revelaciones tienen que ver con las prácticas de Facebook fuera de EEUU. La inmensa mayoría de sus usuarios no se encuentran en el país, pese a lo cual la multinacional destina más recursos a combatir la desinformación y el discurso del odio en su país de origen que fuera de él. Esto hace que sus moderadores no puedan detectar contenidos terroristas o incitaciones a la violencia que no se producen en inglés, según ha publicado Associated Press.
Pero los papeles de Facebook también le imputan responsabilidad en casa, con varias publicaciones centradas en su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero. Empleados de Facebook avisaron a la cúpula de que el ambiente entre los partidarios de Donald Trump en la plataforma se estaba calentando mucho ante las repetidas denuncias de fraude electoral del magnate republicano. Mark Zuckerberg no solo no actuó, sino que desactivó algunas de las medidas de protección que había instaurado antes de las elecciones, según el New York Times. Facebook no bloqueó la cuenta de Trump hasta después del asalto.
La nueva documentación interna que ha salido a la luz incluye datos que analizan la posición de dominio del mercado de Facebook desde el punto de vista de la compañía (publicada por Politico) o su reconocimiento de que está perdiendo a toda una nueva nueva generación de usuarios jóvenes y que debe actuar para atraerlos a sus servicios si no quiere perder fuerza frente a sus competidores (revelado por The Verge).
“La premisa es falsa”
“En el centro de estas historias hay una premisa que es falsa”, asegura una portavoz de Facebook en un comunicado enviado a elDiario.es. “Sí, somos una empresa y obtenemos beneficios, pero la idea de que lo hacemos a expensas de la seguridad o el bienestar de las personas malinterpreta cuáles son nuestros intereses comerciales”, expone la compañía.
“Este año vamos a gastar 5.000 millones de dólares en seguridad y tenemos más de 40.000 personas contratadas para hacer un trabajo: mantener a la gente segura en Facebook”, concluye. En declaraciones a la NBC, Zuckerberg ha expuesto que las críticas no son “de buena fe”: “Estamos viendo un esfuerzo coordinado para utilizar selectivamente documentos filtrados para dibujar una imagen falsa de nuestra empresa”.
Estamos viendo un esfuerzo coordinado para utilizar selectivamente documentos filtrados para dibujar una imagen falsa de nuestra empresa
La multinacional atraviesa su peor crisis reputacional desde el escándalo de Cambridge Analytica. Desde las primeras publicaciones hace un mes por parte del Wall Street Journal sus acciones han estado cayendo de forma contenida, aunque es cierto que su valoración había estado creciendo vigorosamente desde febrero de este año. Este martes volvía a caer un 5%, tras crecer un 5% este lunes tras anunciar sus buenos resultados en términos económicos.
La situación podría derivar incluso en un cambio de nombre por parte de Facebook. La red social Facebook seguiría denominándose igual, pero la corporación que incluye a WhatsApp e Instagram cambiaría su imagen comercial en un intento de dar más fuerza a su apuesta por el metaverso, una suerte de evolución de Internet en el que la realidad virtual juegue un importante papel.
La empresa reveló que este año planea invertir por lo menos 10.000 millones de dólares en su departamento Reality Labs, la división dentro de la firma encargada de desarrollar el proyecto de metaverso. La semana pasada anunció que contratará 10.000 empleados en Europa para desarrollar esta nueva tecnología.
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