Nunca se sabrá qué habría ocurrido con el pádel, que ya estaba en auge en 2019, de no haberse cruzado con el coronavirus. Lo que es un hecho es que la pandemia multiplicó su popularidad y lo acercó a las masas: es un deporte sin contacto, sus partidos de cuatro jugadores respetaban el número máximo de personas que podían reunirse en un mismo espacio y además es amable para el principiante. El juego perfecto para los desconfinamientos. “Nunca se habían visto tantas camisetas de fútbol en las pistas de pádel”, suelen presumir en Playtomic, la app que lo aprovechó.
A esta empresa española se la denomina a veces “el Tinder del pádel” porque pone en contacto a unos jugadores con otros y permite organizar partidos entre desconocidos emparejándolos en base a su nivel. En sus oficinas no gusta demasiado esta metáfora, la ven “muy frívola”. Al fin y al cabo Playtomic ya intentaba digitalizar el pádel antes de que el coronavirus impusiera una digitalización forzosa de todo. Cuando los confinamientos estrictos se levantaron la app estaba en el momento y posición perfectos. Más o menos como Zoom cuando todos quedamos encerrados en casa de la noche a la mañana.
“El pádel ya tenía éxito en un púbico de 35 a 50 años. El covid favoreció que pudiéramos atraer a un público mucho más joven”, expone en conversación con elDiario.es Pablo Carro, cofundador director de operaciones de Playtomic. Los jóvenes, las redes, un juego novedoso para muchos, accesible para casi todas las edades, España arrasando en los campeonatos internacionales... “el pádel se convirtió en un deporte cool”, resume Carro. Entonces llegó la explosión de verdad: en jugadores, en clubes y en negocio.
No hay un registro oficial de los jugadores habituales de este deporte, aunque hay cifras que dejan claro ese boom. Una son las licencias federativas, que no son necesarias para jugar entre amigos pero sí hacen falta para participar en campeonatos oficiales. En 2022 estas se habían incrementado casi un 30% respecto a 2019.
En Playtomic hay unos 350.000 jugadores que entran a la aplicación al menos una vez al mes para encontrar otros jugadores y reservar pistas libres en España. A.P. (Antes de Playtomic) el método era más engorroso: había que ponerse de acuerdo con los amigos, quedar y encontrar un club que tuviera una pista libre a esa hora. La app española simplificó al máximo el proceso y se convirtió en uno de los líderes de la incipiente industria. Se ha expandido a 35 países, en muchos casos absorbiendo a su equivalente local. En total tiene un millón de usuarios activos.
Con Playtomic ya no hace falta conocer jugadores que puedan estar disponibles a la misma hora o de los clubes de tu zona. “Hay gente que está en una escala en el aeropuerto de Heathrow (Londres), abre la app, ve un partido abierto en un club de Londres y se apunta. Eso lo está haciendo gente de de Dubai, de Qatar, a la que le retrasan el vuelo de conexión. O jugadores que están de vacaciones en España y aprovechan para jugar partidos aquí. Los clubes del Mediterráneo están llenos de extranjeros, es una cosa loca lo que está pasando en Málaga o en Alicante”, cuenta Carro.
Ese auge se refleja en sus cuentas: ingresos de 1,9 millones de euros en 2019, 25 millones en 2020 y 80 millones en 2021. La empresa aún no ha hecho pública la facturación de 2022 pero adelanta que será cercana a los 150 millones de euros. Junto con Wallapop, es la candidata más sólida a convertirse en el próximo unicornio español, denominación que reciben las empresas emergentes valoradas en más de 1.000 millones de dólares.
¿Un gran negocio que toca techo?
Este medio ha contactado con varios miembros de la industria del pádel, incluida la Federación Nacional, para que valoren el rol que ha tenido Playtomic en el despegue de este deporte. Aunque prefieren no aventurarse sobre si podría haberse dado la misma explosión sin la app, coinciden en que esta ha tenido un papel muy importante. La app tiene unos 1.100 clubes asociados en España. Las estadísticas oficiales del Consejo Superior de Deportes indican que al cierre de 2021 había 1.268 clubes del pádel en todo el país.
El deporte de moda también es uno de los negocios de moda. Según los datos de Playtomic, construir una pista de pádel cuesta entre 18.000 y 30.000 euros, en función del país y del precio del suelo, con un mantenimiento de unos 1.000 euros al año. En el mismo espacio que una pista de tenis se pueden encajar tres de pádel, cuyo precio medio por hora de uso oscila entre los 12 euros de Madrid, los 13 de Málaga, los 9 de Sevilla o los 20 euros de Barcelona. En España suelen estar ocupadas unas 7 horas al día. No hagan las cuentas: las cifras que Playtomic pone encima de la mesa es que con cada pista de pádel en España se ingresan unos 39.000 euros al año.
La empresa española no solo ejerce una intermediación entre jugadores y clubes, sino que también ofrece a estos últimos un sistema para digitalizarse completamente. Estas facilidades y el boom de jugadores han provocado que la inversión también explote y el mercado se acerque a su límite. “A mí recientemente me han pedido que asesore a gente que quiere montar clubs y mi respuesta ha sido: piénsatelo muy, muy bien porque el mercado está bastante saturado”, expone Raúl López, responsable de Padel Go Indoor Parla (Madrid).
Ya existe un antecedente de lo que puede ocurrir si la oferta excede a la demanda. Es el caso de Suecia, que llegó a aumentar un 388% las pistas de pádel del país de 2019 a 2021, hasta superar las 3.500 (España tiene más de 14.000). Tras el furor inicial, los clubes suecos empezaron a tener muchos problemas para ser rentables. “Ha sido un ejemplo de un crecimiento desmesurado”, reconoce Pablo Carro.
“Suecia es un país... ¿cómo decirlo? Bastante intenso a la hora de adoptar nuevas modas”, afirma el jefe de la expansión internacional de Playtomic. “El pádel se puso muy de moda, impulsado por celebrities como [el jugador de fútbol] Zlatan Ibrahimovic y factores como que los suecos son emprendedores por naturaleza. Además tuvieron bastantes facilidades para obtener licencias y permisos, así como muchas naves industriales disponibles. ¿Qué pasó? Que nos encontramos con que Suecia tenía más clubes por metro cuadrado que España y ha habido algunos que han tenido que cerrar. Pero es el único ejemplo real de un crecimiento no sostenible que hemos visto”, asegura Carro.
Los clubes consultados por este medio coinciden en que en España el negocio del pádel ha dejado atrás el boom del desconfinamiento y ahora se está “estabilizando”. “Incluso me atrevo a decir que está un poco en descenso, pero porque lo que ocurrió después de la pandemia no era normal”, expone López, de Pádel Go Indoor Parla. “Estaba claro que tenía que estabilizarse o incluso descender un poco. Lo importante ahora es no saturar el mercado”.
Clubes “desatendidos” y comisiones sorpresa
La vía que han encontrado algunos clubes para aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece Playtomic y ahorrar costes a largo plazo es automatizarse por completo. Son los llamados clubs “desatendidos”, en los que no trabaja nadie más allá del personal de limpieza o mantenimiento que acude cuando es necesario. Los jugadores reservan pista por Playtomic, llegan al club, lo abren con un código que les facilita la aplicación en una especie de portero automático que también enciende las luces, echan el partido y cierran.
Carro asegura que esos clubs son una minoría, al menos de momento. “No es el modelo que nosotros defendemos”, dice. “Lo que nosotros decimos es que con la tecnología se puede reducir esa cantidad de horas absurdamente dedicadas a trabajos manuales y emplearlas en generar más valor añadido. Teniendo una persona cobrando o manejando un Excel para encajar horarios estás perdiendo la oportunidad de que ese trabajador pueda decirle al jugador que está saliendo del club que ha hecho un partido fantástico, que ha mejorado mucho la volea de derecha y que debería venir al torneo de iniciación que hay el sábado por la tarde. La tecnología permite que las personas aporten un valor real”.
El rol central que ha adquirido Playtomic le ha permitido cobrar de todos. De momento ha mutiplicado las tarifas que impone a los jugadores. Las comisiones por inscribirse en cada partido subieron de 0,29 euros a 0,99 euros para cada uno de los cuatro jugadores, más 0,50 euros si el partido se cancela. A los clubes también les factura: una tarifa del 4% por cada reserva de pista, con un tope de 1,99 euros por reserva.
A esas cifras hay que sumar lo que la empresa cobra por implantar su sistema informático para digitalizar las instalaciones. “La media de lo que pagan los clubes al mes en España por el software es menor de 100 euros al mes”, expone Carro. “Y eso que somos el auténtico ”cerebro“ del negocio, ya que les ayudamos a gestionar reservas y cobros, clientes, escuela, control de accesos, ligas, clases particulares... además de mostrar su negocio en la mayor comunidad de jugadores de pádel del mundo”, promociona Carro.
Los clubes con los que ha contactado elDiario.es están de acuerdo en que Playtomic les trae nuevos clientes, especialmente en horas valle, como por las mañanas o al mediodía. Los precios de los partidos también varían en función de la demanda, más baratos por la mañana o a mediodía, más caros los de la tarde noche o los fines de semana –en algunas ciudades se llega a pagar en las franjas más concurrias entre 8 y 11 euros cada jugador por partidos de hora y media–. También coinciden en que el software de Playtomic facilita mucho la digitalización del negocio, siempre que el club no hubiera empezado ese proyecto por su cuenta. “Nosotros tuvimos que desactivar algunas funciones de nuestra aplicación, como la que emparejaba a los jugadores por niveles, porque la gente se había acostumbrado a la de Playtomic y se confundía”, dice Luis López, gerente del club Match Point Sevilla.
Aunque la mayoría de clubes entienden la subida de precios, señalan que la app no lo promocionó adecuadamente y ha provocado que muchos jugadores piensen que son las instalaciones las que han subido los precios. Coinciden también en otra pequeña queja: la app mantiene bloqueadas sus pistas aunque haya un solo jugador inscrito en el partido y este se termine cancelando, lo que les impide aprovechar ese espacio. “Como ellos comisionan más, aguantan hasta última hora a que se reserve ese partido. De hecho nosotros liberamos esas reservas porque no tiene sentido que te bloqueen la pista con un solo jugador en hora punta, pero ya te obliga a estar pendiente de ello”, revela López.
Desde la app recuerdan que en la facturación de cada partido se deja claro que los 0,99 euros son la “comisión de Playtomic” y los jugadores siguen usando sus servicios pese a la subida de precios. “Al final, los números dicen que a los usuarios les encanta la app y que por eso están dispuestos a pagar una pequeña comisión. Esto se demuestra por las valoraciones en las tiendas de Apple Store o Google Play [4,7 sobre 5 y 4,3 sobre 5]”, presume Carro. “O, aún más importante, por el número creciente de sesiones y por la fidelidad de los usuarios que cada vez hacen más reservas y juegan partidos abiertos (un auténtico fenómeno social)” , concluye.
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Gráficos por Ana Ordaz.