El presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, ha defendido la decisión de la compañía de permitir la publicación de anuncios de pago donde los políticos difundan bulos. Zuckerberg ha justificado su decisión explicando que “las personas deberían ser capaces de juzgar por sí mismas el carácter de sus políticos”, y que “no censurar a políticos o noticias no es papel de una compañía privada”.
En una entrevista en la cadena estadounidense CBS, el dueño de Facebook ha explicado que no se va a realizar ningún cambio en la política de publicidad de la plataforma pese a las acusaciones y preocupaciones por la posibilidad de que la desinformación impacte y distorsione los procesos electorales.
Según recoge The Guardian, 200 empleados de la compañía escribieron una carta pidiendo a Facebook que reconsiderara su postura puesto que “la libertad de opinión no es lo mismo que la opinión pagada”. Ante esto, Zuckerberg aseguró que “es un asunto complejo”, pero que en una democracia “sus ciudadanos deben saber qué es lo que sus políticos dicen”.
Estas acusaciones llegan después de que varias personalidades del mundo de la política, entre los que se encuentra la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, alertaran de que las elecciones a la presidencia de Estados Unidos en 2020 puedan estar influidas por discursos pagados que difundan información falsa en esta red social.
La posición de Facebook de albergar en la plataforma hechos falsos y desinformación dirigida a votantes lleva años en el foco tras el referéndum del Brexit en Reino Unido y las elecciones presidenciales estadounidenses en las que Trump salió elegido. Facebook ha sido acusado de ofrecer una plataforma de alto alcance a grupos radicales, entre ellos dos organizaciones de supremacistas blancos que siguieron subiendo contenido pese las promesas de la red social de prohibirlo.
En el Reino Unido también se ha alertado sobre el posible impacto de Facebook en las elecciones del próximo 12 de diciembre. Uno de los últimos ejemplos es un vídeo del Partido Conservador en el que mostraban a periodistas de la BBC, supuestamente denunciando “el retraso sin sentido del Brexit”. La cadena británica solicitó a los Tories que retiraran el anuncio, y finalmente Facebook accedió a eliminarlo por razones “de propiedad intelectual”.