A la tercera fue la vencida... casi. Este miércoles, el primer cohete impreso en 3D ha despegado con éxito después de dos intentos fallidos. El cohete Terran 1, de la 'startup' Relativity Space Inc., logró salir del Complejo de Lanzamiento 16 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral (Florida, EEUU), pero no alcanzó la órbita debido a un problema en pleno vuelo, una anomalía por la que el encendido del motor se paró de forma imprevista, tal y como se vio en la retransmisión en vivo y según recoge la agencia de noticias AFP.
Con todo, la compañía ha celebrado la hazaña en Twitter, convencida de que sus tecnologías de cohetes impresos en 3D permitirán el desarrollo de un próximo vehículo, el Terran R. “Superamos con éxito Max-Q, el estado de tensión más alto en nuestras estructuras impresas. Este es el mayor punto de prueba de nuestro novedoso enfoque de fabricación aditiva. Hoy es una gran victoria, con muchas primicias históricas”, festejaron desde la cuenta Relativity Space. “También avanzamos a través del corte del motor principal y la separación de etapas. Evaluaremos los datos de vuelo y proporcionaremos actualizaciones públicas en los próximos días”, señalan.
“Nadie ha intentado nunca poner en órbita un cohete impreso en 3D”, explicó Arwa Tizani Kelly, gerente del programa técnico para pruebas y lanzamientos en Relativity, durante la transmisión en vivo, apunta Bloomberg. “Y aunque hoy no llegamos hasta el final, reunimos suficientes datos para demostrar que es posible volar cohetes impresos en 3D”.
Este era el tercer intento de la misión bautizada como 'Buena suerte, diviértete' [Good luck, have fun] tras otros dos llevados a cabo el 8 y el 11 de marzo, en los que el lanzamiento tuvo que ser pospuesto primero por problemas con la temperatura del propulsor y después por un contratiempo con la presión de combustible.
El cohete Terran 1 lanzado este miércoles estaba impreso en 3D en un 85%, aunque Relativity pretende alcanzar el 95% en un futuro. Además, los motores Aeon del Terran 1 funcionan con metano, un tipo relativamente nuevo de combustible para este tipo de dispositivos. El cohete, financiado con fondos privados, mide 33,5 metros de altura y tiene 2,2 metros de diámetro, siendo el mayor objeto impreso en 3D hasta la fecha.