Brooke Pavek, de 17 años, vive en Florida y participa en clase de refuerzo de Historia. Eso le inspiró para hacer TikToks: “Hago muchos TikToks basados en mis apuntes de historia. Intento ser educativa al mismo tiempo que hacer algo gracioso y tonto a la vez”, declaraba para BuzzFeed. Una de sus temáticas preferidas es la antigua Roma y el emperador Julio César.
El funcionamiento del meme es el siguiente: hay una puesta en escena donde generalmente aparece un adolescente actuando frente a cámara; el montaje, y sobre todo la música y los efectos visuales de la propia aplicación, generan una breve narración donde se condensa un evento histórico y se explica en un evento históricos. En muchos casos se reinterpreta una canción pop para darle sentido histórico sobre el evento que se pretende explicar. En la mayoría de los casos la edición de vídeo es de una destreza reseñable. No es fácil explicar un evento histórico en menos de 20 segundos.
Tik Tok (antes conocida como Musica.ly) levanta pasiones entre la gente más joven. La media de edad de las personas que usan activamente la herramienta es de las más bajas: según datos de la propia plataforma, hasta finales de 2018 más del 50% de los usuarios tenía menos de 24 años. Dicho porcentaje se iba casi hasta el 75% si ampliamos hasta los 30 años la edad. Hay claramente un sesgo generacional en el uso de la herramienta.
Uno de los Tiktokers que participa en el meme haciendo vídeos sobre la Segunda Guerra Mundial declaraba: “Aprender de un libro te fuerza a memorizar, no a entender la historia”. Y es que aunque es imposible entender un evento histórico en un vídeo de 20 segundos, hay dos claves en estos vídeos que apuntan a una magnífica herramienta educativa: 1, en la mayoría de los vídeos no hay una representación literal sino un comentario entre líneas sobre alguna de las cuestiones clave que sucedieron en la historia y 2, la performatividad, la puesta en escena teatral y participar de un meme es el atractivo real para quienes llevan a cabo estos vídeos. No hay que concebirlos como un fin sino como un medio para aprender historia.
Por si todo esto no fuera suficiente para aumentar la compra de trankimazin entre historiadores y profesores de historia, el meme ha ido más allá. Algunos de los Tiktokers que han participado del juego no solamente han generado representaciones de eventos históricos sino que se han adentrado en hacer lecturas políticas contemporáneas sobre la historia. En concreto, una lectura decolonial de la relación entre Europa, África y América.
“Para ser tan irreverente y tan juguetón con un tema, debes dominarlo... Lo más difícil es sintetizar algo, resumirlo en una oración. Y estos adolescentes lo han hecho en 15 segundos. No es toda la historia, pero sin duda es una forma realmente agresiva y emocionante de verlo”, comentaba el historiador Alexis Coe para Time. Este meme demuestra la posibilidad de compatibilizar una herramienta de creación audiovisual popular entre gente joven con un contenido educativo. ¿Cómo sería un Tik Tok de la transición en España?
Durante su tiempo de vida han sido numerosas las reacciones de desconfianza hacia los contenidos generados en la plataforma. Desde artículos donde se avisa a padres y madres argentinos de los peligros de la aplicación, pasando por proclamarla como una amenaza para la democracia en Estados Unidos o de ser “una pérdida de tiempo que no añade nada de valor a sus aprendizajes” (según dice una Carta al director de el diario pakistaní Tribune).
El youtuber español Auronplay, en tono jocoso y menos solemne, define su rechazo en una serie de vídeos que viene publicando desde hace un tiempo y que tienen como objetivo ridiculizar ciertos contenidos publicados en Tik Tok. “Desde que empecé este formato mi objetivo es encontrar el Tik Tok infernal, el peor Tik Tok de la historia de la humanidad (...) Quiero encontrar el Tik Tok definitivo, el que te quite las ganas de vivir, el que cuando acabas de verlo quieres que arranquen los ojos y se los coman delante tuyo”
Como ocurre con tecnologías o herramientas que están en pleno proceso de crecimiento, se tiende a hacer un análisis metonímico. Decir que Tik Tok ‘no mola’ sería tan absurdo como decir ‘Internet no mola’. Es un lugar amplio donde hay millones de usuarios y la clave está en encontrar contenidos cuyo uso merezca la pena ser destacado porque aportan algo positivo para la sociedad. Eso podría decirse de que hacer vídeos de entre 10 y 20 segundos para representar eventos históricos se haya puesto de moda en Tik Tok.