El Consejo asesor de contenidos de Facebook, un órgano compuesto por 20 expertos internacionales en derechos humanos creado a instancias de la multinacional pero sobre el que no tiene control, ha apoyado este miércoles la decisión de la red social de bloquear las cuentas de Donald Trump. El Consejo, no obstante, pide a Facebook que revise la decisión en los próximos seis meses y tome una decisión acorde con sus propias políticas, puesto que que la “suspensión indefinida” que impuso al expresidente de EEUU es una fórmula que no usa con el resto de usuarios.
Trump fue bloqueado tanto en Facebook como en Instagram el 7 de enero de 2021 por alentar los actos violentos ocurridos en el Capitolio de Washington un día antes. Entonces un grupo de sus seguidores se concentró frente al edificio para protestar contra la supuesta manipulación electoral que le hizo perder los comicios, una conspiración que el expresidente impulsó sin pruebas. La turba terminó asaltando el edificio, lo que derivó en disturbios y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que dejaron cinco muertos y decenas de heridos.
Los hechos provocaron que Facebook, Instagram, YouTube y Twitter bloquearan inmediatamente los perfiles de Trump. En el caso de las redes que controla Mark Zuckerberg, el veto fue en principio de “dos semanas” y después se convirtió en “indefinido” y “hasta que la transición pacífica de poderes esté completada”, informó la compañía.
El Consejo asesor de contenidos, creado en mayo 2020 para ser una especie de 'tribunal supremo' con la capacidad de revisar las decisiones de Facebook, ha decidido “confirmar” su veto a Trump. Según sus 20 miembros, los términos en los que Trump se refirió a los manifestantes que protagonizaban los disturbios violan las reglas de Facebook sobre alabar a personas involucradas en actos violentos, como consideró la red social en el momento de los hechos. En un vídeo y varios comentarios escritos, el ex presidente pidió a los violentos que regresarán a sus casas y cesaran el asalto al Capitolio, pero también los denominó “grandes patriotas” y manifestó “os queremos. Sois muy especiales” o “siempre recordaré este día”. A la vez, siguió manteniendo las aseveraciones infundadas de pucherazo que habían provocado la protesta.
“La Junta determinó que, al mantener una narrativa infundada de fraude electoral y los persistentes llamamientos a la acción, el Sr. Trump creó un entorno en el que era posible un grave riesgo de violencia. En el momento en que el Sr. Trump publicó sus mensajes, existía un riesgo claro e inmediato de daño y sus palabras de apoyo a los implicados en los disturbios legitimaron sus acciones violentas. Como presidente, el Sr. Trump tenía un alto nivel de influencia. El alcance de sus publicaciones era grande, con 35 millones de seguidores en Facebook y 24 millones en Instagram”, recoge el dictamen.
“Sin embargo”, especifica en su dictamen, “no era apropiado que Facebook impusiera una sanción indeterminada y fuera de los estándares como una suspensión indefinida. Las sanciones normales de Facebook incluyen la eliminación del contenido infractor, la imposición de un período de suspensión por tiempo determinado o la inhabilitación permanente de la página y la cuenta”.
Por ello, solicita a la red social que revise el caso y aplique a Trump una sanción “coherente con las normas que se aplican a otros usuarios de su plataforma”. “Facebook no puede inventar las reglas sobre la marcha”, añade: “Tener reglas claras es esencial para garantizar que la empresa trate a los usuarios de manera justa”.
Facebook ha acatado el dictamen. “Ahora consideraremos la decisión del Consejo y determinaremos una acción que sea clara y proporcionada. Mientras tanto, las cuentas del Sr. Trump siguen suspendidas”, ha comunicado Nick Clegg, vicepresidente de la compañía.
El Consejo ha revisado el caso de Trump a petición de la propia Facebook, aunque está pensado para que sean los usuarios los que puedan reclamar las decisiones de la compañía que consideren injustas. Entre sus miembros están la premio Nobel de la paz yemení Tawakul Kerman o la abogada colombiana Catalina Botero-Marino, decana de Derecho de la Universidad de Los Andes y relatora entre 2008 y 2014 para la libertad de expresión en la Organización de Estados Americanos. Los fondos de este 'tribunal supremo' salen de una empresa ajena a Facebook a la que la compañía realizó una donación irrevocable de más de 120 millones de euros para financiar sus actividades. Trump puede apelar la decisión del Consejo.
Además de una posición sobre el caso de Trump, Facebook pidió al Consejo que se posicionara acerca de la moderación a presidentes y otros representantes públicos elegidos por la ciudadanía. Este recuerda que aunque la actividad de todos los usuarios debería regirse por las mismas reglas, la red social debe estar especialmente atenta a los mensajes que lanzan este tipo de líderes por su gran repercusión social. Por ello, le pide que diseñe equipos capaces de “escalar” sus comentarios polémicos a expertos especializados en su contexto político y social para actuar rápidamente en caso de ser necesario e impedir que Facebook se use para hacer llamamientos a la violencia o extender teorías de la conspiración.