Twitter ha lanzado una encuesta para preguntar a sus usuarios su opinión acerca de cómo debería actuar la plataforma cuando un líder político viole sus reglas de uso. “Queremos escuchar si creen o no que los líderes mundiales deberían estar sujetos a las mismas reglas que otras personas en Twitter. Y, si un líder mundial viola una regla, qué tipo de acción para su aplicación es adecuada”, explica la compañía. El estudio, lanzado la semana pasada en inglés, está disponible ya con las preguntas en castellano y otros 14 idiomas.
“La forma en que políticos y funcionarios públicos usan nuestro servicio está en constante evolución, y queremos que nuestras políticas continúen relevantes frente a la naturaleza cambiante del discurso político en Twitter, y protejan la salud de la conversación pública. Es por eso que estamos revisando nuestro enfoque hacia los líderes mundiales y solicitando tu opinión”, expone. La red social adelanta que también está consultando con expertos en derechos humanos, académicos y organizaciones de la sociedad civil sobre cómo debería resolver estas cuestiones.
En la encuesta, que estará activa hasta el 14 de abril, la red social plantea una serie de situaciones en las cuales los líderes políticos pueden violar sus reglas de uso y propone opciones sobre qué tipo de moderación sería la más adecuada. En cada caso la red social plantea cinco posibles actuaciones:
- Twitter no debería tomar ninguna medida con respecto al tuit
- Twitter no debería borrar el tuit, sino aplicar una etiqueta que describa la violación de reglas
- Twitter no debería borrar el tuit, sino bloquear a otras personas para que no puedan darle “me gusta”, retuitearlo ni comentar en el tuit
- Twitter debería exigirle al titular de la cuenta que borre el tuit antes de poder volver a tuitear
- Twitter debería suspender la cuenta de forma permanente de inmediato
A continuación la red social pregunta sobre cuestiones más generales, como si su moderación debería ser más laxa con los políticos que con el resto de usuarios, la misma, o más estricta. También si el usuario considera adecuado que se bloquee permanentemente la cuenta de un representante público y en qué casos sería aceptable.
La moderación de los representantes públicos y el papel que pueden ejercer las redes sociales para controlar su discurso se ha convertido en uno de los principales debates en torno a estas plataformas. En especial, desde las últimas elecciones de EEUU y el bulo de la manipulación electoral difundido por Donald Trump para negar su derrota, que terminó desencadenando el asalto al Capitolio del 6 enero y el bloqueo de las cuentas del ex presidente en Twitter, Facebook o YouTube. La extrema derecha internacional, incluida la española, acusó de “censura” a estas plataformas y comenzó una campaña para dirigir a sus seguidores hacia redes sociales minoritarias que toleran el discurso del odio y la incitación a la violencia.
La cuestión ha pasado a formar parte de la agenda política y este jueves el Congreso de EEUU ha recriminado a los líderes de las principales plataformas el papel que estas tuvieron en el asalto al Capitolio. Mark Zuckerberg (Facebook, Instagram y WhatsApp), Sundar Pichai (Google y YouTube) y Jack Dorsey (Twitter) han rehusado asumir una responsabilidad directa en los hechos.