“Estoy considerando privatizar Tesla por 420 dólares (la acción). Financiación asegurada”, tuiteó el magnate Elon Musk el 7 de agosto de 2018. Poco debía imaginarse entonces que, cuatro años y cinco meses después, sería juzgado por este mensaje, publicado en la que hoy es su propia red social. Pero así ha sido: la semana pasada comenzaron los alegatos iniciales en el tribunal federal de San Francisco, donde un conjunto de accionistas de Tesla, que perdieron gran parte del valor de sus acciones a raíz de este tuit, ha denunciado a Musk por fraude bursátil.
La demanda conjunta alega que el multimillonario manipuló el mercado a su favor con el anuncio de la probable salida de bolsa de la compañía eléctrica de automoción. Los demandantes, accionistas de Tesla, argumentan que Musk mintió en su tuit, ya que no se había asegurado a ningún comprador, tal como aseguró entonces. Si consiguen convencer al jurado popular, podrían obligar al magnate a pagar miles de millones de dólares en indemnizaciones por los daños ocasionados.
Musk niega la relación causal
“Solo porque tuitee algo no significa que la gente lo crea o vaya a actuar en consecuencia”, defendió el CEO de Tesla el viernes, durante un testimonio de media hora en la sede judicial de San Francisco. Si Musk hubiera vendido, como afirmó en su post, las acciones de Tesla a 420 dólares, el valor total de la venta hubiera ascendido a unos 70.000 millones de dólares: una suma muy provechosa para los inversores. Por esta razón, después del tuit, el precio de las acciones de Tesla subió mucho (un 11% en un día), pero cayó en picado, hasta los 263 dólares por acción, cuando finalmente se supo que la compañía seguiría en bolsa. De todos modos, el valor de la acción jamás alcanzó los 420 dólares prometidos por el magnate.
El equipo legal de Musk defiende que en ningún momento mintió sobre la retirada de Tesla de la bolsa, puesto que según dice tenía un acuerdo con el fondo soberano saudí para comprar sus acciones. El abogado de Musk, Alex Spiro, dijo que el empresario “creía” que tenía la financiación asegurada por parte del fondo saudí, aunque reconoció que el tuit contenía “inexactitudes técnicas”. De todos modos, el argumento central, según declaró Musk, es que “no existe una relación causal” entre el tuit y el valor de las acciones.
Sin embargo, el mencionado tuit fue acompañado de otros posteriores, que incidían en la probabilidad de esta venta: “Los accionistas pueden vender a 420 o mantener sus acciones y privatizarlas”, publicó dos horas más tarde. “Se confirma el apoyo de los inversores”, posteó en un tercer tuit, “la única razón por la que esto no es seguro es que depende del voto de los accionistas”. Eso jamás llegó a ocurrir: los accionistas nunca llegaron a votar sobre este asunto, puesto que no existió una oferta en firme, según acusan los demandantes.
“Solo quería asegurar mi sustento”
El grupo de demandantes asegura que las declaraciones de Musk fueron responsables de sus pérdidas millonarias. Glen Littleton, quien lideró la denuncia, aseguró ante el jurado popular que perdió más del 75% de su inversión después del tuit: “solo quería asegurar mi sustento, y estas pérdidas representaron una amenaza para el mismo”. Por su parte, el inversor Timothy Fries dijo que perdió 5.000 dólares por comprar acciones de Tesla justo después del tuit del magnate. “Financiación asegurada, decía el tuit, y eso quiere decir que ha habido un análisis financiero, una revisión crítica de las fuentes de financiación”, alegó Fries.
Musk ya fue sancionado con 20 millones por este tuit
No es la primera vez que se acusa a Musk de manipular la bolsa en su favor, concretamente las acciones de Tesla, por medio de este post en su recién adquirida red social. El magnate ya fue denunciado por el mismo caso en 2018, cuando la Comisión de la Bolsa y Valores de los EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) cuestionó la legalidad de su plan de privatización de Tesla. En ese momento, para sacarse de encima la demanda, pactó con el supervisor, con quien aceptó pagar una sanción de 20 millones de dólares y dejar de ser presidente del consejo de administración durante tres años. Sin embargo, continuó siendo consejero delegado hasta la fecha.
El juez encargado del caso, Edward Chen, ya consideró el año pasado que estos tuits eran “falsos y engañosos”, por lo que todo parece indicar que Musk y su empresa parten en una situación de desventaja. El juicio comenzó el martes en San Francisco con la selección del jurado. Lo hizo con cierto retraso: durante las últimas semanas, Musk había intentado trasladar el proceso judicial a Texas, donde Tesla tiene su sede, alegando que en San Francisco parte de un clima de opinión contrario a su figura. Esto es debido a que en esta localidad se ha dado una gran cantidad de despidos desde que adquirió Twitter, por lo que el jurado podría estar decantado en su contra.
Este juicio, que está previsto que dure unas tres semanas, llega en un momento delicado para Musk y sus dos empresas de cabecera, Tesla y Twitter. La compañía de automoción ha perdido en el último año cerca del 70% de su valor en bolsa, una caída acentuada desde que el magnate completó la adquisición de Twitter. Musk ha entrado en el Libro Guiness de los Récords al perder 165.000 millones de dólares en los últimos 13 meses, la mayor pérdida de riqueza personal de la historia.