La calidad de los anuncios de X (anteriormente conocida como Twitter) ha caído en picado desde que Elon Musk compró la red social. Los despidos masivos del magnate y su política de readmisión de perfiles que habían sido expulsados por discursos de odio o difusión de bulos espantó a muchas firma reconocidas, que suspendieron su publicidad en la plataforma o la redujeron a la mínima expresión. Esto abocó a Twitter a aceptar anuncios sobre cómo explotar granos o productos de teletienda para intentar paliar la caída de ingresos. Sin embargo, en los últimos días la red social ha bajado aún más el listón y ha aceptado campañas de anuncios trampa que promocionan estafas.
Estos timos utilizan una estrategia que se popularizó durante el boom de las criptomonedas. Consiste en suplantar a medios de comunicación y falsificar una de sus noticias para informar de las estrategias de inversión secretas de algún personaje célebre, que radican en negocios fraudulentos apoyados en estos artefactos digitales. Pedro Almodóvar, Fernando Alonso o Pablo Motos han visto su imagen utilizada de esta forma.
Ahora es X la que está aceptando dinero de los promotores de otra campaña de estas características para difundirla entre sus usuarios. A través de perfiles verificados (de pago), cuentas creadas hace pocas semanas usan sin permiso la imagen de Antonio Resines, David Broncano o Martiño Rivas para difundir una página que promete multiplicar por cinco los ingresos del usuario en pocas horas.
Los tuits promocionados de esta campaña de estafas acumulan millones de impactos entre los usuarios de la red social. Sin embargo, no es posible rastrear la campaña completa ya que la red social desactivó su Centro de Transparencia Publicitaria desde la adquisición de Musk. El multimillonario despidió a los equipos que se encargaban de esta función y que incluían en esta biblioteca todos los tuits promocionados cada 24 horas.
Los contenidos enlazados en los tuits simulan noticias de El País sobre falsos programas de La Resistencia presentados por Broncano. En algunos de ellos, el invitado de esa emisión inventada es Resines y en otros Martiño Rivas, conocido por sus papeles en El internado o Las chicas del cable. En todos los casos, el texto asegura que los actores explicaron al presentador que una empresa llamada “Quantum AI” puede “mejorar drásticamente la situación financiera de las personas en todas partes”.
“Antonio dijo que aunque nunca entendió exactamente cómo funciona su algoritmo, ha estado generando ganancias desde el primer día”, continúa la noticia falsificada, que imita todos los detalles de una página real de El País. Todos los enlaces que aparecen son falsos y llevan al mismo contenido fraudulento.
A lo largo del texto, los estafadores intentan hacer ver que un reportero del medio de comunicación ha investigado a Quantum AI a raíz de las declaraciones de Resines y Rivas. “Para activar la cuenta, hice el depósito inicial de 250 euros usando mi tarjeta de crédito. Mi cuenta se activó inmediatamente después del depósito, así que decidí activar la opción de comercio automático y explorar si tenían otras opciones disponibles”, asegura el falso periodista: “¡Realmente funcionó! Quantum AI me generó 39.84 euros de ganancia en solo 3 minutos después de hacer el depósito”.
El texto tiene los errores típicos de este tipo de suplantaciones como expresiones mal escritas, errores de concordancia y expresiones poco realistas de los protagonistas. La estructura sugiere que ha sido traducido de otro idioma o bien generado con inteligencia artificial.
Si el usuario clica en la página de Quantum AI, podrá ver una estructura similar. La página intenta transmitir que mediante computación cuántica se puede ganar mucho dinero con criptomonedas. “Utilizando el poder de la Computación Cuántica, puedes ayudarnos a acabar con la exclusividad del 1% más rico y resolver 4 grandes problemas: desarrollar una economía estable y rica para todos, curar la pobreza, nivelar el terreno de juego para todos (no sólo para los más ricos), ¡y ayudarte a hacer realidad tus sueños financieros!”, se puede leer.
La página no contiene ningún método para contactar con sus gestores. Todos los enlaces, como los de la política de privacidad, el descargo de responsabilidad o los enlaces a las redes sociales, llevan a la portada o no funcionan. La web se registró el 8 de agosto de este año, aunque la información sobre quién lo hizo o desde dónde se ha ocultado a través de un servicio de pago.
elDiario.es ha puesto la situación en conocimiento de X, que no ha enviado ninguna respuesta.
La caída de Twitter y el no despegue de X
Recientemente se ha cumplido un año desde que Elon Musk adquirió definitivamente Twitter. En este período, la empresa se ha depreciado más de un 50%, según ha reconocido el propio empresario a sus trabajadores. La cuenta proviene de un reparto de participaciones para completar el sueldo de algunos empleados, que tasa la red social en unos 19.000 millones de dólares (Musk la compró por 44.000).
Bajo la antigua dirección, Twitter sufría pérdidas de manera recurrente. El problema es que los cambios que ha aplicado su nuevo dueño han empeorado notablemente la situación. Musk no ha podido compensar la huida de los principales anunciantes y la caída de la publicidad con su modelo de cuentas de pago. X no ha hecho público cuantos usuarios pagan una suscripción desde enero de 2023, cuando reveló que eran unos 250.000. Menos del 1%.
Otras de sus decisiones, como cambiar el nombre de la red social de improviso y sin un plan de comunicación, también han tenido un impacto directo en la compañía. De acuerdo con Apptopia, las descargas que lograba la plataforma cuando tenía el nombre de Twitter eran un 30% más altas que las que logra como X. La verificación de cuentas en función del pago de una suscripción y no de la identidad real de los usuarios, así como la priorización de los contenidos elegidos por el algoritmo y no por las cuentas seguidas también han impactado negativamente en el producto. Según el Wall Street Journal, los usuarios activos diarios de la red social han caído casi un 20% en este primer año de Musk.
El plan del empresario es convertir X en una “red social para todo”, integrando funciones de pago, remuneraciones a los creadores de contenido o sistemas de búsqueda de empleo. Estas medidas, por el momento, parecen lejos de completarse y más lejos aún de traer de vuelta a los anunciantes, contrarrestar la pérdida de usuarios o convencer a más personas para que paguen una suscripción.