La era de Facebook ha acabado este jueves. El testigo lo toma “Meta”. “A partir de ahora nuestra prioridad será el metaverso, no Facebook”, ha manifestado Mark Zuckerberg, que ha decidido cambiar el nombre de su corporación, una de las marcas mas reconocidas del planeta, para mostrar su convicción de que el futuro de Internet se encuentra en el metaverso.
Zuckerberg imagina el metaverso como una red inmersiva con grandes dosis de realidad virtual. Durante la presentación del nuevo nombre de su compañía, el magnate ha mostrado un mundo digital en el que se podrá trabajar, estudiar o realizar actividades de ocio a través de avatares personalizables y en espacios creados a medida por cada usuario.
“Cuando empecé con Facebook, solo escribíamos texto en las páginas web. Cuando conseguimos teléfonos con cámara, Internet se hizo más visual y móvil. Cuando las conexiones se hicieron más rápidas, el vídeo se convirtió en una forma más rica de compartir experiencias. Hemos pasado del escritorio a la web y al móvil; del texto a las fotos y al vídeo. Pero esto no es el final del trayecto”, ha asegurado.
La próxima plataforma será aún más envolvente: una Internet personal en la que el usuario está dentro de la experiencia, no sólo mirándola como espectador
“La próxima plataforma será aún más envolvente: una Internet personal en la que el usuario está dentro de la experiencia, no sólo mirándola como espectador. Lo llamamos metaverso, y afectará a todos los productos que construyamos”, explica.
Estos cambios darán más protagonismo dentro de la compañía a Horizon, su división de realidad virtual. La red social Facebook seguirá llamándose Facebook, pero la corporación que la engloba junto a WhatsApp, Instagram o la propia Horizon pasará a denominarse Meta.
Zuckerberg empezó a hablar del metaverso como una posibilidad real en 2019. En los últimos meses ha intensificado su defensa de esta tecnología hasta llegar al cambio de la corporación Facebook. No obstante, este también coincide con la mayor crisis de reputacional de su historia, superando incluso a la producida por el escándalo de Cambridge Analytica. Una de sus extrabajadoras, Frances Haugen, ha filtrado un gran cantidad de documentación interna sobre malas prácticas en Facebook derivadas directamente del afán de beneficios de Zuckerberg y el resto de su cúpula directiva.
Haugen ha suministrado información a 17 medios estadounidenses y al Senado del país, donde también ha acudido a declarar. “La empresa esconde información vital al público, al Gobierno de EEUU, a sus accionistas y a los gobiernos de todo el mundo”, denunció ante los congresistas. Los informes confidenciales que ha filtrado indican que la empresa es consciente del efecto tóxico en la sociedad que tienen muchos de sus productos, pero que no ha hecho nada por evitarlo porque esa misma toxicidad hacía que ganara mucho dinero.
“En el centro de estas historias hay una premisa que es falsa”, manifestó una portavoz de Facebook en un comunicado enviado a elDiario.es. “Sí, somos una empresa y obtenemos beneficios, pero la idea de que lo hacemos a expensas de la seguridad o el bienestar de las personas malinterpreta cuáles son nuestros intereses comerciales”, expone la compañía.
“Estamos viendo un esfuerzo coordinado para utilizar selectivamente documentos filtrados para dibujar una imagen falsa de nuestra empresa”, ha denunciado esta semana Mark Zuckerberg. No obstante, esa supuesta campaña no ha afectado por el momento a sus beneficios, puesto que en los resultados de su tercer trimestre Facebook ha anunciado unas ganancias un 62% mayores a las que tuvo en el mismo período de 2020.
Una importante apuesta
El cambio de nombre de Facebook ha venido acompañado de una serie de anuncios que apuntan que Zuckerberg está dispuesto a apostar el futuro de su compañía a la evolución del metaverso. Uno de ellos ha sido la contratación de 10.000 trabajadores en Europa para construir esta nueva tecnología.
Esos 10.000 nuevos empleados doblarán los trabajadores que la multinacional tiene actualmente en Horizon. La división del metaverso sumará aproximadamente un 40% de los empleados de la corporación. El objetivo de Zuckerberg es que adelantarse a sus competidores y conseguir que Facebook sea tan troncal en esa nueva red como lo es en el actual Internet.
Tal y como lo imagina Zuckerberg, el metaverso necesitará de dispositivos especiales para conectarse a él. Las pantallas quedarán en el pasado.
En septiembre Facebook sacó a la venta unas gafas para empezar a moverse en esa línea. Pueden grabar todo lo que sucede alrededor de la persona que las lleva. Su función es ser una herramienta más para tomar las fotos, vídeos y ubicaciones que compartir después en sus redes sociales. No obstante, el plan de la compañía es que incorporen herramientas de realidad aumentada, como un asistente virtual especializado en interpretar información desde el mismo punto de vista de una persona.
Para entrenar esa inteligencia artificial, Facebook hace dos semanas un proyecto en el que ha estado trabajando con 13 universidades del mundo. Lo llama Ego4D (de visión egocéntrica, por utilizar el punto de vista en primera persona) y su objetivo es enseñar a las máquinas a interactuar con el mundo real no como observadoras, como hasta ahora se han desarrollado, sino con un rol central en la acción. Según expuso la compañía, su meta es que el asistente vaya incorporado en las gafas u otra tecnología que se lleva puesta y que pueda ser efectivo en estos cinco campos:
- Memoria episódica: ¿Qué pasó cuándo? (por ejemplo, “¿Dónde dejé las llaves?”)
- Previsión: ¿Qué es probable que haga a continuación? (por ejemplo, “Espera, ya has añadido sal a esta receta”).
- Manipulación de manos y objetos: ¿Qué estoy haciendo? (por ejemplo, “Enséñame a tocar la batería”).
- Diarización audiovisual: ¿Quién ha dicho qué y cuándo? (por ejemplo, “¿Cuál fue el tema principal durante la clase?”)
- Interacción social: ¿Quién interactúa con quién? (por ejemplo, “Ayúdame a escuchar mejor a la persona que me habla en este ruidoso restaurante”).
Facebook está dedicando grandes recursos a su apuesta del metaverso y la tecnología que sustentará su supuesta expansión. Su fundador ha afirmado en la presentación de su nuevo nombre que “el metaverso se construirá con la seguridad y la privacidad en el centro”, pero solo el tiempo dirá si los usuarios compran esta nueva apuesta.
Facebook cierra su etapa con casi 3.000 millones de usuarios, casi la mitad de la población mundial. El sueño de Zuckerberg es que Meta llegue a la otra mitad.